‘Barrio Western’, de Téhem

Editorial: Nuevo Nueve.

Guion: Téhem.

Dibujo: Téhem.

Páginas: 132.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2022.

Una vez leído este Barrio Western, se atisban dos elementos bastante atractivos en el tebeo de Téhem y que destacan por encima de los demás. El primero, que estemos ante un tebeo de corte autobiográfico, por mucho que el autor disfrace a sus personajes de animales antropomorfos, que utiliza Téhem para contar su propia infancia en la isla de La Reunión, puede que no tanto en situaciones concretas pero desde luego sí en sensaciones. Y el segundo, su estructura, una que se va tejiendo con brillantez a lo largo de sus cuatro capítulos, que van dando el protagonismo de la obra a distintos personajes y en la que van encajando los sucesos que vemos en cada segmento, por accesorios que puedan parecer en un primer momento, como parte de un todo mucho más complejo y por eso mismo divertido. En realidad, la historia no quiere ir mucho más lejos de esto, no quiere ser el relato definitivo de nada, como no sea de los propios recuerdos del autor ficcionados convenientemente para la ocasión, pero es endiabladamente entretenida y muy inteligente en todo su desarrollo. De menos a más, porque al principio no se intuye tan fácilmente por dónde quiere llevarnos Téhem, pero con el buen sabor de boca que siempre deja un puzzle cuando lo completamos y nos damos cuenta del mimo con el que se ha construido.

Lo divertido de Barrio Western está justo ahí, en que a pesar de que ya desde el primer capítulo tenemos sobre la mesa muchos de los elementos que van a terminar de construir cada uno de los episodios que completarán el libro, la sorpresa en ningún momento deja de ser un elemento esencial, como no puede ser de otra manera cuando se juega con el enredo de esta manera. Este es un tebeo calculado hasta el más mínimo detalle, y sin embargo no parece forzado o ingenuo, por lo que resulta casi seguro que Téhem se habrá visto obligado a reescribir en más de una ocasión su guion para que todo encaje en cada uno de los episodios. El resultado hace que ese trabajo haya merecido la pena, porque todo cuadra y lo hace además con esa fluidez de la que hablamos, imprescindible para que una historia así se gane la simpatía del lector. Puede que no estemos viendo más que las travesuras de dos niños o la inventiva con la que algunos quieren subsistir en La Reunión, o simples retratos de personajes estrambóticos, como el hostelero que aspira a ser fotógrafo o la mendiga que en realidad no tendría por qué serlo, pero el caso es que Barrio Western es un viaje entretenido en todo momento, que sabe aprovechar el escenario en el que tiene lugar la historia desde muchos puntos de vista, también como parte de unos ácidos diálogos que no tardan en convertirse en lo más llamativo de un tebeo muy simpático.

Esa simpatía también tiene mucho que ver con esos animales que va escogiendo para reimaginar a sus personajes, que tienen mucho carisma incluso sin color. Y aunque eso, una paleta viva y divertida, podría haber ayudado mucho a que el exotismo de Barrio Western se palpara con mucha más facilidad, no se echa de menos por el buen trabajo del Téhem ilustrador, que va dejando que percibamos las páginas desde ese aspecto de grafito hasta que nos olvidamos de lo que podemos haber dejado atrás con el blanco y negro. No le hace falta mucho más para que todos los personajes tengan el carisma que necesitan y para que nos acordemos de cada uno de ellos, en sus fugaces intervenciones iniciales, cuando después tienen un protagonismo mayor. Tampoco vamos a ocultar que Barrio Western es, sobre todo, una curiosa rareza que se aleja del entretenimiento juvenil que algunos pueden ver detrás de sus animales, y que destaca como historia por lo llamativo y distinto que ofrece. Es exótica también por su escenario y porque en el fondo no deja de ser un recuerdo exagerado, uno personal, el de su autor, para que en él tengan cabida todo tipo de estrambóticos sucesos y personajes. Y no funciona mal, no, porque es plenamente consciente de lo que es y no se pierden en propósitos distintos.

Des Bulles dans l’Océan publicó originalmente Quartier Western en agosto de 2010.

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