Guion: Cullen Bunn.
Dibujo: Andrea Mutti.
Páginas: 120.
Precio: 17,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Enero 2024.
El prolífico Cullen Bunn lleva mucho tiempo ofreciéndonos un gran número de universos de fantasía, cargados de imaginación y con propuestas bastante interesantes. La de Parasomnia también lo es, aunque su desarrollo hace que sea bastante complicado juzgar este primer volumen por sus propios méritos y convierte casi en una necesidad saber cómo concluye la historia, al menos cómo como continúa, para poder evaluar lo que ofrece de una manera más certera. Es cierto es que su fusión de un mundo real con otro onírico es sencilla y se ofrece sin solución de continuidad, lo que facilita mucho la lectura, pero también lo es que no sabemos hacia dónde estamos yendo y cuáles son las implicaciones reales de esa doble vida del protagonista. Y si en algún momento podemos sentirnos algo perdidos, precisamente porque todavía nos falta mucha información, el dibujo de Andrea Mutti basta para que nos sintamos bastante atrapados en la propuesta, más aún si nos detenemos en el intenso trabajo de color que nos ofrece, seguramente lo más identificativo de la historia de Parasomnia en este punto en el que nos encontramos, lo suficientemente definido como para esperar más de lo que está por venir pero todavía con muchas puertas abiertas como para que la sorpresa siga siendo un elemento importante.
No sería exagerado decir que Bunn busca una especie de cuento de hadas en la propuesta, uno en el que se erija un héroe diferente, una suerte de búsqueda en la que haya algo que no hayamos visto antes. No es, seguramente, una historia tan original como sonaba en su cabeza, y tiene ciertos toques gaimanescos que nos conducen a zonas de relativo confort, pero es verdad que hay un intento notable de que sintamos como propia la doble búsqueda del protagonista. ¿Y qué busca? A su hijo, tanto en la vida real, donde no aparenta ser más que un vagabundo borracho, y en la parte onírica, donde es un intenso caballero de capa rasgada. El mayor reto de Parasomnia es, precisamente, que seamos capaces de hilar las dos partes de la historia más allá de sus golpes de efecto o del significado que tenga cada secuencia, y quizá sea en ese punto donde más se puede echar en falta la información de lo que está por venir cuando nos asomamos a lo que realmente ofrece este primer volumen de la serie. Con todo, intriga, que es lo más importante en la presentación de una serie que claramente apuesta por la manida fusión entre realidad y fantasía, y su montaje paralelo funciona relativamente bien. Bunn es un escritor consolidado y profesional, que entiende bien la personalidad propia de cada uno de sus relatos y que, ofreciendo muchos títulos, siempre sabe sacar algo distinto.
Uno de los atractivos de los universos de Bunn suele ser el dibujante escogido para dar forma a lo que imagina, porque no hay un estilo claro y único. Adaptarse a la historia es fundamental, y eso Mutti lo sabe hacer, no importa lo extraño que pueda parecer aquello a lo que tiene que dar vida. Lo vimos en sus páginas, por ejemplo, para Bunny Mask (aquí, su reseña) o en La Sociedad Paranormal Británica (aquí, su reseña), historias en las que destacaba un alto componente fantástico pero distinto a lo que vemos en Parasomnia. Aquí el reto está en difuminar las fronteras entre los dos mundos, para que la fantasía no parezca del todo inalcanzable y la realidad no sea exactamente la misma que veríamos si nos asomamos por la ventana. La clave seguramente reside en el color, que es el elemento por el que se fusionan ambas ideas pero también dándoles los elementos distintivos que marcan sus diferencias. Y en ambos casos, enseñando exactamente lo que corresponde para que disfrutemos con una, con otra y con lo que vemos y por ahora también imaginamos que puede tender puentes entre los dos. Parasomnia es, desde luego, un disfrute visual bastante evidente. En lo argumental tendremos que esperar un poco más para saber el alcance que tiene, por mucho que la presentación deje bastantes elementos positivos.
El volumen incluye los cuatro primeros números de Parasomnia, publicados por Dark Horse entre junio y septiembre de 2021. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Cullen Bunn y Andrea Mutti y un portafolio de bocetos comentado.
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