‘Winterworld. Varados’, de Chuck Dixon y Tomás Giorello

Editorial: Aleta.

Guion: Chuck Dixon.

Dibujo: Tomás Giorello, Tommy Lee Edwards.

Páginas: 96.

Precio: 17,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Mayo 2023.

Varados es la tercera entrega de Winterworld… y se nota en muchos sentidos que para empezar, Chuck Dixon escribe para iniciados, y no sólo por el hecho de que no haya cómodos resúmenes que nos recuerden lo sucedido hasta este punto, sino también y sobre todo por las sensaciones. El mundo del título habla ya por sí solo, es la gran estrella de la serie de Dixon y justifica cada elemento de la historia que prepara el escritor, cómo entran y salen los personajes, lo que les sucede y lo que buscan. Es verdad que cuando tienes a un dibujante tan potente como Tomás Giorello, que entra en la serie para este libro, ese planteamiento es tan adecuado como la misma vida que el ilustrador insuflar al relato, muchísima, por si alguien tiene dudas, pero también implica que hacia el final va quedando clara la sensación de que estamos ante un capítulo de cierta transición en esta odisea helada. No confundamos eso con que tenga poco valor lo que se nos lanza en estas páginas, para escalar una montaña siempre hay primero que llegar a su falda, pero esto sí nos lleva a quedarnos más prendados de la forma que del fondo, máxime si no tenemos muy frescos los recuerdos de los capítulos anteriores o si nos dejamos llevar por el especial que cierra este volumen, dibujado por Tommy Lee Edwards.

En todo caso, Dixon tiene experiencia suficiente como para engancharnos a lo que nos está contando, y para hacerlo no duda en desplegar los elementos más violentos de su mundo, a veces tratados incluso con cierto cinismo (la escena en la que dos tipos hablan de una violación para consumarla una vez que su víctima deje de serles útil en su supervivencia en la nieve). ¿De qué otra manera se puede retratar un mundo helado en el que las sociedades se han desmoronado y cada cual busca su supervivencia? Ese sigue siendo el principal atractivo de Winterworld, y lo que explica a todos sus personajes. Puede que haya demasiadas casualidades felices, y que en realidad no sea este un mundo tan descarnado y despiadado como seguramente cabría pensar por su mismo planteamiento, pero sus circunstancias se digieren bien, con sus acertadas y contenidas escenas de acción, haciendo que el frío casi parezca un personaje más, incluso si parece faltar un cierto foco de mayor importancia en una historia en la que el único objetivo de sus actores principales, o al menos el único que parece realmente potente, es seguir vivos e intactos ante los muchos peligros que acechan, tanto en la naturaleza como en el propio ser humano como concepto. Y todo eso sí se palpa, aunque no haya trascendencia excesiva en este punto.

Giorello, lo hemos dicho, potencia la historia y su mundo con categoría. No es que eso sorprenda en quien supo adentrarse en los mundos de Conan de una manera tan soberbia como lo hizo en su momento, pero merece la pena que lo destaquemos una vez más para ser justos con su trabajo. Entiende muy bien el escenario y sabe posicionar en él a todas las figuras que toman parte en la historia. Su puesta en escena sirve para todo, para un combate en la nieve, para que la entrada de un personaje en escena transporte las sensaciones adecuadas o para mostrar celos femeninos después de una escena de sexo que no vemos pero que se siente exactamente igual que si hubiéramos estado delante. Aunque ya tengamos unas ideas preconcebidas sobre cómo tienen que lucir los personajes en este mundo, el detalle que aporta Giorello es más que agradable. Varados hace que Winterworld siga adelante como lo que es, un viaje. El destino no parece claro del todo, y eso es quizá lo más discutible del trabajo de Dixon, pero el atractivo que tiene su lucha por la supervivencia en un mundo hostil es razón más que suficiente para seguir muy atentos a la serie. Y más cuando su faceta visual descansa en un artista tan versátil y eficaz como Giorello, que saca partido de todo con mucha elegancia y con su particular estilo.

El volumen incluye los ocho números de Winterworld publicados por IDW entre junio de 2014 y marzo de 2015. El único contenido extra son las cubiertas originales de Tomás Giorello.

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