Guion: Scott Snyder, Stephen King.
Dibujo: Rafael Albuquerque, Mateus Santolouco.
Páginas: 384.
Precio: 37 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Abril 2022.
Pocas figuras han sido más explotadas en la cultura popular contemporánea que la del vampiro. Muy pocas, la verdad. Y eso hace que ante cada nueva serie, película, novela, saga o franquicia que asome la cabeza en distintos medios a la vez, se reciba con sólidos argumentos con el recelo de que nos puedan estar contando la misma historia de siempre, o incluso de que no se sepa utilizar una figura que tantas satisfacciones nos ha dado en el tiempo. Pero es cierto que de vez en cuando brilla algún título en concreto, que se entiende como algo nuevo y diferente, aunque haya un enorme respeto a los elementos más clásicos que se puedan esperar, y eso es lo que pasa con American Vampire. Scott Snyder tuvo una espléndida idea, que se desarrolló además con una notable historia de complemento escrita nada menos que por Stephen King, lo que da una idea de su ambición, para conocer los orígenes del personaje al que, de alguna manera, vamos a seguir en el cómic, y el dibujo de Rafael Albuquerque, espectacular y violento, es la guinda para que las sensaciones al leer la serie, su arranque, sean enormemente positivas. Es una historia de vampiros, desde luego, pero es también la historia de Estados Unidos, retrato de su sociedad, de su mundo, de sus ilusiones y miserias como nación, y de un mundo sórdido y singular al que entramos con contundencia.
En American Vampire hay muchas más capas de lo que pueda parecer a simple vista. Snyder se afana en trazar un retrato social que, al menos, es doble. Por un lado, tenemos que sentir la historia viva de Estados Unidos, y el desarrollo de los personajes centrales de la serie va por esa línea, pero por otro hay que entender una sociedad vampírica, una nación en sí misma, en la que surgen elementos divergentes, vampiros que son diferentes, que tienen otras habilidades y que, por tanto, se convierten en objeto de deseo. Eso conduce inevitablemente a una guerra, guerra que vemos de manera abierta y en sus ramificaciones más intensas. No es American Vampire una historia complaciente, o una en la que simplemente veamos a unos vampiros peleando contra otros, sino que se trata de desarrollar un muy buen planteamiento, en el que cada elemento cuento. Quién es Skinner Sweet y quién descubre que es Pearl Jones, la auténtica protagonista del relato en realidad, tiene una importancia notable. No solo avanzan en el tiempo, sino que Snyder consigue desgranar la personalidad de cada personaje de una manera brillante dentro además de un marco de acción salvaje. Lo que aporta King es un western de vampiros que resulta igualmente fresco y que redondea una propuesta que no pudo arrancar de mejor manera.
Lejos del romanticismo de otros vampiros, los de Albuquerque son muy radicales y violentos, y eso supone un contraste brutal con respecto a la sociedad que nos quiere mostrar, sobre todo la contemporánea, la que arranca en los felices años 20 de la historia norteamericana. No significo eso, ni mucho menos, que no entienda con la misma brillantez el salvaje oeste de unas décadas antes, porque al final el dominio que manifiesta de cada escenario y de cada género que vemos en American Vampire es sobresaliente. Es un tebeo de terror, obvio, pero es también, como decíamos, un western. Y es un noir de manual por momentos, y un drama, y hasta una historia de amor en cierto sentido. Y todo sale con una enorme brillantez de los lápices de Albuquerque, que además sabe dotar al conjunto de una enorme personalidad. Y sí, el vampiro es una figura trillada, pero cuando vemos a los de American Vampire sabemos que son de esta serie y no de cualquier otra. La rotunda expresividad de los personajes hace que cada página sea toda una experiencia, y por eso American Vampire entró con tan buen pie en la mitología que aborda, porque la respeta pero a la vez la hace evolucionar, porque se ajusta bien a sus propuestas pero al mismo tiempo nos ofrece algo distinto que puede apreciar incluso quien sienta recelo por su figura. Una frenética gozada.
El volumen incluye los once primeros números de American Vampire, publicados originalmente por DC Comics entre mayo de 2010 y marzo de 2011. El contenido extra lo forman una introducción de Stephen King, las cubiertas originales de Rafael Albuquerque, Jim Lee, Bernie Wrightson, Andy Kubert, J. H. Williams III, Paul Pope y Rafael Grampá, un epílogo de Scott Snyder, una entrevista a los autores, el guion de varios números y un portafolio de bocetos de Albuquerque.
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