Guion: Ana C. Sánchez.
Dibujo: Ana C. Sánchez.
Páginas: 152.
Precio: 8,95 euros.
Presentación: Rústica con sobrecubierta.
Publicación: Abril 2022.
Si hay algo para lo que la revista de cómic está destinada hoy en día por encima de cualquier otra cosa, es para actuar como trampolín, para que los lectores conozcan a autores de mayor o menor trayectoria, pero que por encima de todo enganchen con sus ideas. Planeta Manga nació con ese objetivo, el de enseñarnos historias realizadas por nuestros autores con el estilo de la narración gráficas japonesa que pudieran encontrar un hueco, y es un placer que ese invento siga dando pasos. De las páginas de Planeta Manga sale Sirius, y no es extraño que la historia haya dado el salto al tomo propio viendo la sensibilidad con la que se expresa su autora, Ana C. Sánchez. Esta es la historia de un sueño y de una frustración, pero es también la de una redención inesperada, de esas que se producen por una de esas apariciones que lo cambian todo. Es Sirius la historia de un despertar personal a muchos niveles, y es una que sabe encontrar lo más complicado, un nivel de identificación notable con sus personajes, desde unas circunstancias que no son las más cotidianas. Es, en definitiva, un relato sensible, inteligente e interesante, que sabe buscar en las emociones de sus dos protagonistas esenciales, incluso nada sabiendas de que hay algunos elementos que quedan en el aire.
Es fácil sucumbir a la tentación de pensar que un manga que habla de deporte, aunque sea tangencialmente como es el caso de Sirius, es uno pensado para amantes o al menos conocedores del deporte en cuestión. Y no, no es el tenis el foco de la historia ni tampoco el interés que mueve a Sánchez al construir el relato de estas dos muchachas que se encuentran en un lugar en el que ninguna de las dos tendría que estar. La casualidad como catalizador de las mejores cosas de la vida, de los encuentros más afortunados y de las conexiones emocionales más fuertes, esa es la apuesta de la autora. Lo que prima es el carácter de los dos personajes centrales, sus sueños y sus frustraciones, y sobre todo la complementariedad de sus estados de ánimo. Hay mucha sinceridad en el retrato que Sánchez hace de estas dos muchachas y eso, por encima de cualquier otro elemento, es lo que potencia Sirius, lo que hace que se le coja cariño casi de inmediato y que nos sintamos dentro de sus experiencias, incluso aunque nuestra vida no tenga nada que ver con las suyas. Puede que haya algunos arquetipos que se repiten y que pueden dejar una nimia sensación de déjà vu, pero la sensibilidad de la que hablamos da muchísima consistencia al conjunto, la suficiente, desde luego, para que la empatía presida una lectura muy fluida.
Es una máxima evidente, más aún en el manga, una historia que tiene que despertar simpatía en su conjunto es esencial que lo haga desde el inicio, desde el diseño de los personajes. Y así sucede con la primera mirada que posamos en Dani y Blanca, aunque una sea presa de una melancolía que se va explicando con el paso de las páginas y la otra no sea un personaje a admirar con lo que hace en la primera secuencia. Sánchez tiene un trazo delicado, uno que le permite asumir el costumbrismo realista que hay en Sirius pero que también sabe exteriorizar emociones con mucha brillantez. Sería sencillo destacar las más obvias, las del afecto que va creciendo entre las dos protagonistas, pero Sánchez da muchos más pasos. El agobio de no estar a la altura de las expectativas, el miedo a molestar a una persona querida, la fuerza con la que hay que tirar de alguien que necesita ese empujón, todo son sensaciones poco evidentes pero que en Sirius funcionan con una precisión tremenda, hasta el punto de que podríamos prescindir de parte de la historia y aún así adivinarla en su dibujo. Sirius es la una obra completa y sensible, que habla de una autora con las ideas claras, con puntos de mejora, claro, pero con ganas de contar historias que, con pruebas como esta, encontrarán fácilmente un público que sepa apreciarlas porque merecen ese cariño que buscan.