‘Reencuentro en Burdeos’, de Gol y Paco Camallonga

Editorial: Nuevo Nueve.

Guion: Gol.

Dibujo: Paco Camallonga

Páginas: 84.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2023.

La fascinación por el vino y por su percepción social es algo que viene de lejos, que está viviendo un apogeo notable y que resulta un fenómeno al que el cómic no es en absoluto ajeno. Títulos como Vinomics (aquí, su reseña), La increíble historia del vino (aquí, su reseña) o Los ignorantes (aquí, su reseña) dan fe de este hecho de una manera clara, de la misma forma en que lo hace ahora Reencuentro en Burdeos. La obra de Gol y Paco Camallonga tiene en realidad dos niveles fácilmente diferenciables. Es, como los anteriores títulos, una carta de amor al vino, a su consumo, a su conocimiento y a su cultivo. Pero también es una historia familiar de reencuentro, una pequeña, modesta y sencilla. Las dos se unen en torno al vino, a sus escenarios, a todo lo que consigue ser una forma de vida. ¿Qué pesa más? Seguramente lo primero, aunque sea lo segundo lo que da importancia a la cultura del vino. Sin consumidores, coleccionistas, estudiosos o restaurantes no hay vino. Y sin las historias que se desarrollan con una copa en la mano, todo lo anterior no tendría la misma importancia. Así que, al final, lo que hacen los autores es hablarnos de la vida misma, siempre desde un tono jovial y positivo, incluso cuando el drama familiar está presente en la historia, porque se trata de destacar el poder conciliador que tiene el vino en su papel más social.

Es difícil pensar que este sea para Gol un trabajo de aliño porque en sus páginas se acumula mucho cariño por el vino y todo lo que mueve. Aunque Reencuentro en Burdeos invita a pensar con su título que lo más trascendente es lo personal, lo cierto es que en la primera mitad del libro sobre todo, aunque en realidad sea durante todo el volumen, estamos asistiendo a una clase magistral sobre el vino. Una que es consciente de su carácter introductorio, una que nos coloca en el mismo papel neófito de sus dos protagonistas, y que por tanto no es más que un primer capítulo, uno muy completo eso sí, para empezar a entender un mundo tremendamente vasto y complejo, uno que en el fondo sólo se puede intuir desde la página impresa y que invita a ser conocido con experiencias como las que vemos en el libro. Al menos, para quienes no tengan estas oportunidades, sirve como una guía amena y apetecible. La historia personal que se construye alrededor, la que Gol lleva al título del cómic, corona bastante bien la postal vinícola y turística que planea sobre todo el relato, sobre todo usando de una manera bastante acertada los diálogos, que sirven no sólo para conocer a los personajes en la actualidad sino también en el pasado que les ha llevado hasta donde están.

Camallonga tiene la misión de hacer creíbles los dos mundos y ya podemos dejar claro que lo consigue. El del vino parece relativamente sencillo de construir, porque procede de una intensa labor de documentación, la que permite recrear lugares reales en los que el vino cobra el papel que tiene en sociedad. Y aun sabiendo que ahí se juega buena parte de si credibilidad una narración gráfica que quiera apelar a un aficionado al vino, lo que más destaca es el otro aspecto de Reencuentro en Burdeos. Aunque no haya una coincidencia plena entre el mensaje visual que transmite la bellísima portada del cómic y sus páginas interiores, Camallonga sabe moverse bastante bien en el terreno emocional en el que tiene que funcionar una historia en la que miembros de una familia tienen que perdonarse y aprender a entenderse de nuevo. Es llamativo que esta segunda parte emocional tenga un predominio de fondos de color, todo un contraste con respecto a los detallados escenarios de las páginas en las que se expresa la industria del vino, pero a la vez es bastante funcional. Y se guste o no del vino a estos niveles que se detallan en las páginas del cómic, parece difícil no disfrutar del viaje que nos propone Reencuentro en Burdeos, uno con mucha información que degustar y también con mucha vida que experimentar.

El único contenido extra es una introducción de Telmo Rodríguez.

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