Cine – ‘La maldición del Hombre Lobo’, de Michael Giacchino

Título original: Werewolf by Night.

Director: Michael Giacchino.

Reparto: Gael García Bernal, Laura Donnelly, Harriet Samson Harris, Kirk R. Thatcher, Eugenie Bondurant, Leonardo Nam, Daniel J. Watts, Al Hamacher.

Guion: Heather Quinn, Peter Cameron.

Música: Michael Giacchino.

Duración: 55 minutos.

Distribuidora: Disney.

Estreno: 7 de octubre de 2022 (Estados Unidos y España).

Es curioso que se lance con tanta facilidad la acusación de que todas las historias de superhéroes son iguales cuando Marvel no cesa en su pretensión de sumar personajes, estilos y propuestas bien distintos entre sí. La última nuestra es La maldición del Hombre Lobo., adaptación de un título que para mezclar de una forma muy libre dos versiones de un mismo personaje, una de los años 70 y otra de esta misma década, gancho para los lectores actuales.  Innova porque es un mediometraje, ni película de cines ni serie de plataforma, que eran los dos formatos ya conocidos en el devenir del universo cinematográfico Marvel. Lo hace en su estética, en blanco y negro, con un evidente homenaje visual y sonoro a las cintas clásicas de terror de la Universal, con un uso muy especial de la luz y la fotografía, pero sin perder de vista el referente del Universo Marvel para sus escenas de acción. Y por supuesto lo hace en su dirección, en la que el compositor Michael Giacchino se coloca por primera vez para demostrarnos que tiene un muy buen gusto a la hora de colocar la cámara y planificar secuencias. Quizá ese punto fuerte sea a la vez el débil, porque la sensación de fondo que queda no es más que la de una presentación, muy entretenida eso sí, de un personaje que tendrá más recorrido en otro lugar por determinar del universo Marvel.

La historia es bastante básica, y después del necesario nexo de unión con el Marvel ya conocido que se hace en el prólogo, por aquello de que haya algún despistado que confunda esto con un especial de Halloween, no hay demasiado lugar a las sorpresas. Sí las hay en lo que aparece dentro de la trama, pero no tanto en la forma en la que se desarrolla. Giacchino, eso sí, se conforma con dar explicaciones en esos segundos iniciales del mediometraje y acierta al dejarse llevar en todo lo demás. Ni orígenes de los personajes, ni demasiadas disquisiciones sobre por qué están allí. Lo que se plantea es una caza, al más puro estilo de El malvado Zaroff, y el premio es la Piedra de Sangre, de la que tampoco se aportan más datos de los estrictamente necesarios. Los debes, los habituales, llevándose la palma el hecho de que el personaje que tanto esperamos ver, el que da título a la historia, apenas se deja ver al final del continuo clímax que representa el relato. Eso suele pasar en las historias de origen, y esta no lo es, pero se queda esos códigos para que las sorpresas se concentren en la segunda mitad, cuando el mediometraje se convierte en un muy entretenido espectáculo de acción y horror, aunque este normalmente y con mucha inteligencia se mueva mejor fuera de plano que delante de la cámara.

Esa es una de las muchas muestras que hay en La maldición del Hombre Lobo de que Giacchino tiene mucha clase. No hace falta descubrirle como músico, y de hecho su trabajo aquí es, una vez más, soberbio, pero como realizar se muestra muy capaz de crear atmósferas especiales. El uso del blanco y negro es mucho más eficaz que efectista, y mueve la cámara para generar sensaciones al más puro estilo Spielberg (quizá Abrams sea en su caso la referencia más certera en todo caso), minimizando desde lo audiovisual la excesiva sencillez que se antoja en un guion que es bastante arquetípico pero a la vez lo suficientemente resultón como para disfrutar de esta pieza en sí misma y también imaginando si esto puede tener encaje en el universo del Doctor Strange, en el del Caballero Luna o quizá en el de la futura Blade, porque Marvel no suele dar puntada sin hilo. Al margen de estas disquisiciones, lo mejor que se puede decir de La maldición del Hombre Lobo es que satisface todo aquello que uno puede esperar antes de verla, que introduce al menos una gran sorpresa para el aficionado Marvel y que en su ejecución hay muchos elementos de los que hacen disfrutar al espectador. Buen trabajo y una buena vía nueva para Marvel, que tiene además muchas opciones de conexión con lo que ya conocemos.

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