Editorial: Reservoir Books / Penguin Libros.
Guion: Zerocalcare.
Dibujo: Zerocalcare.
Páginas: 208.
Precio: 21,90 euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Febrero 2024.
Desde que vimos La profecía del armadillo (aquí, si reseña), el nombre de Zerocalcare, su autor, cobró la suficiente relevancia como para cualquier obra suya llamara la atención desde el principio, incluso alcanzando la categoría de fenómeno en su país de origen. Será por su inconfundible estilo de dibujo, que sirve para la comedia y para el drama (más concretamente para la mezcla de ambas) o por su particular mirada sobre la realidad, pero ha conseguido convencernos de que tiene la misma trascendencia un viaje personal a una zona de conflicto y las más urbana y en apariencia modesta de las anécdotas. Ahora, en Un pulpo en la garganta, viajamos hasta la infancia del autor/protagonista, y la idea no puede ser más afortunada. Con sus incongruencias, es evidente que Zerocalcare escribe de lo que sabe, piensa y recuerda, y eso hace que, aunque no sea así en realidad, todo parezca formar parte de una misma cronología. ¿Merece la pena discutir entonces cual de sus obras está por encima de las demás? Puede que no, pero si lo hiciéramos da la sensación de que este estaría muy arriba en ese hipotético ranking, porque sabe convertir a sus protagonistas en los niños que vemos y entender con ellos a los adultos jóvenes que conocemos de otras obras o que atisbamos al final de esta.
Hay hasta una divertida e intensa broma en la propia cronología que el autor quiere resolver con unas páginas que sirven de epílogo y, de hecho, hablan de esa continuidad de la que hablamos. Un pulpo en la garganta es, de hecho, la segunda novela gráfica de Zerocalcare, la que hizo después de La profecía del armadillo, pero que haya tranquilidad al respecto porque se puede leer tambien sin saber nada del autor y su mundo. ¿Y de qué va? ¿Qué es ese pulpo del título? Los remordimientos infantiles, ni más, ni menos. La historia nos lleva a la niñez de Zerocalcare, a ese punto en el que cualquier reto entre chavales se puede convertir en una aventura, y tiene la enorme habilidad de alcanzar una profundidad tremenda que el propio autor desmonta casi con saña al final. Esto da una idea de lo versátil que es su autor, pero también de su inteligencia, porque consigue que una suerte de Cuenta conmigo de tres protagonistas sea algo muy, muy personal. Divertido por todo, por las siempre inagotables referencias frikis, por esa forma de llegar al absurdo convirtiendo a ciertos protagonistas en animales y con un don de palabra sobresaliente, que hace que los diálogos sean siempre afilados y den forma a una historia mucho más sorprendente que equilibrada… pero porque eso no le interesa en absoluto.
Ya es obvio, lo decíamos al principio, que el estilo de dibujo de Zerocalcare es tan consustancial a su universo como las historias que idea o los personajes que introduce y recupera. Y eso es algo que, lejos de acomodar cada nueva obra del autor (aunque, insistamos, esta es la segunda), nos coloca en el grado de la sorpresa continua. Es difícil decir por qué, puesto que a poco que se haya visto alguna novela gráfica de Zerocalcare se conoce ya buena parte de su muestrario de muecas, pero aun así mantiene un envidiable toque de frescura que sirve para sostener cualquier relato que imagine. Un pulpo en la garganta evidencia esa virtud que tiene el autor de dar forma física a sensaciones, temores y agobios de la forma más natural y sin que interfiere con la faceta más realista de sus narraciones, y eso no es poca cosa. Al contrario, es algo muy difícil de encontrar en un mundo que con demasiada frecuencia opta por clasificar y etiquetar. ¿Eso sirve con Zerocalcare? La verdad es que no, y eso que, como hemos apuntado, es un autor que mueve los lápices de manera reconocible y se asoma a narrativas que se va reproduciendo de un libro a otro. Pero olvidemos esas etiquetas, porque si algo tiene Zerocalcare es que se ríe de ellas con tanta facilidad como de cualquier otra cosa que imagine.
Bao Publishing publicó Un polpo alla gola en mayo de 2019.