‘Orellana en el río de las amazonas’, de Álber Vázquez y Sergio García García

Editorial: Cascaborra.

Guion: Álber Vázquez.

Dibujo: Sergio García García.

Páginas: 64.

Precio: 17 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Diciembre 2023.

Hay pocas aventuras más fascinantes en la conquista del Nuevo que la que emprendió Francisco de Orellana. Lo que Álber Vázquez y Sergio García García hacen en Orellana en el río de las amazonas, que así se titula este álbum que se acerca a este evento histórico, es un minucioso repaso de ese viaje, con todo lo que supuso, es “una historia de hombres alucinados”, como dice el escritor de este álbum, completamente improvisada. No buscaban recorrer el cauce entero del río Amazonas, sino que eso es algo que no pudo evitar una vez que vio que el regreso era algo imposible. Y eso es algo que se plasma muy bien en estas páginas, es de hecho lo que enriquece el relato, lo que hace que lo vivamos, incluso sabiendo cuál fue su final, con la tensión de encontrarnos siempre con lo desconocido por delante. Eso hace que haya una interesante confrontación en lo que tiene que ser abiertamente documental, hechos probados y recogidos en los libros de Historia, con las ganas de que este álbum sea algo más que eso, que se mueva por parámetros humanos y personales, hasta el punto de que una parte de su resolución casi parece más propia del pulp de comienzos del siglo XX que de un libro de texto. Ambas almas conviven bien y el relato, como el propio viaje de Orellana, llega a buen puerto.

La decisión más inteligente que adopta Vázquez en Orellana en el río de las amazonas está en su primera página. Huye abiertamente de los triunfalismos, de la épica, de un tono de conquista y de superioridad para que el arranque de su aventura se ancle en el terreno del aburrimiento. Es fascinante que a partir de ahí pueda narrar una epopeya de la forma tan acertada como la que exhibe, y permite que nos creamos a los personajes más allá de una glorificación que, desde luego, esta historia no necesita. Porque la clave del viaje de Orellana está en lo accidental, en lo casual, en lo imprevisible. Obviamente, el grupo humano que encabeza va tomando decisiones y tiene sus trifulcas internas por ello, pero lo que vemos es prácticamente una metáfora del propio río Amazonas, lo que añade una capa más a la lectura. Vázquez usa muchos cuadros de texto para dar al lector el contexto necesario, pero también sabe cuándo callar y dejar en manos de García García que la acción hable por sí sola. El álbum resultante consigue transmitir las mismas emociones que se ven en la historia real, trepidante cuando Orellana y los suyos se topan con amenazas hostiles, pero sobre todo inquietante, misterioso e incluso aburrido cuando, en realidad, no está pasando nada, solo el curso del río llevando la expedición hacia adelante.

El estilo desdibujado de García García encaja precisamente en esa concepción de la que estamos hablando, en una historia que se nutre precisamente del misterio de lo desconocido. La suya es una forma muy atractiva de adentrarnos en el escenario de Orellana en el río de las amazonas, porque juega con una deliberada difusión de las figuras, que tienen más detalle del que parece para mostrar los escenarios, que se vuelca en los rostros pero que parece dárselos solo a los personajes españoles, mientras que los indígenas funcionan casi como una entidad colectiva, sin que haya diferencias entre ellos. Y eso, siendo una decisión consciente o no del ilustrador, funciona muy bien sobre todo en el tercio final de la obra, cuando el número de los habitantes autóctonos se multiplica y cuando la acción es más pronunciada. El uso del sonido, onomatopeyas pintadas incluso como si los personajes no estuvieran presentes en las viñetas, es también de lo más interesante en la obra. Orellana en el río de las amazonas es cambiante, tanto como la misma aventura de los españoles en suelo americano, una que sabe entender bastante bien el escenario en el que tiene lugar y que ofrece una manera algo atrevida de mostrarlo. Buen cómic histórico, aunque no necesariamente desde los cauces más tradicionales.

El contenido extra lo forman una introducción de Álber Vázquez y un portafolio de bocetos de Sergio García García.

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