‘Tokyo Urban Fighters’ 2, de Toshiaki Yamada

Editorial: Hidra.

Guion: Toshiaki Yamada.

Dibujo: Toshiaki Yamada.

Páginas: 192.

Precio: 8,95 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Diciembre 2023.

Una vez hechas las presentaciones en su primer volumen (aquí, su reseña), Tokyo Urban Fighters tiene ya carta blanca para centrarse en las locuras que dan sentido a su idea, esto es, las peleas. No es que en el primer libro no las hubiera, ni mucho menos, porque además cada de ellas es larga y contundente, pero en este segundo ya no hace falta de tenerse en el trasfondo para explicarlo, sólo, como es lógico, en el pasado personal de los nuevos contendientes que vamos conociendo. Y todo esto son oportunidades que se aprovechan bastante bien. Parece mentira que en este tipo de cómics la repetición de estructuras, aunque cambien los detalles, siga funcionando tan bien ahora como lo hacía hace años, cuando tenían una fama abrumadora el videojuego de combate, desde Street Fighter II a Tekken, pero Toshiaki Yamada cumple bien con todos los objetivos de un manga que sabe ser tan violento como lo necesita y que, una vez establecido el escenario, pueda explayarse a gusto. Y lo hace, no hay duda, continuando con las sensaciones que ya deja el primer volumen de contentar con cierta facilidad a quienes busquen lo que ofrece: coreografías de pelea de enorme brutalidad y movimientos imposibles. Sorpresas hay pocas en realidad, pero aceptando esta idea sí que encontramos mucho disfrute.

Yamada, en realidad, se complica lo justo para continuar con la premisa, en el sentido de que la estructura por la que apuesta es bastante básica y, hay que reconocerlo, es la que mejor puede funcionar en este tipo de historias. No es Tokyo Urban Fighters una serie que necesite ser sesuda y reflexiva, y se agradece que no trate de vender filosofía barata que no hubiera tenido demasiado sentido en el marco en el que se desenvuelve. Va al grano, como lo haría si estuviéramos viendo un anime de combate, como exige el escenario ya expuesto en el primer libro, en el que los luchadores son los representantes de un barrio, y con apuestas altas, con peleas a vida muerte. Siguiendo con lo que ya habíamos visto, a personaje nuevo, flashback que se impone. Nada nuevo en esa manera de contar una historia como esta, pero es una apuesta claramente funcional, más aún cuando Yamada emplea tanto tiempo y tantas páginas en relatar cada uno de los combates a los que se enfrenta el protagonista. Eso da una idea clara de que su narrativa es eminentemente visual, y que el apoyo en textos o diálogos es el mínimo que pueda tener para que la historia tenga coherencia y también ese pequeño fondo de crítica social que casi podemos desarrollar más desde el lado de los lectores que por lo que haya pretendido el autor.

El dibujo, por tanto, es la excusa fundamental para disfrutar de Tokyo Urban Fighters. Es lógico, por otra parte, pero hay que saber rematarlo. Yamada lo hace con una apuesta divertidamente exagerada, con unas musculaturas excesivas, con unos personajes que se mueven entre lo grotesco y lo violento, que tienen un evidente carisma visual que marca diferencias continuas con el anterior contendiente que vemos en este torneo de lucha. Siendo peleas tan sangrientas, se puede echar un poco en falta el color en este manga en blanco y negro, pero en el fondo se desenvuelve bastante bien para que se vea y se disfrute del espectáculo que tiene que servir de base. Tanto el relato central como los flashbacks tienen el impacto visual que necesitan y eso permite que nos centremos en disfrutar de los golpes, de los movimientos de los luchadores, que forman una suerte de danza que abraza la violencia y la comedia de una manera bastante acertada. También, por supuesto, del diseño de cada uno de los personajes, que es lo que nos invita a entrar de lleno en la propuesta. No tiene mayor ambición que la de entretener y eso lo logra con solvencia, generando con relativa facilidad que siempre tengamos ganas de seguir adelante, de descubrir qué pasa en cada pelea y cuál será la siguiente.

Coamix comenzó a publicar Tokyo Urban Fighters en 2020.