Guion: Ed Brubaker, Darwyn Cooke.
Dibujo: Darwyn Cooke, Brad Rader.
Páginas: 336.
Precio: 34 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Marzo 2022.
Los aficionados nos afanamos siempre en hacer listas y rankings, en proclamar que tal o cual es el mejor tebeo que se ha hecho de un determinado personaje, y aunque tratemos de huir de esas etiquetas, que lo intentamos, lo cierto es que de vez en cuando casi nos vemos obligados a decir algo parecido. Y es lo que sucede con El gran golpe de Selina, que si no es el menor cómic que se ha hecho sobre Catwoman se le parece bastante. Siempre ha sido un personaje especial para los lectores de Batman, lo sigue siendo, pero su vuelo en solitario nunca ha sido tan sencillo. Hasta que llegaron Ed Brubaker y Darwyn Cooke, que hicieron una reinvención maravillosa del personaje que sigue vigente en muchos sentidos. Siempre ha sido una ladrona, pero hasta aquí la habíamos visto casi siempre como la ejecutora de planes psicodélicos que llamaran la atención de Batman. El arranque de este libro, en cambio, es una historia de atracos de las de verdad, moderna y ejecutada con maestría. Y eso es el preludio de lo que está por venir, una nueva Catwoman de aspecto negro, brillante y, también, moderno, que es el que, aun con leves matices, es el que mantiene hoy. Es un tebeazo noir y urbano, irremediablemente feminista e inteligente, que además encaja en el mundo de Batman sin necesitar desesperadamente su presencia.
Una de las claves esenciales de la historia que arrancan Cooke y Brubaker y que después se queda el segundo como escritor en solitario es que adoptan a una Selina Kyle en horas muy bajas. Nunca sin recursos, no sería ella misma si se rindiera, pero sí en un momento de clara necesidad. Y eso es lo que les permite asomarse al presente y al futuro del personaje de una manera fresca, pero ni mucho menos renunciando a su pasado. Y sí, eso pasa también por Batman, cuyas escasísimas y breves apariciones no hacen más que remar a favor de corriente, completando lo que es Selina y también lo que ha sido. El tránsito de ladrona a heroína, aunque sea con sus reglas, es tan elegante que daría para horas de estudio, sobre todo porque lo hace mediante la lucha por los colectivos más desfavorecidos y sin que eso sea un brindis al sol, sino algo narrativamente justificado de maravilla. El discurso de Selina en estas páginas está tan bien apuntalado que parece que siempre lo ha mantenido, y no es así. Lo bien que maneja Brubaker este tono es algo que llevamos viendo décadas, pero aplicarlo a Catwoman es, sencillamente, maravilloso. Como maravilloso es ver a los personajes secundarios que van haciendo que más tramas crezcan, interesen y emocionen en sus momentos de mayor adrenalina. Empezamos con un robo a un tren, ¿qué podría salir mal?
Como guinda, el dibujo de Cooke es tan increíble que con cada obra suya que vuelve a las librerías tenemos que añorar las que ya nunca vamos q ver tras su prematura muerte. Su forma de entender a Selina, el movimiento que le imprime, es una delicia. Y no deja de ser notable que un autor capaz de crear la versión más luminosa del superhéroe, la que vimos en JLA. La nueva frontera (aquí, su reseña) entiende también con categoría el encanto de lo oscuro y realista, este toque de cine negro que eleva estas historias de Catwoman por encima de la media. Cooke nos deja cuando falta un tercio de este libro, pero lo que ha hecho es tan acertado, es una línea que le sienta tan bien a Catwoman, que resulta evidente que hay un trabajo de cierto mimetismo en lo que nos presenta Brad Rader, aunque hay diferencias. La línea de este es más clara que la de Cooke, busca ángulos distintos, pero hay una natural continuidad entre el trabajo de uno y otro. Y está el traje negro de Catowman, una maravilla que siendo rompedora es a la vez deudora de la trayectoria del personaje. El gran golpe de Selina y lo que vino después sigue siendo una lectura esencial para entender a Catwoman, al menos con la misma importancia que le dieron Jeph Loeb y Tim Sale y, más recientemente, Tom King. Es un magnífico tebeo de un personaje que agradece una mirada sería como esta.
El volumen incluye Catwoman: Selina’s Big Score, páginas de los números 759 a 762 de Detective Comics 759-762 y los nueve primeros números de Catwoman, publicados originalmente por DC Comics entre septiembre de 2002 y diciembre de 2003.
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