‘Batman. Tiempo muerto’, de Tom King y David Márquez

Editorial: ECC.

Guion: Tom King.

Dibujo: David Márquez.

Páginas: 208.

Precio: 27,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2024.

Cuando hablamos de Tom King, la sensación es la de que está colocándose, para bien y para mal, por encima de las mismas historias que quiere contar. Batman. Tiempo muerto, como casi todo lo que escribe, por no decir todo, tiene una ambición gigantesca, una que seguramente está por encima del fondo de lo que quiere contar. Estamos ante una miniserie que busca hablar del atraco perfecto, de cómo varios de los integrantes de la galería de villanos del Caballero Oscuro se unen (y se enfrentan) por un objetivo común. Pero eso no tiene demasiada importante en el relato, en el que prima el efecto, el juego con el tiempo que se convierte casi en una obsesión, el despiste continuo al lector con trasfondos que a veces parecen hasta desconectados de lo que estamos leyendo. Pero por alguna razón, seguimos pasando páginas, empujados por lo que nos ofrece King pero, sobre todo, por el formidable dibujo de un David Márquez en estado de gracia, que brilla en todo lo que se propone en las páginas de esta miniserie, algo más corta de lo que suele ser habitual en los trabajos de King, quizá siendo conscientes esta vez de que está estirando los límites de los saltos en el tiempo continuamente señalados y quizá también de que, siendo un autor que tanto y tan bien ha sabido hablar de Batman, aquí hasta le resulta accesorio por momento.

Esa es, posiblemente, una de las características que más llama la atención de Tiempo muerto. Es Batman porque tiene que serlo, porque necesita en algunos momentos de su resolución y de su presencia física, pero lo es porque los protagonistas salen de su mundo. No hay nada en estas páginas, ni siquiera el hecho de que parezca ubicar la historia en los primeros pasos de Bruce Wayne vigilando Gotham suma demasiado al relato más que en su contexto. Y como toda la historia acaba siendo un gigantesco mcguffin, King se coloca en una frontera peligrosa. Sobrevive, sí, porque no solo es un escritor inteligente, también es uno ambicioso y capaz, y maneja bien los recursos para mantener entretenido al lector, incluso aunque lo haga con espejismos. Tiempo muerto, en ese sentido, no cambia nada, se aleja conscientemente de los grandes logros de su etapa con Batman y, por ejemplo, juega con Catwoman por el simple placer de hacerlo, no para añadir nada más a todo lo que ya dijo sobre la gata y el murciélago. Si tuviéramos que decir si el cómic está a la altura de la ambición que parece mostrar, las respuestas serían muy dispares. Por momentos sí, por momentos no; para unos lectores sí, para otros probablemente no. Y así, entramos una vez más en ese terreno en el que King parece sentirse cómodo, el de sus obras abran debate.

Donde no lo tendría que haber es en el análisis del dibujo de Márquez. Qué absoluta maravilla lo que nos ofrece en estas páginas, entendiendo que esta es más una historia de su mundo más que una de Batman. ¿Quiere eso decir que no saca todo el partido posible del Caballero Oscuro? En absoluto, con él tiene una puesta en escena brutal, pero si tuviéramos que quedarnos con algo es con la descripción que hace de todo lo que le rodea, incluyendo la manera en la que dibuja a los villanos seleccionados en esta historia. Es imposible no destacar en ese sentido la exhibición física y cinética que nos brinda con Catwoman, también el salvajismo natural de Killer Croc, la extravagancia del Pingüino y la elegancia pocas veces vista de esta manera del Acertijo. También acierta con los nuevos personajes que incorpora King a la trama, personajes que brillan más en lo visual que en lo narrativo, de nuevo por lo extrema que es la ambición de King con ellos. Márquez, en definitiva, brinda un trabajo de altura a todos los niveles, espectacular siempre, con un retrato exquisito. King, desde luego, no podía haber escogido un mejor compañero de viaje para una historia como Tiempo muerto, incluso aunque su lectura haya que circunscribirla a un contexto determinado en el que pueda ser entendida mediante parámetros cercanos a su ambición.

El volumen incluye los seis números de Batman: Killing Time, publicados originalmente por DC Comics entre mayo y octubre de 2022. El único contenido extra lo forman las cubiertas originales de David Márquez, Kael Ngu, Alex Garner, Peach Momoko, Ivan Tao, Carlos D’Anda, Ben Oliver y Greg Smallwood y un portafolio de bocetos y diseños de las portadas de Márquez.

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