‘John Carter of Mars’, de Marv Wolfman, Chris Claremont y Gil Kane

Editorial: Diábolo.

Guion: Chris Claremont, Peter Gillis, Bill Mantlo, Alan Weiss, Marv Wolfman.

Dibujo: Ross Andru, Bob Budianski, Sal Bucema, Ernie Chan Dave Cockrum, Ernie Colon, Frank Giacola, Larry Hama, Carmine Infantino, Gil Kane, Bob McLeod, Frank Miller, George Perez, Walt Simonson, Mike Vosburg, Alan Weiss.

Páginas: 650.

Precio: 49,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2023.

Detrás de su vasto universo de superhéroes, Marvel se diversificó de una manera esplendida y cargada de imaginación en los años 70 y 80 sobre todo. Conan es, probablemente, la franquicia más famosa de aquellos años, y seguramente haya que atribuir la existencia de John Carter of Mars a esa corriente, aunque en este caso se explore un gozoso universo de ciencia ficción y no uno de fantasía heroica. La criatura de Edgar Rice Burroughs, muy a la manera del bárbaro de Arthur Conan Doyle, es un héroe sin tacha que domina el terreno de un mundo lleno de peligros y de recompensas. Y eso abre la puerta a una narración de aventura con la que sus autores juegan muy a gusto en todo momento, aunque sea un título de escapismo puro (¡como si eso fuera algo malo!). Y qué autores, porque esa es la enorme ventaja de que John Carter diera el salto al cómic en la Marvel de la época. Que la mayor parte de los números que incluye ese delicioso integral los escriban Chris Claremont o Matv Wolfman y que entre los dibujantes haya nombres como los de Gil Kane es algo que da una tranquilidad gigantesca, porque sabemos que vamos a leer un producto consciente de su esencia, deudor del material original y condenadamente entretenido, lo era en su momento y desde luego lo es ahora, más de cuatro décadas después de su publicación original.

Al margen de los Annuals y de algunos números autoconclusivos, John Carter tuvo dos grandes arcos argumentales en la serie regular: Los piratas aéreos de Marte y El maestro asesino de Marte, escritos respectivamente por dos pesos pesados como Wolfman y Claremont. Hay por supuesto diferencias entre las dos historias, pero básicamente los principios sobre los que se construyen son los mismos, un ritmo alto a pesar de que hay mucho texto, como por otra parte era habitual en el cómic americano de la época, y retratos claros de los personajes, sobre todo de Carter y de su amor en Marte, Dejah Thoris. Hay en estas historias, como en las mismas páginas de Burroughs, un canto a la cultura pulp de la que nació John Carter y a la vez, aunque esto es algo que apreciamos desde el tiempo que nos ha tocado vivir, una forma de entender el género que entonces estaba tan de moda gracias a Star Wars (aquí, su crítica). Y en ese sentido, la aventura es irreprochable, dinámica y con continuas sorpresas, algo que lógicamente permite el escenario de Marte en el que se desarrolla toda la acción. Podemos pensar que Carter es un héroe en ocasiones algo intercambiable con otros con los que comparte características, pero lo cierto es que es un muy buen trabajo de adaptación y uno de esos viajes que da gusto leer, sobre todo si hay una predisposición inicial por el género.

Y si hablamos de tranquilidad con respecto a los escritores, qué decir de los dibujantes. No lo decimos, aunque también, por las esporádicas apariciones de gente como Frank Miller dando sus primeros pasos en Marvel, o un George Pérez todavía novato, o un siempre elegante Carmine Infantino, sino sobre todo por el trabajo de un Gil Kane que entiende muy bien al personaje y su mundo en el primero de los dos grandes arcos del libro, que dibuja en su totalidad. Ernie Colon se ocupa del segundo gran relato y Mike Vosburgh es quien recibe el encargo de cerrar la serie con el mismo aplomo y profesionalidad que los anteriores, pero Kane es quien brinda las mejores páginas del libro y quien asienta su estilo para que, por ejemplo, marque distancias con respecto al Conan de Barry Windsor-Snith primero y sobre todo ed John Buscema después. A su manera y en su categoría, todo muy clásico, por supuesto acorde a los tiempos en los que esta serie vio la luz por primera vez, y eso hace que hoy en día se pueda disfrutar todavía más por la suma del elemento nostálgico que, a día de hoy, es algo imbatible. John Carter tiene mucho encanto siempre lo ha tenido. Y hablamos del Carter de Burroughs, pero también, por supuesto, del de Marvel, que se convierte en el héroe espacial por excelencia de la época.

El volumen incluye los 28 números y los tres Annuals de John Carter, Warlord of Mars, publicados originalmente por Marvel entre junio de 1977 y octubre de 1979. El contenido extra lo forman un prólogo de Michael Chabon y las cubiertas originales.

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