‘Don Juan Tenorio’, de Ricardo Vilbor y Claudio Sánchez

Editorial: Grafito.

Guion: Ricardo Vilbor.

Dibujo: Claudio Sánchez.

Páginas: 104.

Precio: 17 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Febrero 2023.

Se mire como se mire, los clásicos son necesarios. Lo son, no importa cuánto nos hayamos podido importunar en nuestros años adolescentes por la forma en la que nos los han hecho leer, y más pronto o más tarde tenemos que darnos cuenta de esa importancia. Por eso, no sólo es deseable sino que podríamos considerar prácticamente necesario que los nuevos tiempos nos vayan trayendo adaptaciones de esos mismos clásicos, en su formato original o en otros lenguajes. Por eso, lo primero que despierta este Don Juan Tenorio con el que Claudio Sánchez y Ricardo Vilbor adaptan la obra de José Zorilla es gratitud. No a todas las edades se puede apreciar lo que tiene el teatro clásico, o no desde todas las sensibilidades, y emprender esta tarea en un cómic supone darle un nivel de legibilidad y accesibilidad que merece ser destacado. Porque su fidelidad al texto original y a su espíritu, además, es notable, pero al mismo tiempo tiene un lenguaje visual que sabe mezclar lo clásico y lo moderno con mucha elegancia. ¿Qué más se puede pedir en un trabajo de estas características? Con personajes bien perfilados en lo narrativo y en lo visual, con una estructura en actos que nos recuerda qué tenemos entre las manos y con todo lo que ha hecho de Don Juan Tenorio un clásico, la lectura es deliciosa.

Y lo es por la inteligente propuesta que está en su base. La tentación de actualizar en lugar de adaptar es muy intensa, pero Vilbor elige bien. Respeta las fórmulas del castellano antiguo que dan sentido al contexto histórico de la obra, situada en el siglo XVI y no tiene por qué innovar para hacer que los temas, los debates y los dueños que Zorrilla imagino tengan sentido para un lector actual. Aunque solo sea por herencia, el tono clásico y teatral son básicos, pero esto puede dejar sensaciones distintas en un lector según el grado de acierto en su aplicación. La labor de Vilbor es más que acertada, porque supera cualquier posible rechazo inicial con un dinamismo apreciable y sabiendo jugar bazas distintas para que entendamos las motivaciones de los personajes, su pasado, sobre todo el de Don Juan, y la compleja situación a la que nos lanza la obra, en la que el protagonista hace todo lo posible para ganarse el favor de Doña Inés a pesar de tenerlo casi todo en contra. Y se ve el romanticismo del relato, claro, pero también el honor que se entendía como necesario en la época, que es lo que, al final, despierta el conflicto que desemboca en la tragedia que también se maneja con acierto para que los monólogos (o los diálogos hiperbólicos) funcionen tan bien como las conversaciones más mundanas.

En una obra de escenario histórico, el primer paso de cualquier ilustrador es, por fuerza, hacer creíbles los lugares, el vestuario y los alemanes de todo lo que vemos. Y este Don Juan Tenorio es brillante en ese sentido, especialmente porque apuesta por un sentido estético sobresaliente. Antes incluso de que entremos en materia, Don Juan y Don Luis tienen una planta notable, un señorío indiscutible y un porte de espadachines notable. Y Doña Inés encandila con su belleza, incluso aunque su base sea una naturalidad apabullante. Con eso logrado, estar a la altura de lo que requiere la leyenda, la que se plasma en la emocionante declaración a la luz de la luna, parece más fácil. Y no lo es, no, aunque el resultado sea magnifico y no podamos más tarde que celebrar lo bien que plasma todo Sánchez en la página, lo humano, lo fantástico y lo mundano, que de todo hay y por eso Don Juan Tenorio sigue siendo celebrado como un clásico de la literatura universal. Bien haría el cómic en su conjunto en tomar las obras de referencia de nuestras letras como inspiración directa de cómics como este, porque demuestran el amor que hay hacía estos títulos y lo importante que es adaptarlos de una manera tan inteligente como sentida para que las nuevas generaciones complementen lo que ven en sus estudios y para que los adultos no nos olvidemos de su vital importancia.

El contenido extra lo forman una introducción del Profesor Doctor Salvador García Castañeda y un dosier con curiosidades de Don Juan Tenorio y bocetos de los personajes.

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