Los 4 de CPT de febrero

Febrero es el mes más corto del año, y sin embargo nos da tiempo de sobra para que hablemos de muy buenos cómics. Y como ya es 1 de marzo, toca hacer ese repaso, el de Los 4 de CPT del mes que acaba de finalizar. Y nos ha costado elegir, pero estamos convencidos de que nuestra selección de cuatro títulos de entre todos los que hemos reseñado a lo largo de febrero os va a gustar bastante..

Como hacemos siempre, os recordamos que pinchando en los títulos de cada uno de Los 4 de CPT iréis directos a la reseña completa que publicamos en su momentos de cada uno de estos cómics. Y si queréis buscar todas las entradas que ya hemos publicado en esta sección o conocer nuestras elecciones de meses anteriores, lo podéis hacer mediante Twitter con el hashtag #Los4DeCPT y por aquí en el blog, en nuestro buscador de categorías, el que tenéis justo al final de esta página y de la página principal, como “4 de CPT».

No lo retrasamos más, Los 4 de CPT de febrero son estos:

Las Tortugas Ninja. Tortugas por el tiempo, de Kevin Eastman, Jan Strnad y Richard Corben (ECC)

Si lo decíamos en la crítica, ¿cómo no repetirlo aquí? Son las Tortugas Ninja dibujadas por Richard Corben, así que hay poco margen para la escapatoria. Uno de esos tebeos tan pequeños que casi parecen anécdotas en la trayectoria de sus autores o de los personajes pero que el tiempo les da el lugar que se han ganado y las ediciones que merecen. Esta, de lujo, es tan bonita como el propio tebeo que recoge.

Arconte, de Fidel Martínez (Norma)

Fidel Martínez sabe que en este rincón tenemos su nombre más que presente y que ahí vamos a estar muy pendientes de cada tebeo que publique. Arconte tiene el añadido de ser una historia de ciencia ficción dura que sabe moverse entre sus personajes y entre los temas que plantea con una elegancia maravillosa, la misma que enseña cuando se pone a dibujar en ese blanco y negro que tanto domina.

Harpoon, de Roc Espinet (Spaceman)

Atención, noticia, el cómic es un medio eminentemente visual. Ya lo sabíamos todos, ¿verdad? Pues da igual, que nos lo recuerden de vez en cuando con la fuerza que lo hace Roc Espinet en Harpoon es algo que merece mucho la pena. Qué manera de narrar dibujando, que fuerza tienen todas las viñetas, todas las páginas, todas las secuencias y, en consecuencia, toda una historia por la que merece mucho la pena pasar.

Li’l Abner. Tiras y planchas dominicales (1934-1936), de Al Capp (Diábolo)

Tiene un mérito brutal que a estas alturas sigamos descubriendo clásicos de hace tantas décadas que casi nos puede parecer hoy que el cómic de entonces no era casi ni el mismo lenguaje. Y sin embargo, tener en las manos Li’l Abner, ese extraordinariamente editado libro que nos sirve Diábolo, es una de esas sensaciones maravillosas que resultan impagables. Y no, no es un tebeo antiguo, no. En nada. Ni en sus temas, ni en su dibujo.