‘Batman. La saga de Ra’s al Ghul’, de Denny O’Neil, Neal Adams y Don Newton

Editorial: ECC.

Guion: Denny O’Neil

Dibujo: Bob Brown, Neal Adams, Irv Novick, Michael Golden, Don Newton.

Páginas: 256.

Precio: 22,50 euros.

Presentación: Cartoné con sobrecubierta.

Publicación: Marzo 2022.

Cuántas veces habremos escuchado que ya no se hacen cómics como los de antes, y cuánta razón hay a veces en esa frase. Pero no por su calidad, realmente el cómic es un medio riquísimo y siempre surgirán obras impresionantes. Ahora bien, antes se hacían las cosas con una ingenuidad admirablemente mayor. No había un plan definido desde el principio para cada personaje, no importaba tanto que cada pequeño elemento encajara en la continuidad, incluso en la lógica asumible. Y sin embargo, a pesar de eso, surgían maravillas como La saga de Ra’s al Ghul, una historia contada a lo largo del tiempo, nueve años separan el primer y el último número de este libro, parte esencial de lo que el gran Denny O’Neil hizo con el Caballero Oscuro y de la trascendente revisión visual que hizo Neal Adams con el personaje. Ra’s es un personaje único, magnético, el más bondiano de los enemigos de Batman, y O’Neil acabó trazando una biografía que por supuesto tenía un final abierto para que la editorial le recuperara, pero que para él, como creador del personaje, era definitivo. Ver que estas historias siguen teniendo tanta vigencia, incluso asumiendo sus decisiones más ligeras e inverosímiles, es algo que no tiene precio para quien aprendió a amar el cómic de superhéroes con tebeos de este corte.

O’Neil, siempre lo hemos dicho, es un autor más valorado por su habilidad que por su talento,  y eso no es del todo justo, sobre todo si vemos su Batman, que no es el tipo oscuro, callado y vengativo que se ha abierto camino en nuestros días de manera dominante. El escritor era capaz de generar momentos tan icónicos como personajes memorables. Ra’s y Talia, por supuesto, pero también destaca el Sensei, el Tigre de Bronce o el uso maravilloso que le da a Cerillas Malone. La organización de Ra’s, los escenarios exóticos, la fosa de lázaro, hay tantas cosas en estas páginas que parece mentira que la historia relacionada con este villano no naciera como lo hacen hoy en día estos arcos, con una meticulosa preparación. El sentido del clímax casi continuo que O’Neil aplica a sus páginas es colosal, porque lo despliega sin necesidad de evitar escenas de bastante dialogo. Esto, en todo caso, es más mérito de la lectura mensual, y lo que perdura es lo grande, el duelo de espadas en el desierto y a pecho descubierto entre Barman y Ra’s, con las lágrimas de Talia de fondo, la primera inmersión en la fosa de lázaro, la irrupción de Ra’s en la Batcueva.  Son tantas cosas tan espectaculares las que contiene esta saga que, fácilmente, podemos considerarla como algo esencial de la década de los 70 para entender a Batman.

Si de O’Neil todavía podemos decir muchas cosas que no se han tratado del todo,  de lo que Adams hizo por Batman y por este personaje de clara inspiración en villanos como Fu-Manchú que rompieran el tópico, es algo que se ha tratado con mayor profusión. La planta que le dio al Caballero Oscuro, más amenazadora que hasta entonces, su capa en movimiento y la forma en la que supo entender su mundo es algo soberbio. Tanto que quizá a muchos les sorprenderá ver que este volumen no está íntegramente dibujado por Adams, ni siquiera en sus primeros capítulos. Lo de Adams es portentoso, pero no hay que obviar lo que Don Newton hizo con el personaje. El suyo no es un Batman que demasiada gente destaque, y sin embargo es espectacular y eficaz, es deudor del trabajo de Adams en muchos sentidos, y la capa es uno de ellos, pero tiene personalidad propia. Muy reivindicable, y más dentro de un libro como este, de una edición lujosa y en blanco y negro que destaca las sombras y los negros. La saga de Ra’s al Ghul es, por muchas razones, un clásico en su clase, por virtudes además que han sabido abrirse paso a través del tiempo para llegar hasta nosotros en un formato que hace honor a sus méritos y en el que podemos disfrutar de un Batman clásico en muchos aspectos pero también muy distinto del que triunfaba entonces y del que lo hace ahora.

El volumen incluye los números 232, 235, 240 y 242 a 244 de Batman, el 15 de DC Special Series, y los números 411, 485 y 489 y 490 de Detective Comics, publicados originalmente por DC Comics entre mayo de 1971 y mayo de 1980. El contenido extra lo forman una introducción de Sam Hamm, las cubiertas originales de Neal Adams, Brian Stelfreeze y Jerry Ningham y unas notas finales deDenny O’Neil y John Wells.