‘La tumba de Batman’, de Warren Ellis y Bryan Hitch

Editorial: ECC.

Guion: Warren Ellis.

Dibujo: Bryan Hitch.

Páginas: 296.

Precio: 32 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2021.

Es inevitable que las expectativas condicionen la lectura. Si tenemos un cómic titulado La tumba de Batman, algo cuyas resonancias son tremendas, y si encima sus autores son Warren Ellis y Bryan Hitch, es fácil pensar que se tienen muchas ilusiones en que esta pueda ser una de esas historias grandes de verdad del Caballero Oscuro. ¿Lo es? Probablemente no, o al menos no del modo en el que se podía esperar, pero desde luego es una lectura potente e intensa, de la que se pueden rascar muchas cosas, aunque quizá no todas ellas colmen las expectativas que se podían poner a priori en esta maxiserie de doce números. Ellis y Hitch sí nos sirven una intriga notable como vehículo de acción bastante atractivo para entender las motivaciones de Batman, su forma de encarar los crímenes que investiga y su relación sobre todo con Alfred, el eterno mayordomo de Bruce Wayne, y también con el comisario Gordon. No parece llegar en ninguno de los dos casos, sobre todo en el segundo, a la profundidad que busca, y quizá sea ahí y en un villano demasiado episódico, de esos que dan la sensación de funcionar muy bien en su contexto pero a priori no dar juego para el futuro, donde la irregularidad se apodera de La tumba de Batman. Se nota menos cuando Hitch despliega sus artes en las muy bien coreografiadas secuencias de acción, eso sí.

Ellis siempre encuentra rincones en los que merece la pena adentrarse para entender a un personaje como Batman, y eso, ocho décadas después de que viéramos al personaje por primera vez, tiene mérito. La tumba de Batman, no obstante, carece de una conclusión final que engrandezca la propuesta. Habla de la muerte, habla del trabajo de Batman, habla de sus potenciales aliados, pero no juega al mismo nivel con aquello que siempre ha magnificado la figura del Caballero Oscuro, su galería de villanos. No se ve en estas páginas un rival que pueda destronar a Batman en Gotham, más allá del reto puntual de resolver un misterio cuyo foco se pierde en algunos momentos por el intento de Ellis de querer sobrepasar las líneas de la originalidad y dar con algo fresco que nunca se haya contado. Por momentos lo consigue, honrando la dinámica que preside los mejores momentos de la relación entre Bruce y Alfred pero con una perspectiva más personal, la de Ellis, pero el conjunto deja fisuras que se compensan con el ritmo, con la adrenalina, con la libertad que le deja a Hitch para que podamos pasar páginas a un ritmo tan frenético como las secuencias que nos está mostrando. Ahí sí hay un gran equilibrio y un manejo del tiempo espléndido. Es en los temas y en las conclusiones donde quedan más huecos por rellenar.

Con lo dicho, Hitch es evidente que es un dibujante espléndido para el tipo de historia que ha planteado Ellis. Su puesta en escena es espléndida, empezando por la misma secuencia de Alfred en la tumba de los Wayne que eleva esas expectativas de las que estábamos hablando. Hitch planifica meticulosamente cada una de las secuencias de combate que Ellis le deja dibujar, que son muchas, que son las que aceleran el paso, las que manifiestan hasta que punto La tumba de Batman quería mostrar algo distinto. Su Batman es espectacular, dentro de un mundo violento, pero con una violencia realista, terrenal. Batman es un vigilante, sí, pero es un atleta, y eso es lo que Hitch se esfuerza en mostrar de una manera casi frenética, y tiene mérito que sea capaz de colocarle en las asombrosas situaciones en las que Ellis quiere poner al personaje, incluso sentado en un despacho. Y con este esfuerzo, no se puede negar que hay en La tumba de Batman un disfrute sincero y gozoso a este lado de la página, porque hay mucho que ver en toda su extensión, muchas emociones y situaciones cargadas de adrenalina. Falta algo, algo que seguramente cada lector identificará de manera diferente en función de la experiencia que haya tenido con el Caballero Oscuro, pero se agradecen intentos de este calibre, aunque no alcancen todo lo que se proponen.

El volumen incluye los doce números de The Batman’s Grave, publicados originalmente por DC Comics entre octubre de 2019 y diciembre de 2020. El único contenido extra son las cubiertas originales de Alex Sinclair, Jeehyung Lee, Frank Quitely, Rafael Grampá, Stephen Platt, Bryan Hitch, Art Adams, Ashley Wood y Kevin Nowlan.

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