‘Off Road’, de Sean Murphy

Editorial: Spaceman Project.

Guion: Sean Murphy.

Dibujo: Sean Murphy.

Páginas: 128.

Precio: 15 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Marzo 2022.

Sean Murphy es muy bueno, y siempre lo ha sido. Ya lo hemos dicho, queda indicado de manera previa como si para hacer verdadera justicia a lo que leemos fuera una impresión que tuviéramos que soltar antes de meternos en materia y hablar de Off Road, uno de sus primeros trabajos, una historia que sobre el papel parece jugar con una cierta intrascendencia pero que, página a página, va dejando una impresión cada vez más contundente en lo temático y en lo narrativo. A priori, la historia de tres amigos, y más estos tres amigos en particular, que deciden estrenar un Jeep saliéndose de la carretera y alejándose del confort del asfalto no parece algo que pueda ser lo profundo que se puede esperar de un autor como nos ha demostrado después Murphy, pero la moraleja de esta obra a ojos del lector es la de que las apariencias engañan. A ojos del lector, insistimos, porque los personajes dejan mucho más en el recorrido de la obra, que se convierte en un análisis portentoso de la amistad y de la madurez, que tiene incluso más valor si tenemos en cuenta que el desencadenante de todo es un hecho rocambolesco, inaudito, casi imposible de qué suceda, pero ideal para que Murphy desarrolle lo quiere contarnos. Luego ya podemos adentrarnos en lo bien que dibuja, pero hablemos un poco más antes del relato.

No hay que avanzar demasiadas páginas para entender que el título es toda una metáfora sobre la vida. Murphy no necesita sutileza por ese lado, de hecho Off Road es todo lo contrario, es una historia directa y cargada de una sinceridad tan demoledora como realista, que tiene un enorme poder de convicción en sus diálogos. Sin ellos, sin que estos tres amigos vayan soltándose verdades sin pensar en las consecuencias, Off Road no sería lo mismo. En sus páginas uno no tiene del todo claro si Murphy tenía un final a este trepidante viaje antes de comenzarlo o si, por el contrario, iba imaginando el siguiente paso de su odisea por las carreteras sin señalizar y los pantanos que quieren atravesar para llegar a la fiesta de la ex de uno de ellos. Y casi podríamos decir que es más bien lo segundo, o al menos que Murphy tenía un principio y un final y después se dejó llevar por las circunstancias para mostrando un buen número de episodios intermedios que dan cuerpo a la idea de una manera notable, Es curioso que una premisa como esta, un escenario tan concentrado y un número en apariencia limitado de personajes pueda darle para tanto a todos los niveles. Murphy no plantea un viaje iniciático pero casi. Y lo hace dando a sus protagonistas una experiencia vital única t catártica que se convierte en el arranque del mañana de estos tres tipos.

Off Road es una locura y está dibujado como tal. No quiere decir eso que Murphy apueste por lo estridente, pero sí que el detalle nos ofrece detalles que se escapan de lo más estrictamente realista. La manera en la que mueve el jeep, los saltos que pega, sirven de perfecto ejemplo de esta narrativa tan curiosa, una forma de contar historias que no ha perdido con el paso del tiempo pero que seguramente sí ha refinado. Aquí está en un estado más crudo, más directo, como el mismo diseño de los personajes, que nos tienen que entrar por los ojos para que entendamos a la perfección quiénes son estos muchachos y los tipos con los que se van encontrando en su odisea. El blanco y negro es elección peculiar, pero que funciona porque hace que no se disperse la atención del lector mirando al escenario, viendo el pantano en el que tiene lugar una gran parte de la historia. Murphy, lo decíamos, es muy bueno, y si lo destacamos es porque lo es desde la base. La clave de su narrativa está en la manera en la que sus personajes se hacen entender casi sin palabras, en sus gestos, en sus poses, en su dinámica. Y luego el autor lo completa todo con el movimiento, con la forma en la que usa las onomatopeyas. Off Road puede parecer una obra menor pero es, desde luego, una que se sigue disfrutando como el primer día.

Oni Press publicó originalmente Off Road en noviembre de 2005.

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