Guion: Mathieu Bablet, Rebecca Morse, Florent Maudoux.
Dibujo: Florent Maudoux, Da Coffe Time, Mathieu Bablet, Mathilde Kitteh.
Páginas: 136.
Precio: 18,90 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Febrero 2022.
Todo lo bueno que podíamos decir y dijimos del primer volumen de Midnight Tales (aquí, su reseña) es perfectamente aplicable al segundo. No se puede pedir mucho en este sentido, porque se nota que hay ganas de perpetuar esas buenas sensaciones que dejó la serie de Mathieu Bablet, escritor y guía espiritual de esta suerte de homenaje editorial a la revista de toda la vida. También se mantiene lo no tan notable, todo hay que decirlo, porque al final el hecho de que las historias sean independientes, cosa que está muy bien de base, frena un poquito la ambición que pudiera tener este mundo de contarnos algo un poco más concreto. Lo bueno es que Bablet no lo ha pensado como un evento en el que haya que luchar desde el principio para salvar el universo tal y como lo conocemos. Poco a poco, píldora a píldora, entramos en la magia que quiere enseñarnos. Y sí, hay continuarás, reales y esperables, pero sobre todo mucha magia, muchas brujas y mucha Orden de Medianoche. Igual un día todo explota en algo de mayor contundencia, pero no parece que el viaje hasta llegar allí, si es que llegamos algún día, vaya a ser menos disfrutable por ello, tanto para los amantes de la magia, más o menos oscura, como para los de la fantasía amable y contemporáneo que propone dentro del terreno esotérico en el que se mueve.
Bablet se reserva un papel protagonista en todas las historias y segmentos en prosa de este segundo volumen de Midnight Tales, como autor completo de uno de los cómics y escritor del resto en solitario salvo en el caso del primero, donde comparte créditos con Florent Maudoux y Morse. Algunos, con especial hincapié en este primero, tienen un sabor autoconclusivo, en otras hay una clara voluntad de crear universo, sobre todo en el segundo y en el cuarto, este último el único que se permite colocar el clásico «continuará» al final de sus páginas. Bablet se permite por ello una versatilidad notable, quizá incluso mayor aquí que en el primer número sobre todo en tono. Hemos utilizado el término amable para referirnos a Midnight Tales, y es cierto, pero hay momentos en que no lo es tanto. ¿Cambia eso la perspectiva? No, pero sí abre puertas para el futuro, y eso nunca puede ser malo, ya que Bablet no se despista demasiado pensando en el futuro. Cómo escenario en ese sentido puede funcionar mejor el drama de Jardín demoniaco, pero el tono abiertamente juguetón y variable que tiene el relato de fantasmas más puro del libro, Witch O’Winchester, es el que mejor explica lo que es Midnight Tales. Toque juvenil, pero a la vez reverencia a las historias clásicas de fantasmas, personajes cercanos, pero también inmersos en un mundo en el que la historia y el saber cuentan mucho.
El otro gran elemento a favor de este primer relato del libro es, obviamente, el dibujo de un Maudoux brillante. A medio camino entre el manga y la BD, con toques también americanos y un dominio absoluto de la escena, en estas páginas vemos terror y esoterismo desde entornos más juveniles y también desde los más adultos. En esencia, Midnight Tales está ahí muy bien contenida. Da Coffee Time demuestra un nivel de detalle igualmente superlativo en los escenarios de la segunda historia y el propio Bablet tampoco se queda corto en las páginas que dibuja, el tercero de los relatos de este segundo volumen, pero tras Maudoux lo que destaca es el dibujo de Mathilde Kitteh para el relato final. Parece más sencillo, más esquemático, pero es mucho más complejo de lo que parece, aprovechando de hecho que estas páginas son las más que más se adentran en la cara más oscura de la brujería, y no hablamos del terror o la truculencia, sino de las consecuencias que tiene su práctica para quienes dominan unas habilidades ya por sí peligrosas. Midnight Tales sigue llenando con oficio el hueco que se ha buscado, tanto en lo editorial como en lo narrativo, y sigue reuniendo a un grupo de autores que tienen por norma visible la del entretenimiento más eficaz. Podría ser mejor, podría ser peor, pero en muy entretenido en cualquier caso.
Ankama publicó originalmente el segundo volumen de Midnight Tales en octubre de 2018.
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