‘Billonaire Island’ 1, de Mark Russell y Steve Pugh

Editorial: Planeta Cómic.

Guion: Mark Russell.

Dibujo: Steve Pugh.

Páginas: 152.

Precio: 15,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2022.

El capitalismo manda en nuestras vidas, eso es un hecho, y eso es una forma de ver la vida tan potente y polarizada que está abierta a la más absoluta de las sátiras. Ese es el clavo ardiendo al que se agarran Mark Russell y Steve Pugh en Billonaire Island, cuya premisa inicial es ridículamente sencilla para los objetivos tan elevados que tiene de satirizar a, de forma literal, todo lo que nos rodea en nuestras vidas: los millonarios del mundo, viendo precisamente el planeta que está yéndose al carajo, construyen una isla de acceso exclusivo, en la que no hay crímenes porque todo se consciente y que nadie sabe dónde está para vivir su vida de la manera más plácida y lujosa posible. Billonaire Island está autoconvencida de que su sátira es enormemente realista, y lo es tanto que a veces esa parodia puede incluso saber a poco, de lo acostumbrados que estamos a asumir las mayores barbaridades en nombre de ese capitalismo feroz que nos domina. ¿Juega eso en contra de la historia? Es curioso, pero quizá sí, aunque si nos asomamos con los ojos de ingenuidad que Russell pide a gritos la cosa resulta mucho más deliciosamente salvaje, que es justo lo que dibuja Pugh, una comedia negra, muy negra en la que la diferencia entre tener un millón o no es lo que puede salvarte la mundo em este absurdo ecosistema.

Si nos ponemos estrictos, podríamos decir que Billonaire Island deja la sensación de ser el resultado de una tormenta de ideas inagotable, continua y salvaje, en la que van soltándose barbaridades que de alguna manera tienen que tener encaje en el cómic… porque tendría lógica que encajaran. En sus páginas tal cantidad de ideas locas que el principal mérito del guion de Russell no es haber imaginado el punto de partida de la historia, que también, sino darle una forma coherente a todo lo que sucede para que nos demos cuenta de que hay unos teóricos héroes que, cada uno por sus razones y no todas especialmente altruistas, luchan contra este modelo impuesto quién desde qué esferas y desde cuánto tiempo. ¿Y hay moralejas? A patadas, aunque tampoco parece ese el objetivo de Russell, que más bien se decanta por enseñarnos cosas que expliquen nuestro modelo de vida. En tanto que nos sintamos capaces de reconocernos en sus páginas, más habrá acertado el autor en su denuncia social. Porque es indiscutible que se trata de eso… y funciona. Quizá, de hecho, valga más por esa vía que por la de la propia historia que imagina, aunque eso, seguramente, dependerá mucho de cómo quiera continuar Russell con una historia que bien podría quedarse aquí pero que en el lomo del libro pone un 1 bien claro.

Una vez planteado el escenario de Billonaire Island, Pugh tiene el cometido más complicado, que no es otro que el de hacer creíble la fantasía satírica que estamos viendo. Y no hablamos tanto de los conceptos más propios de esa ciencia ficción cercana en la que una isla tecnológicamente perfecta pueda servir de refugio a las clases más pudientes de nuestra podrida sociedad, sino precisamente eso, que la sintamos podrida incluso desde el lado de las víctimas. Por eso, Pugh mezcla retratos muy realistas, empezando por la periodista cuyos pasos seguimos, mezclados con otros abiertamente caricaturescos, siempre entendiendo que el punto fuerte de Billonaire Island está en la comedia más cínica, en situaciones que podemos entender y asociar a nuestras propias existencias. Con tantas ideas sueltas galopando en el relato, las páginas de este libro son continuas oportunidades de lucimiento para su ilustrador, y visualmente es una delicia de tebeo, sobre todo si se comparte el cinismo satírico que desborda cada una de sus secuencias. Y sí, puede que se hubiera podido ir todavía más lejos o que el concepto dé para muchas formas de interpretar este mundo, pero esta que tenemos aquí, la de Russell y Pugh, es bastante completa y, sobre todo, es un abierta para debatir muchas cosas.

El volumen incluye los seis primeros números de Billonaire Island, publicados originalmente por Ahoy Comics entre marzo y septiembre de 2020. El contenido extra lo forman una introducción de Brian Michael Bendis, un prefacio de Mark Russell y las portadas originales de Steve Pugh.

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