‘Weird Science’ 2

Editorial: Diábolo.

Guion: Al Feldstein, Harvey Kurtzman.

Dibujo: Al Feldstein, Harvey Kurtzman, George Roussos, Jack Kamen, Wally Wood, Joe Orlando.

Páginas: 226.

Precio: 34,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2022.

Es asombroso lo consciente que era el cómic de los años 50 del efecto que estaba provocando en la sociedad americana. En el segundo volumen de Weird Science tenemos muchas muestras de la ciencia ficción que se estilaba entonces, siguiendo la línea de lo que incontables revistas de género mostraban a lectores de corta edad, porque entonces no demasiados adultos tomaban en serio lo que se podía contar con viñetas, pero lo que resulta curioso en extremo es ver a un niño aleccionado por sus padres sobre los efectos perniciosos que puede tener las viñetas sobre él. Se lo dicen cuando se empeña en hacerles creer que ha visto a un marciano, y la metáfora es sencillamente deliciosa. Para los lectores, estas historias eran una delicia, para los adultos una mala influencia. ¿Pero quién tenía razón al final de la historia y quién era traicionero y ruin? No hace falta que respondamos a la pregunta, pero sí podemos dejar claro, una vez más, que el trabajo de recuperación de estas historias hasta ahora perdidas de mediados del pasado siglo es algo que no tiene precio. Porque aunque sepamos que todo lo que imaginan los autores, muchos de ellos desconocidos, tenía que acabar en unas pocas páginas y con un final impactante, esa sorpresa final siempre era una delicia. Siempre. Sin excepción. Y leerlo hoy es una maravilla.

Cuando se afronta la revista, y cuando se hace por medio de volúmenes recopilatorios como este, hay que ser conscientes de que hay una variedad de autores, incluso historias sin firma registrada para la historia, y de que es la marca lo que se impone. Weird Science marca los límites temáticos, son historias que tienen que ver con la ciencia ficción más que con el terror, con la exploración espacial o los visitantes de otros planetas que con los monstruos clásicos, Y aún así, este es un volumen que está fundamentalmente escrito por Al Feldstein, cuyo dominio del género está fuera de toda duda. Dominio y versatilidad, porque lo asombroso es que se puedan escribir tantas historias en tan poco tiempo y a la vez evitar los riesgos de la repetición. Feldstein era capaz de retratar su sociedad a todos los niveles, incluso cuando lo hacía desde tiempos futuros. El marco era para el escritor tan importante como la sorpresa final. Y aunque su percepción de la humanidad fuera normalmente cínica, tanto como para urdir asesinatos por dinero o para dejar tirados a compañeros profesionales que han ayudado a salvar tu vida, las historias dejan ese regusto de justicia poética en muchos casos que se alejan del concepto dañino que tenían algunos adultos sobre estos cómics. No había más que leerlos para saber que su fantasía era eso, fantasía.

Jack Kramer, Wally Wood, George Roussos… Los nombres de los ilustradores que vemos a lo largo de este volumen son ya viejos conocidos entre quienes hayan leído el primero volumen de Weird Science (aquí, su reseña) o algún otro de los libros dedicados a los cómics de esta época que la editorial está poniendo en el mercado, pero eso no quiere decir que no haya sorpresas. De hecho, es fascinante ver que hay una modernidad increíble en muchas de las historias, que no parecen en muchos casos procedentes de 1950 o 1951, sobre todo en esas primeras páginas que tenían la misión de atrapar al lector de manera inmediata. Luego es cierto que muchos de los relatos se basan en primeros planos, de esos que recortan el trabajo a realizar y sirven para que la narración sea eficaz, pero eso no resta ningún mérito al resultado final, simplemente habla de una manera de producir cómics masiva como la de aquellas viejas revistas. La recuperación de Weird Science es un trabajo formidable, de esos que ahora mismo podemos calificar de imprescindibles, aunque no supiéramos en realidad cuánto lo necesitábamos antes de que estos libros empezaran a llegar a las librerías. Es cómic desconocido para muchos, más allá de las referencias históricas de lo que despertaron en Estados Unidos, pero a la vez es cómic del bueno.

El volumen incluye los números 7 a 12 de Weird Fantasy, publicados originalmente entre mayo de 1951 y abril de 1952. El contenido extra lo forman un prólogo de Paul Tobin y las cubiertas originales.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.