‘Flash. Año uno’, de Joshua Williamson y Howard Porter

Editorial: ECC.

Guion: Joshua Williamson.

Dibujo: Howard Porter.

Páginas: 144.

Precio: 9,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Mayo 2023.

Cuando Frank Miller y David Mazzuchelli crearon la etiqueta de Año uno para narrar el origen de Batman (aquí, su reseña) después de Crisis en Tierras infinitas (aquí, su reseña), le dieron un sentido muy claro y directo. Se trataba, obvio, de contar el primer año de vida del personaje. Pero con los años, esa misma etiqueta se la han apropiado que, sí, cuenta con el origen de un héroe, pero se quedan al final en una primera aventura. Es lo que sucede con el Año uno de Flash que nos ofrecieron Joshua Williamson y Howard Porter, uno que no deja de ser entretenidísimo, pero que está mucho más contenido en el tiempo de lo que sugiere el título. Si prescindimos de ese detalle, lo cierto es que la propuesta de Williamson y Porter es muy positiva, porque sienta unas bases muy sólidas para Barry Allen, porque sabe dar un papel fundamental a Iris West, porque sabe colocar a un buen villano, en una tradición colorista pero trascendente como es la de Flash, y que domina los poderes del héroe para mostrarlos en toda su extensión, hasta el punto de enviarnos al futuro así, de primeras, para que nos demos cuenta de lo complicado que es manejar la fuerza de la velocidad. Todo es como se cuenta, tocando muchos de los palos que hacen de Flash el personaje que es, con un sentido del espectáculo bastante alto.

Es verdad, y pasa mucho con Flash, que es Flash lo esencial. Parece de perogrullo, pero tiene su miga. Porque con Batman, por ejemplo, contamos que la galería de villanos tiene que tener un papel determinante en cada viaje, pero con Flash la cosa es distinta, y aquí se ve. La presencia del villano es atractiva y funcional, pero lo que interesa en este Año uno, siendo la aventura cerrada que es, está en el descubrimiento de los poderes, en cómo su nueva faceta de héroe enmascarado interfiere en su vida personal y en cómo lo que se está forjando es el carácter de Flash como héroe, los parámetros en los que se va a mover y las creencias en que se va a apoyar. En todo eso, Williamson, sale muy bien parado de lo que plantea, sin tener miedo alguno a la continuidad. Cierto es que DC ha contado ya tantos orígenes de sus personajes que parece haber una suerte de carta blanca para añadir uno más, pero lo importante en ese sentido es que la cosa parezca coherente y, sobre todo, entretenida. Este Año uno reúne esas características, aunque sea más una historia de despertar que de desarrollo, como se espera de una etiqueta como la que preside este volumen. Williamson no engaña a nadie, siempre quedan claras las fronteras de lo que está contando, pero el marketing manda en este sentido de una manera evidente.

Porter asume perfectamente esa idea y, siguiendo las directrices de Francis Manapul, claramente el dibujante más influyente del Flash post Flashpoint (aquí, su reseña), se mueve muy bien en este macroespectáculo. Muestra bien los poderes de Flash y se nota que se lo pasa pipa con los saltos en el tiempo y las diferentes versiones de los personajes que tiene que acabar confrontando. Los rediseños de los trajes son atrevidos pero a la vez simpáticos, y de alguna manera se nota que le tiene cariño al personaje de Iris, porque su presencia es bastante agradecida incluso cuando ocupa espacios que se acercan al tópico. El trabajo de Porter cumple con lo emocional y con la acción, también con el colorido que se espera de las aventuras más notables de Flash, y suma para que, como venimos diciendo desde el principio de estas líneas, esta sea una historia con la que cualquiera se lo puede pasar bien, quienes tengan en la cabeza otros orígenes de Barry Allen convirtiéndose en el Velocista Escarlata y también, cómo no, quienes no tengan más experiencia con el personaje que la de sus versiones televisivas. O ninguna en absoluto incluso, porque este tebeo está pensado para que el buen rato sea innegociable, para que haya adrenalina, emoción y, sí, por supuesto, mucha velocidad, que para eso hablamos de Flash.

El volumen incluye los números 70 a 75 de The Flash, publicados originalmente por DC Comics entre julio y septiembre de 2019. El único contenido extra son las cubiertas originales de Howard Porter, Toni Infante, Derrick Chew, Evan Doc Shaner y Francis Manapul.

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