Título original: The Adventures of Batman and Robin.
Reparto: Kevin Conroy, Loren Lester, Efrem Zimbalist Jr., Bob Hastings, Robert Constanzo, Liane Schirmer, Mari Devon, Melissa Gilbert, Diana Muldaur, Lloyd Bochner, Marilu Henner, William Sanderson, Bill McKinney, Mark Hamill, Arleen Sorkin, Paul Williams, Richard Moill, Adrienne Barbeau, Diane Pershing, John Glover, David Warner, Michael Ansara, Ron Perlman Aaron Kincaid, Roddy McDowall, George Dzundza, Marc Singer, Ed Asner, John Vernon, Michael York, Henry Silva.
Música: Shirley Walker, Harvey Cohen, Lolita Ritmanis, Michael McCuistion, Stuart Balcomb, Richard Bronskill, Carl Johnson, Kristopher Carter, Carlos Rodriguez, Wayne Coster.
Duración: 22 minutos.
Distribuidora: Warner.
Estreno: 3 de mayo 1994 / 12 de noviembre de 1994 (Estados Unidos).
Era inevitable que una visión tan sólida como la de Batman: The Animated Series (aquí, su crítica) continuara en el tiempo. Lo que sorprende es que solo lo hiciera con una segunda temporada, dos más en realidad si contamos con el rediseño que supuso The New Batman Adventures (aquí, su crítica), y que se emitiera casi con una continuidad inalterada. Pero sí hubo un cambio, al menos en espíritu, y es que Robin debía contar con un mayor protagonismo, de ahí que en algo más de la mitad de los episodios hubiera un cambio de intro, de la rompedora de la serie original a una más tradicional cogiendo escenas de la misma serie, y cambiara su título por el de The Adventures of Batman & Robin. En lo visual, se puede decir sin miedo a equivocarnos que la animación es mucho más regular de lo que lo fue en los 65 episodios anteriores. En cuanto a las historias, la misma inteligencia ya vista hasta este momento, aunque sin llegar a alcanzar los picos de maestría que vimos en la primera remesa de episodios. Alguna decepción, como la entrada en la serie de un Bane un tanto rebajado, y un tema fundamental que cada estaba más presente: la redención de los miembros de la galería de villanos del Caballero Oscuro, tema ya habitual pero aquí usado con sumo interés y con casi todos los malos habituales de la serie.
Hay episodios en los que Hiedra Venenosa, Harley Quinn, el Acertijo o Catwoman apuestan por una vida lejos del crimen, cada uno de ellos con más o menos éxito, y eso engancha también con la necesidad de Batman de estar presente en esos momentos, con su relación con los villanos, incluso con su misma creación, como se intenta explicar con una cierta ingenuidad en Trial, un episodio que se desarrolla fundamentalmente en el interior de Arkham, con la multiplicación lógica de personajes que eso supone. Hay personajes que se llevan al extremo desde puntos de vista muy distintos, eso es algo que vemos como Mr. Freeze en Deep Freeze desde el más absoluto de los dramas (espectacular el final de esta entrega) o con Harley Quinn en Harley’s Holiday, la comedia más absurda y delirante que podemos encontrar en toda la serie. Y aunque The Animated Series nunca se planteó como un Team-Up con otros personajes del universo DC, y la apuesta era la de retratar Gotham y su mundo, en esta temporada nos encontramos con el más imaginativo crossover que uno pueda imaginar, mezclando las aventuras de Jonah Hex con las de Batman sin llegar a verse y para mayor gloria de Ra’s Al Ghul. Reina la diversidad, y los únicos personajes que repiten en esta temporada, además de Ra’s, son Harley Quinn y Catwoman, mejorada con respecto a sus anteriores apariciones.
Catwoman, por cierto, lo hace de la mano de Batgirl en el episodio que cierra la temporada, uno de los más entretenidos y simpáticos de esta segunda tanda, que habla a las claras de los logros de la serie con el personaje. También hay alguna que otra decepción, como The Terrible Trio, el episodio más soso de toda la serie seguramente, pero el sabor clásico que hay en adaptaciones como las que suponen Sideshow, que además sigue mejorando la presencia de Killer Croc en la serie, o A Bullet for Bullock, compensan con creces cualquier irregularidad que pueda haber en estos veinte episodios finales. Bruce Timm y Paul Dini (involucrado este último en los guiones de la mitad de los episodios) seguían demostrando aquí un conocimiento sensacional de Batman. Con esta nueva entrega de episodios prolongaron en el tiempo la sensación de que esta serie era ya desde su nacimiento un clásico ineludible para entender el personaje, una fórmula magistral de mezclar pasado y presente de un universo tan conocido y un legado para Batman que difícilmente se podría haber con más cariño y talento, que de las dos cosas hay de sobra en esta serie animada. Lo era ya la primera temporada, y esta segunda, más regular aunque seguramente con menos obras maestras, es también una joya. Da igual cuánto tiempo pase.
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