Director: Nia DaCosta.
Reparto: Brie Larson, Teyonah Parris, Iman Vellani, Samuel L. Jackson, Zawe Ashton, Gary Lewis, Park Seo-joon, Zenobia Shroff, Mohan Kapur, Saagar Shaikh.
Guion: Nia DaCosta, Megan McDonnell, Elissa Karasik.
Música: Laura Karpman.
Distribuidora: Disney.
Duración: 104 minutos.
Estreno: 10 de noviembre de 2023 (Estados Unidos), 9 de noviembre de 2023 (España).
Cuando los resultados en taquilla, incluso ya las predicciones, se convierten en la carta de presentación de una película, se pierde la perspectiva de lo que realmente ofrecen. Marvel sabe mucho de esto, porque algunos de sus mayores éxitos, como Black Panther (aquí, su crítica) o Capitana Marvel (aquí, su crítica) se han beneficiado de una ola que iba a su favor, mientras que ahora con The Marvels parece que sucede lo contrario, que la moda de hablar del agotamiento del género (¿cómo se agota en el cine algo que en el cómic lleva funcionando desde hace casi un siglo, con altibajos pero sin fisuras?) o de potenciar todo lo negativo en redes sociales ha acabado por afectar a lo que no es un más que un muy entretenido relato de ciencia ficción, que dentro de los parámetros de Marvel se atreve a asomarse más a escenarios tradicionales de Star Trek que a los más habituales de Star Wars, que sabe conjugar el carisma de tres protagonistas femeninas brillantes pero que a la vez sufre por una necesidad de mantener todo el viaje de este universo superheroico en los terrenos del humor absurdo, uno que no siempre funciona bien aunque sea un aspecto que nadie parece querer desafiar en esta era en la que los estudios de mercado tienen más peso en la construcción de una película de gran estudio que la visión de sus autores.
Si hay algo que destaca en The Marvels es, claramente, su trío protagonista. Es la esencia de la película y es, con diferencia, su punto más acertado. Vemos a una Carol Danvers más humana que nunca, y eso beneficia mucho al personaje de Brie Larson, que en Vengadores. Endgame (aquí, su crítica) se había convertido en una fuerza cósmica más bien impersonal. Teyonah Parris hace lo mismo con Monica Rambeau, generando una química muy adecuada con la teórica protagonista central de una película que en teoría ha de entenderse como la secuela de Capitana Marvel, algo que sólo es de una manera muy básica. Pero si la película destaca por algo es por el pegamento emocional y la diversión continua que es Iman Vellani dando vida a Kamala Khan, la adorable Ms. Marvel que ya vimos en la serie homónima (aquí, su crítica). Es el mayor acierto de casting de Marvel desde la elección de los Vengadores originales y un soplo de aire fresco esencial para entender la capacidad que sigue teniendo este universo para hacer lo imposible, que nos creamos en el mundo real lo que tan bien funciona en las viñetas. La relación entre estas tres mujeres tan distintas está muy bien descrita y la química entre las tres es formidable, podríamos pasarnos horas viéndolas combatir, entrenar o resolver sus problemas emocionales.
¿Qué falla entonces en The Marvels? Primero, su misma historia, sencilla, muy sencilla, tanto que no sabe construir una villana a la altura (el hecho de que sea una mujer parece obedecer más a una cuota que a una necesidad) o un plan que sea algo más que la excusa para llegar a un clímax bien resuelto. Y en segundo lugar, lo hemos anticipado ya, su humor absurdo, que además contribuye a la sensación de que Marvel es ahora menos universo de lo que ha sido siempre. No tiene sentido alguno que se convierta al Nick Furia de Samuel L. Jackson en un payaso de feria, mucho menos si tenemos en cuenta que su anterior aparición Marvel era en una serie de tono pretendidamente grave como Invasión secreta (aquí, su crítica). De hecho, la misma personalidad de Carol Danvers hace que se ponga en cuestión al personaje que hemos visto hasta ahora, hasta el punto de parecer alguien totalmente diferente. Es verdad que una vez asimilados estos defectos, que lo son, la película es plenamente disfrutable incluso en sus ideas más absurdas, que lo son, y que las coreografías de intercambio entre las tres heroínas son de una frescura que nos hace pensar de nuevo que esto es puro cómic. Y, claro, la escena postcréditos, que recupera el asombro maravilloso que han de tener estas secuencias para que cumplan su cometido, en la propia película y en el universo en su conjunto. No está mal.
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