Director: Justin Benson, Aaron Moorhead, Dan DeLeeuw, Kasra Farahani.
Reparto: Tom Hiddleston, Sophia Di Martino, Ke Huy Quan, Owen Wilson, Gugu Mbatha-Raw, Tara Strong, Jonathan, Majors, Mosaku, Eugene Cordero, Rafael Casal, Kate Dickie, Liz Carr, Neil Ellice, Richard Dixon.
Guion: Michael Waldron, Elissa Karasik, Bisha K. Ali, Eric Martin, Tom Kauffman.
Música: Natalie Holt.
Duración: 40-58 minutos.
Distribuidora: Disney.
Estreno: 5 de octubre / 10 de noviembre de 2023 (Estados Unidos y España, digital).
El universo cinematográfico Marvel vive momentos convulsos, y negarlo sería absurdo. Pero a la vez sigue dando al espectador las necesarias satisfacciones para que la maquinaria siga bien engrasada. Es verdad que los problemas legales de Jonathan Majors supusieron un grave revés para el estudio que todavía no ha sabido cómo reaccionar, pero al mismo tiempo es fantástico que hayamos podido ver la segunda temporada de Loki sin que esta, eso dicen, no haya sufrido cambios. Loki, en general, es una serie espléndida, y da la sensación de que esta segunda temporada es mejor que la primera (aquí, su reseña), porque aquella parecía demasiado enrevesada para suponer la presentación del siguiente gran villano, Kang, pero esta segunda aporta luz y conclusiones después de habernos mareado todavía más si cabe con el Multiverso y los viajes en el tiempo. Y aunque era más que razonable el temor a que esta temporada se convirtiera en una estratagema de despiste, precisamente para ganar tiempo, acabo siendo una historia estimulante, audiovisualmente atrevida, audaz en cuanto al retrato que hace del Dios de la Mentira y el Engaño, y eficaz en cuanto al uso que hace de las posibilidades que da una serie limitada en la televisión, con cliffhangers impactantes y una realización muy inteligente.
Es inevitable hablar de Loki y no hacerlo de Tom Hiddleston. El actor que se llevó de calle todas las películas de Thor en las que participó, el primer gran villano al que hicieron frente los Vengadores, es uno de los más sobresalientes aciertos de cásting de Marvel. Esto es así y ahora, doce años después del estreno de Thor (aquí, su reseña), se sigue manteniendo en plena forma. Él es la serie tanto como la serie es él, y él es el personaje, que lo ha hecho suyo de una manera brillante. Su omnipresencia en pantalla es tan magnética que a veces parece que da igual lo que nos estén contando porque va a seguir siendo algo interesante de ver gracias a él. Y lo cambiante de su interpretación no sólo se ajusta a la historia que estamos viendo sino a la misma esencia traicionera de su personaje. Es impresionante lo que hace en pantalla, luciendo como un dios (y el final de la serie en este sentido es apoteósico) y aprovechando la comedia con la misma facilidad. Él es el centro de un reparto sólido y eficaz, en el que cada pieza encaja bien, incluso el polémico Majors, que quién sabe qué futuro tendrá en Marvel pero que aquí confirma que había lanzado una muy potente revisión de Kang, de El Que Permanece y de sus variantes, como parte de este rincón del universo Marvel pero también como la base que Quantumanía (aquí, su reseña) no había terminado de ser.
La primera temporada de Loki dejó ciertas dudas, porque no terminaba de verse la serie como algo propio del personaje, más objeto que sujeto, más pendiente del punto final al que debía de llegar que al camino. Pero esta segunda corrige de una manera brutal esa carencia. Esto es Loki. La pregunta que se hace es, literalmente, quién es Loki, quién tiene que ser y qué capacidades tiene para lograrlo. La propuesta, por tanto, se va enriqueciendo con el paso de los episodios sin tener necesariamente claro a qué final podemos llegar, a diferencia de lo que pasaba en la primera. Y por eso convence tanto, sin necesidad en esta ocasión de que haya una escena postcréditos final que tenga que empujarnos a algún terreno concreto. La experiencia está aquí contenida y, como sucede en los mejores títulos de Marvel, con las suficientes puertas abiertas como para que Loki siga siendo un personaje de peso. Junto con Bruja Escarlata y Visión (aquí, su crítica), esta segunda temporada de Loki se convierte en lo más destacado del Marvel televisivo que conecta con su universo cinematográfico, y esto es así porque ha sabido no limitarse a lo esperado para lanzarse a lo atrevido. Este es el camino, uno que aúna la mejor tradición de la Casa de las Ideas, de sus cómics, de sus versiones audiovisuales, y una narrativa moderna y ágil.
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