CÓMIC PARA TODOS

‘Yaga. La chica serpiente’, de Antoine Ozanam y Pedro Rodríguez

Editorial: Spaceman.

Guion: Antoine Ozanam.

Dibujo: Pedro Rodríguez.

Páginas: 96.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2023.

La fantasía, y mucho más la fantasía folclórica, siempre ha sido del gusto de Antoine Ozanam, y Yaga. La chica serpiente se mueve en esos derroteros con bastante acierto. Primero, porque es un estudio de la figura de la bruja rusa por excelencia, Baba Yaga. Segundo, porque está contada con un uso exquisito de las elipsis. Y tercero, seguramente lo más importante, porque supone un magnífico estudio sobre la transformación personal de la protagonista para exponer que nadie nace con maldad. El mensaje que tiene se funde con el escenario de una manera muy fluida, y deja la sensación de haber asistido a un viaje complejo y completo, a pesar de que la historia se narra con enormes saltos en el tiempo. Yaga no es una lectura tan sencilla como puede parecer por el brillante estilo que muestra el dibujo de Pedro Rodríguez, y tiene muchas capas. Se enfoca mucho hacia lo emocional, y además desde distintas vías, desde la de la protagonista, desde quienes están en su lado de la historia y también desde quienes recelan de ella. Y esa mezcla, con un interés potenciado por las elipsis, acaba resultando más que atractiva, como su conclusión, que es la guinda que corona una novela gráfica fascinante en muchos momentos y que habla de la condición humana desde distintos aspectos y moviéndose por caminos no demasiado predecibles.

La verdad es que todo resulta tan natural en la historia de Ozanam que casi parece mentira que sea una reinterpretación personal de un mito local que ha traspasado fronteras. Podríamos decir que ese es su punto fuerte, el de la magia oscura, y estaríamos hablando del notable tebeo de género que es, pero nos estaríamos limitando a ver la superficie. Yaga es mucho más porque coge a su protagonista y la exprime a lo largo de un recorrido vital fascinante. La joven que tiene el rol principal es primero una víctima a la fuga y los momentos a los que vamos asistiendo le van dando poder y fuerza, hasta llegar a convertirse en la mujer que es al final. Hay instantes de flaqueza emocional, otros de férrea determinación, pero todos tienen sentido, todos encajan en el viaje que estamos viendo, que se revela como un muy poderoso retrato femenino (y feminista, aunque el término todavía pueda asustar) al que tenemos acceso de tal manera que podemos rellenar sin problema los huecos. Cuando una elipsis se aplica bien, es una gozada asimilar una historia más completa, y es el caso del guion de Ozanam, que en ese sentido firma un cómic brillante, emocionante en casi todos sus pasajes, sensual y peligroso cuando corresponde. Completo, ya lo decíamos, porque sabe asomarse a su protagonista en momentos muy distintos pero coherentes.

El dibujo de Rodríguez tiene un efecto muy parecido, porque el ilustrador saber captar perfectamente las emociones de cada escena. Y eso que empezamos con tensión y amenazas mortales, para después abrazar otros escenarios más amables, al menos de partida. El retrato de los personajes es muy acertado, y eso le sirve a Rodríguez en el tono que necesita en cada momento. De alguna manera, da la sensación de ser algo mítico y mágico, con un apreciable tono de fábula, pero nunca pierde de vista que lo verdaderamente trascendente en Yaga es el factor humano, el de su protagonista por encima de todo. Encajar eso en un escenario rural y natural, mostrando el miedo ante lo desconocido y fuerzas oscuras, hace que el resultado visual de Yaga. La chica serpiente sea espléndido. La ambientación es modélica, y hay mucha magia, acentuada además por el gran trabajo de color que hay. Funciona lo más humano, que es al final el foco más sobresaliente de la historia, pero también la fantasía, oscura, onírica e hipnótica. Pocas pegas se le pueden poner a Yaga. La chica serpiente, porque el recorrido que propone, una caída a los infiernos progresiva, una vida abocada al drama desde la primera toma de contacto que tenemos con la protagonista. Bruja no se nace, eso queda claro. Pero el talento de los autores sí tiene que ser innato, sí.

Spaceman publicó originalmente Yaga. La fille serpent en enero de 2020. El único contenido extra es una galería de bocetos de Pedro Rodríguez.

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Esta entrada fue publicada en 17 mayo, 2023 por en Antoine Ozanam, Pedro Rodríguez, Spaceman Books y etiquetada con , , , .

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