‘Asilo Arkham’, de Grant Morrison y Dave McKean

Editorial: ECC.

Guion: Grant Morrison.

Dibujo: Dave McKean.

Páginas: 216.

Precio: 28 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2024.

Si hay algo que los lectores del cómic de superhéroes tienen que agradecer a los años 80 es la cantidad de puertas que se abrieron en tan poco tiempo. Puertas, además, a todos los niveles, en cuanto a temáticas, narrativas, autores y tonos. En esos años intensos y prolíficos, DC dio un salto de madurez considerable, y alumbró obras que habría sido imposible publicar muy poco tiempo antes. Asilo Arkham es sin duda una de ellas. Grant Morrison aterrizó en el mercado norteamericano con ganas de remover sus cimientos, como Neil Gaiman y otros autores británicos, y Dave McKean es todo menos el ilustrador más convencional que uno pudiera esperar en el género en aquellos años. Juntos solo podían dar vida a una historia siniestra, compleja, una en la que el héroe se adentrara en el espacio más sórdido de su mundo. En el caso de Batman, eso es lo que simboliza Arkham, y más un Arkham en el que todos los villanos están sueltos y solicitan su presencia para liberar a los rehenes que han cogido. Han pasado ya muchos años, pero sigue siendo una obra perturbadora y rompedora, de esas que siempre esconden rincones nuevos que explorar cada vez que se recupera el libro. Fascina e intimida a partes iguales, y eso que es un relato pensado para quedarse contenido en estas páginas.

Es tal la riqueza psicológica que tiene la propuesta de Morrison, que podemos obviar la cierta sencillez con la que arranca, la falta de explicaciones previas y las ganas de entrar en materia lo antes posible. Ni se nota porque todo lo que viene después es brutal. Es una historia que habla de Batman y su mundo con una franqueza pocas veces vista, asomándose a rincones que no son nada habituales en el retrato de un personaje enmascarado. A Morrison le gusta la idea de jugar con personajes extravagantes, empezando por el mismo Caballero Oscuro, al que enfanga en el escenario que más aborrece, aquel al que manda a sus excéntricos oponentes, que aquí, sin controles, sin los límites que implanta la realidad más cotidiana, se pueden mostrar como realmente son. El Joker es más depravado, el Sombrero más chiflado, Dos Caras más atormentado, Killer Croc aún más violento. Y todo eso marca un recorrido casi irreal y onírico del héroe, una misión que casi parece llevar un camino inevitable, convirtiéndose en una concatenación de pruebas que tiene que superar. Son duelos que tienen un sabor a definitivo, a concluyente, y que sin embargo, se cuida mucho de llevar la historia a un escenario de no retorno, en un delicado equilibrio en el que prima el retrato psicológico por encima de cualquier otra consideración narrativa.

Asilo Arkham es, literalmente, una pesadilla hecha realidad, y por esa razón es tan inquietante todo y encaja tan bien como alguien como McKean para dar vida a ese auténtico tour de forcé. Sus imágenes exageradas y extravagantes, sus sombras, la forma que tiene de trazar líneas y con ellas definir de una manera tan brutal a los personajes y el buen uso que hace de la oscuridad que tienen que transmitir tanto el escenario como la misma situación que se describe son las claves esenciales de un trabajo maravilloso. McKean entiende el sentido del guion de Morrison de una manera espectacular y fluida, elegante incluso a pesar de lo que no vemos no es precisamente agradable. Su Batman, lejos de ser imponente por la fuerza bruta, es una presencia magnética, como también lo son sus oponentes, cada uno de ellos con características distintas. Y el conjunto es casi tan loco como la propia idea de Morrison o la personalidad de alguien como el Joker. Asilo Arkham es un prodigio, uno que no para de contar con nuevas ediciones, como tantas otras historias de estos años, y eso es precisamente porque siempre hay nuevos lectores a los que fascinar o viejos que están dispuestos a encontrar esos nuevos rincones que permanecen ocultos en sus páginas. Nunca es mal momento para cruzar la puerta y asomarse al reino de la locura.

DC publicó originalmente Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth en octubre de 1989. El contenido extra lo forman el guion íntegro de Grant Morrison presentado por él mismo, sus bocetos para buena parte de la obra, un postfacio de Karen Berger y las portadas de Dave McKean para las diferentes ediciones de la novela gráfica.

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