Televisión – ‘Batman. The Animated Series’

Título original: Batman: The Animated Series.

Reparto: Kevin Conroy, Loren Lester, Efrem Zimbalist Jr., Bob Hastings, Robert Constanzo, Ingrid Oliu, Mari Devon, Melissa Gilbert, Diana Muldaur, Lloyd Bochner, Marilu Henner, William Sanderson, Mark Hamill, Arleen Sorkin, Paul Williams, Richard Moill, Adrienne Barbeau, Diane Pershing, Henry Polic II, John Glover, David Warner, Michael Ansara, Ron Perlman Aaron Kincaid, Roddy McDowall, George Dzundza, Marc Singer, Ed Asner, John Vernon, Michael York.

Música: Shirley Walker, Harvey Cohen, Lolita Ritmanis, Michael McCuistion, Stuart Balcomb, Richard Bronskill, Carl Johnson, Kristopher Carter, Carlos Rodriguez, Wayne Coster.

Duración: 22 minutos.

Distribuidora: Warner.

Estreno: 5 de septiembre 1992 / 17 de septiembre de 1993 (Estados Unidos).

Cuando se estrenó Batman. The Animated Series, fue relativamente fácil pensar que estábamos asistiendo a un momento histórico para el personaje, pero también para la animación superheroica. Viendo únicamente su intro, con la excepcional melodía de Danny Elfman, ya estaba claro por aquel entonces que no se había visto nada parecido. Una serie de dibujos animados que no pensaba solo en los niños, una que no tenía miedo en asomarse a rincones que cualquier otra producción se esforzaba en eludir o enmascarar, una en la que los villanos tenían una historia, una psicología, una razón de ser. Batman tenía música propia en cada episodio, se olvidaba de aquella técnica de repetir planos en distintos episodios que tanto se popularizó en los años 80, y los guiones tenían una trascendencia capital en la serie, no solo su animación, que por desgracia tuvo sus altibajos dependiendo del estudio que se encargara de realizarla. No hizo falta más que la intro para pensar en todo esto, pero es que con el episodio piloto quedó todavía más cristalino que esta era la serie, con mayúsculas, de Batman. 65 episodios después no solo se ratificaron las primeras impresiones, sino que aumentaron. Y más de tres décadas después podemos seguir sosteniendo que es una de las más sólidas representaciones jamás hechas del Caballero Oscuro.

Por supuesto, hay de todo en esta serie, no todas sus historias son inmaculadas, pero si atendemos a sus méritos nos daremos cuenta del paso adelante gigantesco que supuso The Animated Series en el género. El número de episodios abiertamente memorables es muy alto, y eso se debe al cariño con el que se trata a los personajes. Batman el primero, por supuesto, pero también otros que alcanzan versiones que son brillantes. No olvidemos que los genios de Bruce Timm y Paul Dini son quienes crearon aquí a Harley Quinn, pero Mr. Freeze, por ejemplo, es ya también en toda la mitología de Batman el que se ve en el mítico Heart of Ice. Como en ese episodio, todos los villanos, o casi todos, tienen una base psicológica fortísima. Dos Caras (¡otro clásico imborrable el episodio doble que lleva su nombre!), Man-Bat, el Sombrerero Loco, el Espantapájaros… Todos son villanos diseñados con mimo desde las bases del cómic, con razones, con sentido. Y Batgirl, un personaje que siempre ha sido menor por muchas razones, tiene aquí un origen exquisito, al igual que un Robin convertido directamente en adolescente para tener un mejor encaje en este mundo. Como los incontables homenajes que hay en la serie, siendo el mayor de sus logros en este sentido el personaje del Fantasma Gris, al que pone voz Adam West.

Batman es una serie extraordinaria en sus guiones, en lo que aporta al personaje, en la manera en la que entiende su pasado, pero es que además tiene una factura técnica bestial, empezando por un casting apabullante encabezando por un inolvidable Kevin Conroy como Batman y Bruce Wayne, o un Mark Hamill épico como el Joker. La animación del piloto, On Leather Wings, es la mejor guía de lo que está por venir, un piloto por cierto con Man-Bat, no con el Joker o con otro personaje más reconocible. Hemos hablado de la intro, rompedora, pero qué decir de la música, no ya tanto por el tema de Eflman sino por la extraordinaria dirección de Shirley Walker, con brillantes leit motifs para cada personaje. El mismo estilo visual de Timm, sencillo a más no poder, permite una animación fluida que se contrapone con las series de su época, más enfocadas en diseños recargados y que sacrificaban el movimiento por su parecido al cómic. Hasta las portadillas que daban paso a cada episodio eran pequeñas obras de arte que predisponían para bien antes de cada aventura. No todo era sobresaliente, hay personajes que no brillan tanto y algunos episodios más rutinarios, claro, pero el conjunto de The Animated Series es tan maravilloso que cualquier defecto cae por su propio peso. Es una joya. Es historia. Es leyenda.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.