‘Hacia el ocaso’, de Nazuna Saitô

Editorial: Ponent Mon / Catarata.

Guion: Nazuna Saitô.

Dibujo: Nazuna Saitô, 

Páginas: 232.

Precio: 24 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Noviembre 2023.

Es interesante analizar Hacia el ocaso desde dos perspectivas diferentes. La primera vendría a ser la más aséptica, la que procede de la lectura del manga sin más contesto que el de las diez historias que componen esta antología, y que ya evidencian una forma de ver la vida y la muerte, también la narrativa, bastante particular e interesante. La segunda sería cogiendo justo lo que hemos sacado en la primera, el contexto, el de un autor alejado del mundo de las viñetas desde hace más de dos décadas, tiempo que pasó cuidando de su familia, sin pensar en las viñetas. Y eso es importante, al menos con la misma fuerza, porque se ve reflejado de una manera clara en las historias que surgen de su imaginación y con las que conforma el libro. O al menos, da esa sensación. Lo bueno que tiene, en todo caso, es que las dos visiones son complementarias, válidas por separado pero eficaces también de manera conjunta, porque la experiencia vital y la habilidad narrativa se unen para ofrecer algo diferente, bastante personal y probablemente por eso mismo sorprendente en no pocos sentidos, sobre todo en los propósitos y objetivos que podemos entender que tienen los relatos por sí solos, lecturas que son distintas a lo habitual, valientes por eso mismo, y sorprendentes porque a veces nos dejan sin finales claros.

Uno de los valores que tienen las historias de Hacia el ocaso es justo ese, el arte de quedar abiertas, de ser interpretables, de dejarnos en una situación en la que, como lectores, podemos y casi tenemos la obligación de completar con nuestras propias ideas. De alguna manera, Saitô nos está hablando directamente a nosotros, poniendo sobre la mesa sus pensamientos para que los completemos con los nuestros. Lo que sí es cierto es que Saitô descoloca bastante. Hay un patrón en sus historias, pero no es sencillo de definir. No tienen el mismo tono, no apuestan por las mismas emociones, pero sí tienen una base personal y familiar reconocible. Se mueven entre personajes de carne y hueso, algunos positivos, otros abiertamente pesimistas, pero todos ellos tienen algo que decir sobre la vida, en general o sobre la suya en particular. Más que historias, el autor nos lanza vivencias, y no necesariamente cerradas o concretas, sino que parecen ideas inconexas, que no tienen por qué llevarnos a un destino concreto en su conjunto. Esto, en todo caso, no es un reproche, sino una herramienta. Es la forma de narrar de Saitô, y no, no es nada convencional y hasta cuesta acostumbrarse a ella en los primeros relatos, lo que hace que la paciencia y la fe se conviertan en las virtudes que aportamos como lectores.

El dibujo de Saitô es casi tan imprevisible como sus historias. No hay dos rostros iguales, ni siquiera entre personajes que podrían funcionar de una determinada manera en un rol concreto, y eso hace que cada una de sus historias funcione por una doble vía, la de la diferencia pero también la de la sinceridad. Los personajes de Hacia el ocaso hablan siempre desde su misma presencia, y cuando el relato obliga a Saitô a salirse de la realidad que domina con tanto esmero también es capaz de cumplir con notable eficacia. Tiene además un buen uso del sonido y de las onomatopeyas, lo que da un nuevo nivel de lectura visual en el que podemos sentirnos dentro de una realidad palpable, y eso es algo que también se agradece. Es raro que de un autor veterano podamos decir que esta obra en concreto es una buena carta de presentación, pero por cuestiones editoriales y por las circunstancias ya comentadas, de Saitô bien podemos considerar así Hacia el ocaso. Pero con o sin contexto, lo que está claro es que enarbola la bandera de la originalidad con mucha dignidad, sabiendo exactamente lo que quiere contar y dejando en manos del lector de una manera elegante y amable, nada forzada, el impacto emocional que cada una de las historias puede tener.

Yugure He se publicó originalmente en 2018.

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