‘Potlatch’, de Marcos Prior y Danide

Editorial: ECC.

Guion: Marcos Prior.

Dibujo: Danide.

Páginas: 128.

Precio: 25 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2023.

¿Qué demonios significa Potlatch? Esa es la primera pregunta que seguramente nos estaremos haciendo todos al ver el título de la obra por primera vez. Quienes la leyeran en su publicación original, hace ya casi dos décadas (¡cómo pasa el tiempo!), ya tendrán una idea, pero para quienes no tuvieran esa ocasión les vamos a ayudar. Ese término invoca una ceremonia india de intercambio de bienes. Con eso y con la mención añadida de la hipertimesia, la cualidad de recordar absolutamente todo lo que uno ha hecho en cada día, una que afecta al protagonista de esta historia, la obra de Marcos Prior y Danide se convierten en un fascinante enigma en el que sumergirse. Y cuando lo hagamos, podremos ver que esto tiene dos niveles claros. Por un lado, y por absurdo que pueda parecer por todo lo dicho, Potlatch es una clásica historia de chico conoce a chica. Lo que no es clásico es su desarrollo, pero la propuesta está ahí y es, paradójicamente, parte de su originalidad. Por otro lado, es una crítica salvaje al capitalismo y a la sociedad de consumo en la que vivimos, tratada al principio casi con pleitesía como forma de mostrar la incomprensión real de sus preceptos. Y con ambos elementos, Prior y Danide firman una obra arriesgada, inteligente y que no parece tener el peligro de que envejecer. Su atrevimiento tiene premio.

El paso de los años hace que veamos ese atrevimiento desde nuevas perspectivas. Porque el mundo ha cambiado mucho desde 2006. Lo que nos cuenta Prior está ahora más presente que hace diecisiete o dieciocho años, pero no por eso ha perdido valor la forma en la que abordó el tema hace tanto tiempo ya. Es un ataque directo a nuestras vidas, pero lejos de ser interpretado como algo ofensivo es, en realidad, un llamamiento a la reflexión. Lo que quiere el autor es que seamos tan transgresores como para pensar. Y apela a todos nosotros desde vías casi opuestas. Hay un evidente ejercicio de reflexión cuando la memoria se vincula a lo comercial, a lo capitalista, al consumo, a la presencia de marcas y mercados como motor de nuestra vida. ¿Necesitamos todo lo que tenemos en nuestras vidas? ¿Tanto anhelamos lo que no tenemos? Potlatch se convierte en un reto cuando lo material, ahí está el gran salto del protagonista, se funde con lo emocional. Seamos serios, lo que nos pide el cuerpo es pasar páginas para saber qué pasa con este singular chico conoce a chica. Pero sin todo lo que le rodea, sin el recuerdo de los días concretos o sin el influjo capitalista que hay en el relato no tendría el mismo significado. Puede que ese atrevimiento haga que no veamos la obra como algo cerrado y concentrado en sí mismo, pero siendo así es justo reconocer que la exposición de ideas es lo suficientemente brillante como para disfrutar del viaje que nos propone.

Danide, además, le da una forma exquisita. Es difícil resistirse a lo que vemos, a pensar en la sencillez con la que traza sus figuras, con la sutil caricatura con la que dibuja a los hombres y la fascinante y casi inexplicable belleza con la que da forma a la mujer de ese chico conoce a chica. Potlatch nos engancha desde la tipografía comercial, desde una estructura de página casi cerrada, como si quiera recordarnos que, efectivamente, estamos encerrados en una prisión capitalista en nuestras vidas. Pero el juego visual es tan amplio en esta obra que no podemos reducirlo a algo tan concreto como esto. Danide es un narrador brillante en ese sentido, tiene un lenguaje visual casi más propio del marketing que de la narrativa, y eso hace que nos sintamos entre dos mundos, como si es fuera lo más natural del mundo. ¿Sorprendió Potlatch en su momento? Bastante. Y lo sigue haciendo ahora, esa es la mejor noticia, el enfoque más acertado con el que podemos entrar en un tebeo que nace de un contexto muy concreto pero que a la vez alcanza un remarcable grado de universalidad. Potlatch sigue mereciendo la pena y da la sensación de que Prior y Danide se han ganado que esa idea se mantenga en el tiempo. Seguro que en la próxima reedición podemos sostener los mismos elogios de entonces y de ahora.

El contenido extra lo forman un portafolio de bocetos y diseños y una entrevista de Danide a Marcos Prior.

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