Guion: Tony S. Daniel, James Bonny, Phil Hester.
Dibujo: Tony S. Daniel, Tyler Kirkham, Paolo Pantalena, Eduardo Pansica, Peter Nguyen, Mirko Colak, Roberto Viacava.
Páginas: 528.
Precio: 48 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2022.
Cuando el villano se convierte en héroe, o al menos así se considera, pasan cosas como que Deathstroke sea el protagonista de la acción, y lo sea además en una cruzada que busca la empatía más directa del lector. Sería un tanto absurdo definir El asesino de dioses como una historia familiar de Slade Wilson, pero lo cierto es que lo es. Debajo de ese recorrido por todo el universo DC para ver qué tal le sienta al personaje colaborar o pelear con Batman, Wonder Woman, Superman, Harley Quinn, Capucha Roja, Manta Negra, Deadshot, Catwoman, Ra´s Al Ghul y otros más propios de su espectro villanesco, está la búsqueda de sus hijos y un proceso de rejuvenecimiento para encajar en el Nuevo Universo DC, en una serie cerrada con los números que comprende este volumen integral. Y ojo, que en realidad es el envoltorio lo que más merece la pena, porque da un ritmo trepidante, casi salvaje, en el que no dejan de sucederse las peleas, los disparos, los enfrentamientos y una locura desbordada que hace que Deathstroke encaje hasta donde parecía bastante inverosímil que lo hiciera, como demuestra todo el largo encuentro con Wonder Woman que prácticamente abre este carrusel de personajes que vamos viendo a lo largo de estas más de 500 páginas, dibujadas además con ganas de que se note de que esto tiene que ser un espectáculo de primer nivel.
Tony S. Daniel es el nombre con el que abrimos este viaje, como autor completo además, lo que ya nos puede dar una idea de por dónde va a ir la cosa. Reflexión, la justa. Emoción, intensidad y muchas escenas para mostrar a un tipo de duro, lo que queramos. Es verdad que hay cambio de guionista, pero hay una cierta simbiosis entre lo que ofrece Daniel y lo que después añade James Bonny. Colaboran en algunos números antes de que el primero abandone la serie, lo que da una idea de que hay un desarrollo y puede que incluso un final comunes. Cómo llegamos hasta allí, además, es bastante coherente con todo lo que hemos visto desde el principio. Deathstroke es un viaje a través del universo DC con alma de Team-Up pero contado todo desde una óptica muy del cómic de superhéroes contemporáneo, en el que de vez en cuando resulta útil dar a un personaje secundario una serie para confirmar un papel concreto, unas características distintas (que en este caso paso por el estado físico del personaje) y si encaja o no con otros personajes de su entorno. Hay mucha predominancia de la fauna de Gotham en ese sentido, pero hay muchas pruebas a lo largo de estos veinte números de que consta la serie. Hay algunas presencias sorprendentes, pero en el fondo es divertido ver a Deathstroke en todos los escenarios por los que pasamos.
Y lo es, las cosas como son, porque visualmente la serie es un intento salvaje de lograr un macroespectáculo que convenza en primer lugar por la vista. Daniel es un dibujante muy llamativo, siempre ha buscado ese despliegue de acción, esa perfección física casi exagerada y ese toque de violencia e ira palpables en la forma en la que se mueven sus personajes, llevando al límite sus capacidades. Y hay que reconocer que es divertido incluso hace que sus protagonistas posen, mucho más en una serie de estas características. Cuando Daniel abandona el barco, se nota, pero se nota menos porque, al final, esa idea ya instalada para no irse de que en una serie los dibujantes pueden ir y venir, cambiar incluso por otros con estilos muy distintos dentro de un arco argumental cerrado, no termina de sentarle mal a Deathstroke, El cambio choca, claro, pero después disfrutamos también de la forma que tienen de interpretar el espectáculo Eduardo Pansica o Tyler Kirkham. Entre todos ellos hacen de Deathstroke una de esas lecturas que, por extensas que sean, se pasan volando. Puede que será una serie que entra mejor número a número que en un volumen integral, por aquello de que tanta acción puede apabullar y hasta hacernos perder el foco de la historia, pero el buen rato que deja es también palpable.
El volumen incluye los veinte números de Deathstroke, los dos Annuals y Sneak Peek: Deathstroke, publicados originalmente por DC Comics ente diciembre de 2014 y septiembre de 2016. El único contenido extra son las portadas originales de Tony S. Daniel, Andrea Sorrentino, Kevin O’Neill, Bart Sears, Matteo Scalera, Leonardo Manco, John Paul Leon, Lee Weeks, Sean Galloway, Emanuela Lupacchino, Dave Johnson, E. M. Gist, Tyler Kirkham, Ryan Benjamin, Neal Adams, Chris Burnham y Jorge Giménez.
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