CÓMIC PARA TODOS

‘Kingdom Come’, de Mark Waid y Alex Ross

Editorial: ECC.

Guion: Mark Waid.

Dibujo: Alex Ross.

Páginas: 208.

Precio: 9,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Noviembre 2021.

Cuando se crean series y bibliotecas que recuperan títulos emblemáticos, y vamos a quedarnos en ese adjetivo por el momento, hay que ser igual de crítico que cuando esas mismas obras llegan por primera vez a las estanterías. Kingdom Come entra en el sello DC Pocket y, sí, hemos de juzgarla con la misma pretensión de objetividad de antaño. Pero es imposible. La de Mark Waid y Alex Ross es una de esas maravillas que no solo no envejece sino que, en su contexto, es todavía más grande. Los 90 fueron unos años muy complicados para el superhéroe, porque su comercialidad siguió unos derroteros condenados al olvido o al recuerdo apasionado pero consciente de su calidad. Y sin embargo, en esa década hubo más rayos de luz de los que muchas veces se le reconoce en conjunto, aunque de manera individual el elogio sí sea la tónica ante ciertas obras. Kingdom Come es, obviamente, una de ellas. Pocos autores han controlado más y mejor el arquetipo del superhéroe incluso un contexto a priori desfavorable como el que afrontó, y pocos han sabido capturar la esencia más fotorrealista del superhéroe con más fuerza que Ross. La fusión de ambos talentos para llevarnos al futuro del universo DC, con los principales héroes retirados y regresando para crear un nuevo orden, no podía salir mal. Y no salió mal. Al contrario.

Waid, lo decíamos, conoce el género, lo domina, hace con él prácticamente lo que quiere. Y cuando se le deja jugar con los personajes más allá de las reglas de la continuidad, disfrutando con la ucronía de ficción, es único. Imaginar un mundo en el que Superman ha decidido retirarse le otorga un poder al Hombre de Acero gigantesco. Supone hablar de él incluso en su ausencia, por lo que significa. Y entender qué le puede pasar a todos los personajes de su entorno una vez que ha tomado la decisión de colgar la capa, es algo fascinante. Waid se adentra en todos esos territorios sin miedo, imaginando una ucronía de ficción formidable. Y no es que el concepto sea rompedor, siempre le ha gustado al cómic de superhéroes imaginar cómo podría ser el futuro de sus principales personajes. En lo que acierta Kingdom Come es en darle un escenario ominoso y complejo, con el toque esperanzador que llega al final pero sin miedo a afrontar escenarios con consecuencias. Conjugar todos estos grandes temas con una acción superheroica destacable, y que en el número final es sencillamente apabullante, es algo que tiene mucho mérito. Pero es que Waid no solo comprende a estos personajes, es que, directamente, les adora. Y se nota. En la historia en la forma en la que entran los héroes en el relato, en su multiplicación y en su desarrollo. Es una auténtica oda al género.

Una, además, que cuenta con un Ross soberbio. Más allá de que la suya sea una de las representaciones más realistas que podemos ver del superhéroe como arquetipo, lo cierto es que la puesta en escena de su dibujo es soberbia. Sabemos que utiliza fotografías como base, pero viendo lo que vemos asombra imaginarlo por la variedad de ángulos que hay en sus narraciones. Kingdom Come tiene mucho de espectáculo, muchísimo, y ahí alcanza unas cumbres salvajes. Podríamos detenernos solamente en la figura de Superman para entender el alcance de esta historia, en sus gestos, en sus miradas, en cómo pasa de la apatía del retiro a la determinación del regreso, a cómo se despliegan sus poderes y en cómo, simplemente viéndole, entendemos que es el Hombre de Acero. Pero Kingdom Come no es solo Superman, es mucho más que eso, y los rediseños de Ross aportan un carisma y una contundencia tremenda a muchos personajes. Es imposible que a todos, muchos solamente figuran, pero incluso esos ayudan a que entendamos un contexto espléndido, en el que cualquiera puede entender lo que hay en juego. Sí, estamos hablando de una obra magnífica, una historia de superhéroes ambiciosa y que sabe mostrar un mundo de enormes posibilidades de una manera tremendamente accesible y entretenida.

El volumen incluye los cuatro números de Kingdom Come, publicados originalmente por DC Comics entre abril y julio de1996. El único contenido extra son las cubiertas originales de Alex Ross.

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Esta entrada fue publicada en 25 febrero, 2022 por en Alex Ross, DC, ECC, Mark Waid y etiquetada con , , .

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