‘Undertaker’, de Xavier Dorison y Ralph Meyer

Editorial: Norma.

Guion: Xavier Dorison.

Dibujo: Ralph Meyer.

Páginas: 328.

Precio: 59 euros.

Presentación: Cartoné con sobrecubierta.

Publicación: Marzo 2023.

Hay tanto que ver en Undertaker que probablemente lo mejor que uno puede hacer es lanzarse de cabeza a la lectura de los seis álbumes que este integral recoge en blanco y negro, porque Xavier Dorison y Ralph Meyer construyen un western apasionante. Lo es por atípico, porque seguimos los pasos de un enterrador, una figura a la que casi siempre vemos pero que pocas veces coge el protagonismo como aquí. Lo es por cambiante, porque al principio podemos pensar que esta es una revisión más o menos seria y más o menos aventurera de esa figura de la que hablamos, pero con el paso de los álbumes se convierte en algo tremendo, casi lindante con un terror realista que sobrecoge. Y lo es porque, contando con todo esto, sigue las normas del género de una manera abrumadora. Siempre estamos en el viejo oeste. Siempre vamos a ver pistoleros y escenarios que reconoceremos a poco que hayamos visto títulos emblemáticos del western, del cinematográfico por supuesto pero también en el entorno del cómic, que a día de hoy y desde hace décadas sigue siendo el mejor garante de dicho género, una vez que el séptimo arte lo ha dado ya por un género muerto y digno de ser recuperado solo a cuentagotas. Dorison y Meyer firman una obra tremendamente compleja a la que este integral hace justicia.

Undertaker no es una comedia, eso queda claro desde el principio por el escenario, por el personaje y por el tono de la serie, pero es verdad que en su primer álbum sobre todo, El devorador de oro, hay una apuesta por el cinismo, por el carácter divertido de su protagonista, que se relaciona con los demás de una forma muy especial. Pero Dorison va torciendo el tono, y explorando escenarios muy truculentos. Mucho. Desde La sombra de Hipócrates, el cuarto álbum de la serie, ese cambio es acusado… y todavía más fascinante. Undertaker no deja de ser la historia de un profesional de trabajo desagradable, por mucho humor negro que se le quiera introducir, y encaja la deriva que va adoptando Dorison para, en todo caso, ir recorriendo ciertos lugares comunes del western, desde los clásicos salones hasta los problemas de los indios. Sin buscar convertirse en una historia definitiva del oeste, lo es en muchos sentidos. Y esa impresión es, además, creciente. Al principio entretiene y convence, pero poco a poco va convirtiéndose en algo diferente, más tenebroso y a la vez realista. Mucho más duro, con personajes perfilados de una manera impresionante, no solo el protagonista, sino también sus acompañantes, también los que van entrando y saliendo en la historia, y los antagonistas, espectaculares.

Meyer capta el tono de Undertaker en todo momento, y como               es un descenso a los infiernos continuo, esta edición en blanco y negro parece responder con contundencia a los propósitos de la serie. Las sombras, los negros, los rincones oscuros, todo esto da aún más fuerza a la historia a medida que se va envileciendo por el comportamiento de los villanos. Y, de alguna manera, la ausencia de color de esta edición es la guinda que le faltaba a una serie que visualmente era ya irreprochable. Meyer entiende el género y los escenarios, sin necesidad de tener que recurrir a los elementos clásicos. Los indios son indios, pero no los indicios que conocemos, por decir un ejemplo. Pero es que además tiene una puesta en escena impresionante y un dominio de los personajes que deja con la boca abierta. Hay en Undertaker muchas escenas en las que es primordial entender qué les pasa por la cabeza a los personajes, sobre todo cuanto más oscura es su historia, y eso es algo que el ilustrador es capaz de mostrarnos casi con una perfección narrativa absoluta. Es complicado encontrarle puntos débiles a una historia que tiene tantos matices, tantas capas, tanto espectáculo visual y tantos personajes que están construidos con un mimo brutal. Undertaker es un clásico moderno y así que disfrutarlo.

El volumen incluye los seis álbumes de Undertaker, publicados originalmente por Dargaud entre enero de 2017 y julio de 2021. Esta edición en blanco y negro de publicó en noviembre de 2021.

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