Director: Andy Muschietti.
Reparto: Ezra Miller, Michael Keaton, Sasha Calle, Michael Shanon, Ron Livingston, Maribel Verdú, Kiersey Clemons, Antje Traue, Ben Affleck.
Guion: Christina Hodson.
Música: Benjamin Wallfisch.
Duración: 144 minutos.
Distribuidora: Warner.
Estreno: 16 de junio de 2023 (España y Estados Unidos).
Desde hace años, la sensación que se extiende con las películas de DC es que nunca han sabido hacia dónde van. Flash, que curiosamente es el final de este universo tal y como lo conocemos, el que quiso montar Zack Snyder, antes de que James Gunn tome las riendas de manera efectiva, es una confirmación palmaria. Si la vemos como una historia suelta, es simpática y entretenida, con unos agujeros de guion gigantescos, una falta de habilidad para frenar el humor cuando corresponde y un desarrollo de personajes forzado, pero es espectacular y sabe aprovechar las cartas con las que juega, aunque eso implique que Flash importa por momento bastante menos que otros personajes. Pero es que no quiere ser una historia suelta. Al contrario, quiere ser el epicentro de todo y se nota que el giro radical en Warner ha cambiado ciertas cosas para que no pueda serlo. Y es una pena, porque tiene todos los elementos necesarios para que la idea funcione pero no se han equilibrado de la manera correcta. Hay emoción y ritmo, especialmente en el tercio final, que es el que parece colocar por fin a Flash en el punto correcto de este universo… justo cuando desaparece por obra y gracia de las peligrosas excentricidades de su actor, Ezra Miller, y por las decisiones del estudio. Así que cuenta, pero no cuenta, divierte pero a la vez traiciona, y funciona… si le echamos cierta fe.
Andy Muschietti ha reunido cosas muy buenas y otras no tan buenas. Es verdad que ha tenido la mala suerte de que tantas idas y venidas, tantos retrasos y nuevos montajes, y sobre todo tantas polémicas y filtraciones, hayan hecho que Marvel haya llegado antes al concepto de Multiverso no solo una sino dos veces, en Spider-Man. No Way Home (aquí, su crítica) y en Doctor Extraño en el Multiverso de la locura (aquí, su crítica). Y es verdad que ha habido tanta desesperación en Warner por salvar esta película que han convertido a Batman en su eje cuando el título nos dice otra cosa. Quizá no es lo mejor introducir a un personaje como un desahogo cómico en Liga de la Justicia (aquí, su crítica) y prolongar ese tono tanto en su propia película como para que ya no haya freno posible cuando el drama, un drama formidable con momentos además muy logrados, se antoja como el motor fundamental, no en vano está en juego el futuro del Multiverso. Pero la historia, un Flashpoint (aquí, su reseña) un tanto de andar por casa, se autolimita demasiado, hasta el punto de que no hay un villano real hasta que Muschietti se da cuenta de que le falta. Y a falta de uno, usa más, como los héroes que tiene que multiplicar alrededor de Barry Allen, un Ezra Miller que cuando quiere convence y cuando se deja vencer por la comedia carga tanto como el propio guion dice del personaje.
Lo que sorprende, aunque seguramente eso será cosa de que alguien lo cuente otro día, es que una película de este nivel y de un gran estudio tenga un CGI tan pobre, tan de dibujo animado (en el peor de los sentidos) con tantas carencias en el retrato. Y es una pena, porque en lo visual la película tiene muchísima fuerza, hay escenas pensadas para que emocionen al instante, y ahí la presencia de Batman o la Supergirl de Sasha Calle es de lo mejor que tiene la película, junto con un nivel de detalle precioso para el aficionado más clásico, pero que al final queda algo forzado, por mucho que consiga sacarnos esa lágrima que no todo el mundo reconocerá. Flash crece cuanto mayor es su ritmo, no en vano su personaje se distingue por su velocidad, y lo curioso es que sepa sorprender con sus pausas. Eso es lo que mejor hace Muschietti, y hablamos de la historia, no de los efectos visuales. En condiciones normales, Flash habría salido más que airosa del reto, aunque no alcance ni de cerca el ambicioso escenario del Flashpoint de los cómics de los que tanto bebe, pero es que el entorno ha sido tan tóxico que es imposible que sus errores no tengan explicaciones que ya se veían venir. Con mente limpia, en todo caso, es bastante entretenida. Vaya, como Liga de la Justicia, que es donde el plan, bueno o malo pero plan al fin y al cabo, se empezó a torcer.
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