‘DC contra vampiros. Guerra a tumba abierta’

Editorial: ECC.

Guion: Matthew Rosenberg, Alex Paknadel, Danny Lore.

Dibujo: Mirka Andolfo, Pasquale Qualano, Guillame Singelin, Francesco Mortarino, Acky Bright.

Páginas: 208.

Precio: 24 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Julio 2023.

Las ventanas del Multiverso son infinitas, y las de los eventos que DC monta a través de esa vía todavía más. Ya lo hemos visto con Injustice (aquí, reseña de su primer volumen) o con DCsos (aquí, su reseña), que ya no es suficiente con revisar un universo alternativo concreto, sino que a partir de ahí surgen secuelas, spin-offs y lo que haga falta, y los eventos de la Tierra 63, los de DC contra vampiros, no iban a quedarse en su serie central. Así tenemos este Guerra a tumba abierta, un volumen que tiene más que ver con lo estético que con lo narrativo. No es que no pasen cosas en la historia de Matthew Rosenberg y Alex Paknadel, al contrario, pero lo que brilla, lo que llama la atención, es el acabado de los dibujantes que se van sumando, que recuerda mucho a la propuesta de Harley Quinn. Black + White + Red (aquí, su reseña) por la coincidencia de colores con los de la alocada ex compañera del Joker, pero que aquí genera un efecto completamente distinto, ominoso, casi propio de un género de terror artesanal. La historia no busca rincones tan preciosistas, y es más de acción superheroica que de horror puro, a pesar de que hay vampiros, lógica, y hay violencia, bastante, pero en cuanto a sus acabados la verdad es que el volumen resulta muy atractivo, por el estilo de Paknadel y por el de los artistas que se suman a esta visión complementaria del evento.

Es casi indiscutible que la gracia de un evento de estas características está en no tener las ataduras de la continuidad. Cierto que una historia paralela como esta viene definida por lo que pasa en el evento central, y ahí Rosenberg y Paknadel tienen que lidiar con algunos elementos que, lógicamente, le vienen sobrevenidos. Pero al final eso es algo que no se nota demasiado. Incluso tiene cierta gracia que al principio dé la sensación de que Guerra a tumba abierta puede ser una colección de historias cortas centradas en este mundo, cuando en realidad es una historia completa con algunos complementos. A partir de ahí, Rosenberg y Paknadel apuestan por la adrenalina. Con un grupo cerrado de personajes supervivientes, encabezados por Deathstroke, Azrael o Mary Marvel, la habilidad que tienen los escritores es la de usar a primeros espadas para que la historia acabe siendo trascendente. A partir de ahí, el encanto es el mismo que el del arco central, vampiros y superhéroes juntos y mezclados, los primeros mordiendo y los segundos siendo lógicas víctimas preferentes que aumentan las apuestas violentas, porque no lo mismo un ciudadano corriente convertido en vampiro que un Superman o una Wonder Woman sufriendo ese proceso. Eso es lo que se disfruta viendo aquí, y Rosenberg  y Paknadel lo saben perfectamente.

Lo mismo que los distintos ilustradores que se suman. Ya hemos destacado de estas páginas que el dibujo y el color tienen el mayor protagonista, y no hace falta más que asomarse al volumen para darse cuenta de ello. El cómic de superhéroes es en color salvo excepciones muy marcadas y publicitadas, por lo que los experimentos de este corte tienen que tener una muy buena base. Lo que vemos en Guerra a tumba abierta está plenamente justificado, e incluso hay un juego con azules en el complemento que dibuja Acky Bright que nos recuerda las posibilidades que tiene esa narrativa. Pero aquí lo que predomina es el rojo, combinado con el blanco y negro y los grises. Rojo sangre, claro, a cargo de Nicola Righi y para complementar muy bien la elección de personajes con ese color en sus uniformes y el trazo agresivo y espectacular de todos los artistas que colaboran. Muy pocas fisuras y sí mucho entretenimiento se puede ver en su trabajo, que encaja bastante bien en lo que se puede esperar de este mundo de DC contra vampiros. ¿Es imprescindible para seguir el evento central? No lo parece. ¿Y hace falta leer aquel para entender este? Tampoco da esa sensación. Así que lo mejor que se puede hacer con este libro en las manos es, sencillamente, dejarse llevar por la historia, por el dibujo y por los personajes, una de esas mezclas eclécticas que al final funcionan bien.

El volumen incluye los seis números de DC vs. Vampires – All Out War, publicados originalmente por DC Comics entre septiembre de 2022 y febrero de 2023. El único contenido extra son las cubiertas originales de Alan Quah, Kael Ngu, Leirix, Christian Ward y Mico Suayan.

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