‘Wonder Border’, de Aki Ueda

Editorial: Odaiba.

Guion: Aki Ueda.

Dibujo: Aki Ueda.

Páginas: 196.

Precio: 9,90 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Octubre 2023.

No resulta difícil realizar el ejercicio de llevar la historia de Wonder Border al mundo real, y eso es porque da la impresión de que Aki Ueda está hablando en su relato de esa misma realidad más que trazar una historia de ficción más o menos casual, independientemente de lo biográfico o no que sea lo que nos cuenta. El caso es que hay en este manga dos situaciones que sostienen el drama y que son las que permiten bien generar la empatía que necesita el relato o bien abrir debates que son los que enriquecen historias de este calibre. Por un lado, el recuerdo de un amor pasado que no se ha superado. Por otro, la posibilidad de recuperarlo, aunque sea brevemente, a pesar de tener una nueva pareja en la vida de ambos. Y luego está el sexo, claro, porque Ueda hace de Wonder Border una experiencia pensada para excitar a este lado de la página al mismo nivel que saltan las chispas dentro de ella, mostrado además de una manera explícita y recurrente como motor del avance del relato. Es una obviedad decir que de esta manera se apela a un público homosexual que quiera disfrutar del espectáculo de cuerpos desnudos en movimiento, disfrute en solitario o en pareja, pero sería injusto no decir que a Ueda le apetecen más los dilemas que plantea la historia más que esa evidente llamada de atención.

Lo cierto es que Wonder Border tiene un ritmo curioso en ese sentido. Cuando se incluyen escenas de sexo explícito como sucede en este caso, siempre va a dar la sensación de que marcan la lectura por encima de cualquier otra consideración, pero en este manga parece que el autor apuesta mucho más por lo ético que hay en el comportamiento de sus protagonistas. Da más importancia a lo que suponen esos actos sexuales, en términos de contradicción con el pasado y el dolor que provocó la ruptura, y con el presente por el hecho de que los dos protagonistas estén ya con otras personas. El sexo es el catalizador, pero también la consecuencia, es el eje del debate de lo que cada uno de los personajes quiere hacer y hacen, dos cuestiones que no tienen por qué coincidir. Ueda, en ese sentido, se deja llevar por los acontecimientos y entiende que no tiene sentido hablar sobre la culpabilidad o el deseo sin enseñar abiertamente qué es lo que produce esas emociones. Pero no es un manga sexual en sentido estricto, y de ahí la curiosa sensación de la que hablamos, que hace que el ritmo parezca distinto a lo acostumbrado en este tipo de historias. Obviamente, el final marca mucho, y se guarda un toque de sorpresa bastante agradable, pero en este caso importa bastante más la tribulación anterior.

Es inevitable, insistimos en cuánto es capaz de vender el sexo, pensar que lo más llamativo de un manga como Wonder Border está en la cama, en los cuerpos deliberadamente sudorosos y en la excitación que se produce en esas secuencias. Y como es inevitable, es justo decir que Ueda eleva la temperatura a su antojo en esas páginas, bien planificadas para que se vea lo justo y necesario para conseguir sus objetivos. Pero al mismo tiempo, el principal valor de Wonder Border está en los rostros, en las expresiones, en las emociones que dejan ver y las que intentan esconder los personajes con sus miradas y con sus sonrisas. Ahí el trabajo es espléndido, y consiguen que el sexo no lo sea todo. Y tiene mérito, claro, porque hay mucho sexo y muy pasional. Wonder Border deja plantadas ciertas semillas que invitan a pensar qué haríamos cada uno de nosotros en esas situaciones, se acerca de una manera inteligente a la relación de pareja en nuestra sociedad contemporánea, y poco importa en ese sentido que los dos personajes centrales sean hombres, porque no apela a situaciones concretas de relaciones homosexuales sino de relaciones en general. Esa universalidad, además, no es un dogma, porque los personajes van contraponiendo sus pareceres, enriqueciendo una historia que ya tenía mucho fuego en su interior.

Takeshobo publicó originalmente Wonder Border en 2017.