’47 cuerdas. Primera parte’, de Timothé Le Boucher

Editorial: Nuevo Nueve.

Guion: Timothé Le Boucher.

Dibujo: Timothé Le Boucher.

Páginas: 380.

Precio: 35 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2023.

Hay historias que nacen para perturbar, y 47 cuerdas es una de ellas. Desde el principio queda claro que Timothé Le Boucher quiere inscribir este relato en ese grupo. En realidad, parece que eso es lo que le mueve siempre, no olvidemos el efecto que produjo Esos días que desaparecen (aquí, su reseña). En esta ocasión es una historia de seducción claro y evidente, pero no precisamente una convencional. Parte del tópico de chica conoce a chico, y ahí acaban los arquetipos, porque si el chico no tiene nada de convencional, esperad a ver lo que pasa con la chica. No, no lo vamos a desvelar en este punto para que el primer impacto de la historia sea el que quiere el autor, que además es bastante interesante. Si buscamos referencias cinematográficas, David Lynch y Stanley Kubrick pueden colarse fácilmente en el ideario de un Le Boucher que disfruta con los juegos de miradas, con los silencios, con las transformaciones y con los sentimientos. Y siendo además una historia tan larga, llegamos casi a las 400 páginas y este volumen es solo la mitad del conjunto, supera las irregularidades que pueda haber en los distintos estadios de la seducción a la que asistimos, que no es absoluto lineal por motivos que dejamos que se descubran en las páginas de 47 cuerdas, que es donde Le Boucher tiene claro que tiene que descubrirse.

De hecho, es tanto el misterio con el que Le Boucher quiere jugar desde el arranque que la razón del título tarda bastante en descubrirse, y da igual en realidad porque estamos muy metidos en la propuesta como para reparar en detalles que puedan no estar perfilados desde las primeras páginas. El autor, en todo caso, nos brinda un ritmo de lectura muy intenso gracias a los silencios, y a la predominancia de los rostros y de lo que el lector va interpretando en ellos, aunque seguramente con menos libertad de la que nos gustaría pensar que tenemos, dirigidos como estamos por un autor que lo domina todo, que introduce personajes de una manera brillante, todo como parte de un plan maquiavélico que además sabe ir reorientando para que, como decíamos, esta seducción escape de lo lineal. Y de esa manera, lo que vamos viendo es un viaje emocional, sensual y turbio que crece como una telaraña de la que parece imposible despegarse. Le Boucher, además, va introduciendo subtramas que casi hasta parecen inesperadas en una historia que es tan íntima y seductora, una en la que además hay una libertad sexual gigantesca, también en lo visual para mostrar casi tantos desnudos masculinos como femeninos, aunque la provocación juguetona lleve casi siempre forma de mujer en 47 cuerdas.

Le Boucher es un dibujante fascinante para explorar el alma humana. Sus personajes siempre son expresivos, mucho, y por eso sus silencios son tan importantes, dan casi tanta información como la letra impresa, y eso es algo que da mucha magia al conjunto, en el que podemos perdernos incluso aunque un episodio concreto no nos haya enganchado con toda la intensidad que tienen los picos más logrados de un cómic que, en todo caso, tiene un nivel altísimo. Y no sólo por lo bien que pueda dibujar Le Boucher de manera aséptica, sino también porque su narrativa es deliciosa. Las transformaciones de las que hablábamos, los momentos musicales, incluso los sonidos que están colocados de manera explícita en la página pero que de todas maneras escuchamos, son tantos los elementos que domina el autor para contar su historia que siempre estamos pendientes del siguiente para seguir asombrándonos. Y eso no cesa en casi 400 páginas, lo que da una idea del enorme nivel con el que nos deleita. Esta primera parte de 47 cuerdas es un gozoso deleite de seducción, parte real y parte fantasía, en el que todo luce con intensidad para que cada personaje juegue un papel en un drama de anhelos, celos y envidias que, además, da la sensación de estar todavía guardándose muchas cosas para la segunda mitad del relato. Es un cómic perturbador, mucho. Y eso excita lo suyo.

Glénat publicó el primer volumen de 47 cordes en octubre de 2021.

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