Televisión – ‘¿Qué pasaría si…?’. Temporada 1, de Bryan Andrews

Título original: What If…?

Director: Bryan Andrews.

Reparto: Jeffrey Wright, Samuel L. Jackson, Chadwick Boseman, Lake Bell, Josh Keaton, Jeremy Renner, Karen Gillan, Benedict Cumberbatch, Frank Grillo, Danai Gurira.

Música: Laura Karpman.

Duración: 37 minutos cada episodio.

Distribuidora: Disney.

Estreno: 11 de agosto – 6 de octubre de 2021 (Estados Unidos y España, digital).

Es tan goloso el concepto del Multiverso que casi sorprende que no se haya explotado en el cine de superhéroes hasta hace relativamente bien poco. Y sorprende que, en el caso de Marvel, no haya tenido demasiada continuidad todavía desde Spider-Man. No Way Home (aquí, su crítica) y Doctor Strange en el Multiverso de la locura (aquí, su crítica). Por eso, la prolongación televisiva y animada de ese filón, ¿Qué pasaría si…? (suena mucho más mítico What if…?, como en el original, pero respetaremos el título traducido), se ha quedado como la principal experiencia al respecto. Y es una, hay que decirlo, magnífica. Por el mismo concepto que explota, por cómo lo hace con episodios autoconclusivos, algunos de ellos brillantes, y cuando sorprende en su tramo final estableciendo conexiones entre todos los universos alternativos que hemos visto a lo largo de la serie, demostrando que hay una idea muy bien planteada y muy bien ejecutada para conseguir que el espectador se vea constantemente sorprendido. En su primera temporada son sólo nueve episodios, pero es un viaje tan intenso y tan bien conectado con el universo cinematográfico con el que conecta por los personajes, las tramas e incluso las voces originales que se mantienen en una abrumadora mayoría, que se acepta que nos hayamos quedado en este número.

Hay una excepción a todos estos elogios, y es el episodio dedicado a Thor. La progresiva infantilización (por no decir una palabra peor) del Dios del Trueno encuentra aquí su punto álgido. Y lo hace, además, en un episodio desmadrado, casi impropio, en el que todo el universo Marvel pierde credibilidad. Una cosa es la comedia y otra esto. Pero, como todo, hasta este episodio puede encontrar su público. Cuesta pensar que pueda ser el mismo que aprecie la poesía desgarradora de la historia en la que el Doctor Strange, en lugar de perder sus manos, pierde su corazón, metafóricamente hablando, con diferencia el mejor episodio de la temporada y una de las historias de Marvel en la pequeña pantalla o en la grande que más lejos quiere llegar en todos los sentidos. O aquel que entienda la precisión que hay en el episodio en el que Nick Furia ve cómo van cayendo sus candidatos a formar los Vengadores. O, por supuesto, el que trata con el cariño que no se dio en su momento al villano de la La era de Ultrón (aquí, su reseña), expandiendo su obra hasta llevarla a sus últimas consecuencias, en unos episodios finales que son la sublimación del Multiverso y hasta parece que un homenaje a Doctor Who. Hasta la particular adaptación de Marvel Zombies profundiza en todo lo bueno que tiene este universo, en materia de espectáculo y emotividad.

Lo hemos comentado antes, es un lujo poco habitual que la amplísima mayoría de los actores que dieron vida a los personajes en las películas asuman nuevamente sus roles para esta serie animada, y es, por descontado, un motivo más para disfrutar de estos episodios en versión original. Como también el parecido con esos mismos actores con el que juega la animación 3D de la serie, unas normas de estilo que no frenan para nada el gran espectáculo visual que proporciona la serie, además de una manera bastante constante. La puesta en escena, de hecho, es soberbia, y por momentos auténticamente deudora de las grandes imágenes que nos ha ido dejando el cine en la última década. ¿Qué pasaría si…? sabe encontrar escenarios más graves y otros más livianos, no tiene miedo en sus apuestas, las que salen mal, como la Thor, o las que salen bien, como la de usar a Thanos de una forma bien distinta en una versión diferente de los Guardianes de la Galaxia. Hay mucho que rascar en la serie, porque sabe jugar con los detalles al igual que con los escenarios completos, hay un respeto y un cariño hacia los personajes (insistimos, salvo en el episodio de Thor) que multiplica los logros que hay en estos nueve episodios, puertas abiertas para que la imaginación se dispare. En sus creadores, por supuesto, pero también en los aficionados.

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