Director: Daniel Espinosa.
Reparto: Jared Leto, Matt Smith, Adria Arjona, Jared Harris, Al Madrigal, Tyrese Gibsom, Corey Johnson.
Guion: Matt Sazama, Burk Sharpless.
Música: Jon Ekstrand.
Duración: 104 minutos.
Distribuidora: Sony.
Estreno: 1 de abril de 2022 (Estados Unidos / España).
Siempre es complicado analizar una película que tiene más motivos de discusión antes de estrenarse que después de que llegue a los cines, y Morbius no es una excepción. Con casi dos años de retraso con respecto a la fecha original de estreno, da la sensación una vez vista que la pandemia no ha sido la única causa por la que se fue demorando. Y es que el principal atractivo de Morbius, y ojo que está lleno de trampas, está en una escena postcréditos cuyo protagonista fue anunciado en el trailer, lo cual ya es en sí mismo un despropósito gigantesco, y conectada con otro filme completamente independiente de este. Si Morbius llega a los cines pensando en ser el germen de algo posterior, es que hay un claro convencimiento de que esta no es la mejor película posible. Y no lo es. Siendo sinceros, no es tampoco el despropósito que se apuntaba, pero sí es una película tan simple y tan predecible en su guion y en sus personajes que lo que realmente sorprende es que llegue ahora y no hace veinte años. Sorprende, sí, que no se intente buscar algo que se salga de la topiquísima historia de origen o de convertir a alguien como Morbius, un villano de manual, en el manido héroe a su pesar porque hay alguien igual que él que es el verdadero mal al que hay que combatir. Se deja ver, pero inspira pereza, y eso, obvio, no puede ser bueno.
Si lo pensamos detenidamente, es fascinante descubrir en Morbius patrones idénticos a los de Venom (aquí, su crítica) y su secuela, Habrá Matanza (aquí, su crítica). Es como si Sony se estuviera planteando estas películas como unos pasos obligatorios para llegar a su soñado proyecto sobre los Seis Siniestros, en el que ni siquiera tenemos claro qué Spider-Man veremos, y en los que no hay que poner demasiado esfuerzo. Un actor conocido, unos efectos más o menos resultones pero lejos de ser memorables y que abusan de esos momentos de cámara lenta que resultan innecesarios, una historia sin ninguna complicación, obviamente un interés romántico que cubra cuotas y un clímax random que podría ser el de cualquier otro filme parecido. Morbius no consigue ser una película de terror destacada ni tampoco tiene demasiados alicientes para el consumidor de cine de superhéroes, más allá de la mencionada escena postcréditos que parece una improvisación de última hora con la que intentar salvar ese universo arácnido que el estudio está intentando montar sin demasiados planes claros e incluso copiando aquello que más controversia generó en el pasado entre los aficionados. Si el baile de Tobey Maguire en Spider-Man 3 (aquí, su crítica) generó ríos de tinta, lo de Matt Smith en Morbius se puede meter fácilmente en la misma categoría.
Jared Leto ya fue el Joker fallido de Escuadrón Suicida (aquí, su crítica), redimido para algunos por su aparición en la Liga de la Justicia de Zack Snyder (aquí, su crítica) y sumando a Morbius a su repertorio de personaje no consigue tampoco el consenso necesario. No se le puede negar a la película una cierta ambición a la hora de construir su reparto, pero los personajes son todos tan planos y previsibles que poco importa que esté uno u otro actor tratando de sacarle el poco jugo que tienen sobre el papel. Es especialmente triste el caso de Jared Harris, pero también se puede citar a Adria Arjona o Tyrese Gibson, en personajes que no se salen nunca del tópico, del encasillamiento, de lo que parecen obligados a hacer o decir en una película con cero sorpresas y que solo podría haber logrado un cariño más palpable desde la serie B. no siendo la propuesta de un gran estudio. Morbius falla precisamente por eso, porque a estas alturas es necesario exigir más al género. No puede ser que un personaje secundario, desconocido para muchos fuera del cómic, dé el salto al protagonismo con una historia tan trillada. No puede ser que lo haga sin encontrar carisma en su factura, en sus efectos o en su música. Es un más de lo mismo realizado con cierta vaguería y con la aparente consciencia de que lo trascendente tendría que estar en el futuro, no en estos poco más de 100 minutos.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.