‘Las hermanas Gremillet 4. La gamuza y la cometa’, de Alessandro Barbucci y Giovanni Di Gregorio

Editorial: Astronave.

Guión: Alessandro Barbucci, Giovanni di Gregorio.

Dibujo: Alessandro Barbucci.

Páginas: 72.

Precio: 16,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2024.

Cuando llegó el primer volumen de Las hermanas Grémillet (aquí, su reseña), quedó claro que Alessandro Barbucci y Giovanni Di Gregorio habían dado con una fórmula muy simpática y atractiva. Los tres primeros álbumes daban el protagonismo esencial a cada una de las tres hermanas del título, pero ahora qué llegamos al cuarto, ¿cuál es la solución que encuentran? Muy sencillo, que las tres estén en un primer plano y además en una historia familiar que, conjugándolo con la inevitable misión en la que se embarcan las pequeñas, pone el foco en la relación con su padre. Por eso, el juicio sobre La gamuza y el cometa, que así se titula esta nueva entrega, no puede ser menos entusiasta que el que ya habíamos emitido sobre los tres álbumes anteriores, porque las características que hacen de esta una serie deliciosa, divertida y muy entretenida, con grandes dosis de realismo que acompañan el toque más aventurero. Es una maravilla encontrar una serie juvenil tan bien escrita y dibujada, porque respeta mucho a su público esencial, el más difícil, el de menor edad, pero también sirve perfectamente para que un adulto pase un buen rato exactamente igual. Y ya son cuatro álbumes con las mismas sensaciones, todas ellas positivas, siempre con originalidad en las excusas que dan pie a cada álbum, con las puertas más que abiertas para que este viaje continúe.

Barbucci y Di Gregorio avanzan bien en el mundo de las hermanas Grémillet porque mantienen algo esencial a la serie: una buena historia. Los buenos personajes ya los tienen, esos ya los han descubierto en el primer álbum, por lo que ahora lo importante es nutrir su mundo de buenas ideas. Apostar ahora por la relación de las tres niñas con su padre, con la enorme dificultad que hay en encontrar puntos de conexión con un progenitor que está permanentemente ausente por su trabajo, es un enorme acierto. Luego está la búsqueda, la del bosque, la de las cuevas, la de las leyendas, porque eso es llamativo y divertido, es lo que ayuda a que un tebeo infantil, y este lo es por vocación, encuentre la necesaria conexión con los personajes. Los escritores saben lo que hacen en ese sentido, y saben encontrar equilibrios que, además, en ningún momento parecen artificiales. Hay una tentación lógica en dar un papel análogo a cada una de las tres hermanas, pero es que todo es tan natural que no hace falta. Después de un álbum con protagonismo destacado para cada una de ellas, la historia fluye por sí sola. Los padres de las niñas son esenciales para lograr este objetivo, y los diálogos que se articulan son tan importantes como el desarrollo de la aventura que han ideado para este cuarto encuentro con las pequeñas.

Es casi más importante entrar en este tipo de análisis con Las hermanas Grémillet que en lo que nos ofrece Barbucci con el dibujo. ¿Por qué? Es sencillo, Barbucci no falla. Lo que dibuja es siempre espléndido, y en este caso lo es por dos razones. Primero, porque la base que ha construido en los tres álbumes anteriores es muy sólida, ya tenemos todo ganado en ese terreno con el encanto de las tres niñas y el mundo que se construye a su alrededor. Pero en segundo lugar, y quizá más importante, las novedades que se introducen son igualmente solventes. Y los eventos que se van tocando están plasmados con la belleza habitual. Tiene este álbum unas ciertas cualidades dramáticas que, además, están muy bien dibujadas. Barbucci, a pesar de que tiene un tono de cierta comedia, o juvenil si queremos verlo así, sabe entrar en un espectro muy variado y que se adapta perfectamente a la personalidad de los protagonistas. Las hermanas Grémillet avanza, y lo hace con un tono sensacional, sin necesidad de pensar en un final concreto para este viaje, sabiendo encontrar excusas concretas para dinamizar la idea general, pero dando una personalidad propia a cada álbum. La gamuza y el cometa, desde luego, la tiene.

Dupuis publicó originalmente el primer álbum de Las soeurs Grémillet, Le champis et le comète, en mayo de 2023.

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