CÓMIC PARA TODOS

‘¡Zatch Bell!’ 1, de Makoto Raiku

Editorial: Kitsune.

Guion: Makoto Raiku.

Dibujo: Makoto Raiku.

Páginas: 186.

Precio: 17,95 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Diciembre 2022.

Cuando el manga de fantasía se anima a soltarnos una de esas historias que parecen inagotables ya desde el principio, da la sensación de que el enganche que puedan producir es directamente proporcional al nivel de locura y hasta de ida de olla sobre el que está basado. Si esto es así, a ¡Zatch Bell! no cabe considerarlo más que como una joya, porque es una auténtica chaladura, de esas que están pensadas para que le vuele la cabeza al lector. Es una especie de buddy movie que trata de un combate más o menos inagotable, que de hecho ya plantea un número de combates entre mamodos, que son una especie de criaturas que adoptan la apariencia de niños y que esconden unos poderes salvajes que surgen del misterio libro de colores que lleva cada uno de ellos, escrito en un idioma imposible de entender o descifrar. Lo cierro s que Makoto Raiku no tiene la necesidad de dar demasiadas explicaciones al principio del manga, y de ahí que hablemos de la locura en que se basa su premisa, una en la que hay que creerse un montón de detalles rocambolescos para que la historia tenga sentido. Y lo curioso es que lo hacemos, que es fácil darle a Raiku carta blanca para que nos cuente lo que quiere en esta endiablaba montaña rusa que nos propone.

Desde el principio es bastante fácil entender que todo lo que necesitamos saber sobre el universo de ¡Zatch Bell! en su primera docena de página. Si hemos transigido con lo que nos cuenta ahí el mangaka, no va a haber ningún problema para disfrutar del espectáculo que está por venir. Hay pequeñas tramas que funciona de manera puntual, la soledad de Kyomaro en el instituto o la primera amistad que traba, una chica que parece llamada a jugar un papel importante en el futuro aunque su peso en este primer volumen sea menor del que se espera para que el protagonismo se lo queden los combates, pero es justo ahí donde ¡Zatch Bell! quiere destacar: en su espectacularidad, en los hechizos, en lo que va teniendo que ver con el lado más fantástico de la historia, porque eso es lo que permite ir construyendo su universo. Son las luchas, además, lo que permite ir introduciendo poco a poco las reglas con las que funciona este mundo, que por ahora son bastante complementarias. Parecen surgir de manera espontánea, pero es cierto que cuando las pensamos son bastante coherentes con lo que hemos leído. Y como se trata de basar todo este tinglado en la relación de un mamodo y su contrapartida humana, la variedad está más que servida y sirve de base argumental a cada uno de los enfrentamientos gracias al carácter de dichos humanos.

Siendo el espectáculo el eje sobre el que gira todo lo que supone ¡Zatch Bell!, resulta evidente que el apartado visual de este manga es trascendental. Y ahí Raiku sabe moverse con mucha habilidad entre la caricatura más descarada, la que sirve para definir estados de ánimo o incluso el mismo aspecto de estos niños superpoderosos, y un despliegue de poderes absolutamente apabullante, que da lugar a unas páginas con enorme fuerza visual. La mezcla entre ambas cosas nos coloca en una deliciosa frontera, la del manga juvenil y el adulto, porque según el momento podríamos considerarlo de una u otra manera, pero siempre agradeciendo el gran esfuerzo que hay en sus páginas para que el ritmo sea alto en todo momento y para quela composición sea tan dinámica que casi estamos obligados a pasar las páginas de una manera frenética. Ese es quizá el gran secreto que encierra esta serie, con una presentación que no escatima en el número de páginas que necesita para dar forma a sus ideas pero a la vez consigue llenarlas de toda la información necesaria para que el reto que propone a los lectores está a la altura. No se puede pedir mucho más de un primer número, y por eso es una serie que ya tiene un prestigio notable a sus espaldas que sirve de aval para que el disfrute sea sobresaliente desde el principio.

Konjiki no gash comenzó a publicarse en la revista Weekly Shonen Sunday, de Shogakukan, en 2001.

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Esta entrada fue publicada en 27 febrero, 2023 por en Kitsune Books, Makoto Raiku, Manga, Shogakukan y etiquetada con , .

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