‘Las flores del Mar Egeo’ 1, de Akame Hinoshita

Editorial: Arechi.

Guion: Akame Hinoshita.

Dibujo: Akame Hinoshita.

Páginas: 170.

Precio: 9 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Marzo 2022.

La sensación inicial que deja el primer volumen de Las flores del mar Egeo es la de que Akame Hinoshita está fascinada por igual con sus dos protagonistas, a las que cuida con celo, como por la cultura en la que enmarca la historia, la del siglo XV en distintos puntos del continente europeo. Con cierta naturalidad va conjugando escenas en las que va definiendo la personalidad de las dos mujeres a las que convierte irremediablemente en amigas como base de su historia, definiendo sus propósitos, sus limitaciones, sobre todo las sociales para una mujer, y sus fortalezas, con otras en las que, literalmente, dedica a mostrarnos elementos gastronómicos, económicos o sociales de los lugares que vamos visitando en este viaje, como si el aprendizaje se estuviera haciendo al mismo tiempo a uno y otro lado de la página. Porque se trata de un viaje por encima de cualquier cosa, uno que quizá no podamos considerar del todo iniciático porque hay muchas alusiones al pasado de las dos protagonistas, pero que sí es uno que les va abriendo muchas puertas que entienden como desconocidas o incluso como prohibidas. Puede que ambos elementos no casen del todo, que haya demasiado tono documental en uno para la intensidad emocional que hay en el otro, pero ambos resultan abiertamente simpáticos como para seguir esperando buenas noticias según avanza el relato.

El mayor acierto de Hinoshita está en el marco que adopta para su historia. Si hay una era en la que podemos aceptar un viaje de tan marcado carácter feminista como este, esa desde luego es la del Renacimiento. Y es, desde luego, una realmente bonita para que la aventura tenga ese carácter y no el de un desafío que nos habría llevado a un terreno distinto. Que partamos desde Italia tampoco parece casualidad, y el exotismo concreto que hay en los destinos que vemos en estas páginas no sólo resulta natural sino que está bastante bien explicado, en línea con el propio desarrollo personal de las dos actrices principales de esta aventura, que al final es lo esencial, lo que aporta el corazón y el espíritu de Las flores del mar Egeo. Y eso, por muy bonito que sea el envoltorio, que lo es, y por mucha cultura general que nos aporte Hinoshita, que lo hace, es lo que consigue que la historia importe. Por esa vía, la baza es la de la sinceridad, la credibilidad que tienen los personajes y la conexión que los lectores pueden entablar con ambas mujeres. Es sencillo hacer ese ejercicio, lo que demuestra que Hinoshita ha hecho un muy buen trabajo por ese lado, algo que resulta imprescindible para seguir apegados a una historia que se divide en tres partes y que en estas páginas tiene una presentación bastante acertada y fiel a los propósitos que se marca.

Hablamos del preciosista envoltorio que tiene Las flores del mar Egeo, y es que lo tiene no solo por razones históricas, por ese escenario renacentista y de cierto lujo del que hablábamos para enmarcar los eventos que estamos leyendo, sino también en la misma medida por el dibujo de Hinoshita, que funciona a la perfección en todos los sentidos. Lo hace sobre todo en el retrato, que aprovecha todas las virtudes del estilo manga para que apreciemos el carisma de las dos jóvenes cuyos pasos vamos a seguir, y para que cada pequeño detalle de los barcos, de los salones, del vestuario, sobre todo del femenino, y de todo lo que vemos en la construcción de cada viñeta resulte interesante y significativo. Son los dos elementos de base, y los dos funcionan, y eso permite a Hinoshita centrarse en las emociones y en la interpretación. A nivel visual, no hay nada que no destaque en Las flores del mar Egeo, y eso hace que cualquier desajuste que pueda haber en su historia quede más que cubierto en una primera lectura, y más aún sin conocer el desenlace del relato, que puede ayudar a que el juicio se decante hacia ubo u otro lado. Las flores del mar Egeo sabe encajar bien las piezas que dispone sobre la página para salir bien librada del reto que plantea. Hinoshita disfruta con lo que cuenta su manga y se nota.

Flex Comix comenzó a publicar Aegea-kai wo Wataru Hana-tachi en 2019.

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