Guion: Frank Miller.
Dibujo: Rafael Grampá.
Páginas: 64.
Precio: 10,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2021.
Desde que se abrió la veda con El contraataque del Caballero Oscuro (aquí, su reseña), era evidente que el mundo de El regreso del Caballero Oscuro (aquí, su reseña) iba a prolongarse de muchas maneras. No hay obras intocables, y menos cuando su propio creador, Frank Miller, es quien continúa la historia, pero es evidente que nada en este mundo tan particular ha estado ni seguramente estará a la altura del influyente original. Miller es consciente de ello, pero se le nota con ganas de seguir jugando con sus criaturas, incluso con las que se desgajan de la segunda entrega, la más polémica y discutible de todas ellas. El chico dorado, de hecho, nace argumentalmente de aquella y también de la tercera. La raza superior (aquí, su reseña). Lo que vimos en el primer volumen casi parece olvidado por un Miller que quiere otros caminos. Quizá por eso esta secuela, casi un spin off, prescinde por completo de Batman salvo en algunas menciones y se centra en los dos personajes femeninos que han de dar continuidad al propio Caballero Oscuro, a Superman y a Wonder Woman. Y si, hay algo llamativo, casi hipnótico en esos dos personajes, también en el muchacho que da título a esta obra, pero tambien se nota que falta algo. Todo este universo merece que se le eche un vistazo, aunque el debate se abre cada vez que Miller regresa a su mundo con argumentos razonables.
Incluso con su regreso a los universos que mejor conoce, los de Batman o 300 (aquí, su reseña), Miller hace tiempo que no es el mismo. Y no hablamos de calidad, sino de inquietudes, y todo eso se nota cada vez que escribe. Eso sí, tiene una genialidad igualmente destacable, por lo que siempre vamos a encontrar algo a lo que agarrarnos. Su visión de Darkseid está pensada para la controversia, y la forma un tanto caótica en la que da forma a su historia probablemente también, porque está lejos de la compleja claridad de El regreso del Caballero Oscuro. Eso es algo tan obvio como la misma evolución de Carrie Kelly como personaje, que es con diferencia lo más interesante de este largo viaje de cerca ya de cuarenta años que está suponiendo este universo futuro. Y Lara transita por caminos parecidos, aunque haya tenido menos tiempo de desarrollo, puesto que no aparecía en la primera entrega de esta serie. Aún así, son dos personajes intensos y deliciosos de observar, porque de alguna manera saben ser deudores de sus figuras paternas y a la vez algo totalmente distinto. A Miller se le va el escaso tiempo que se da para contar esta historia con la provocación y el espectáculo, y no deja tantas ideas como en entregas anteriores, pero aún así es difícil despegarse de la lectura. Es Miller, en su contradicción más pura.
Para esta ocasión, como ya hizo en el grueso de La raza superior, el autor cede los lápices, en esta ocasión a Rafael Grampá, que sí aprovecha el estilo narrativo de Miller, el de la multiplicación de viñetas por páginas, el de los escorzos significativos en el movimiento de sus personajes, el de las provocaciones casi antinaturales como la posición de vuelo de ese chico dorado al que se refiere el escritor y trata de hacerlo suyo. Lo es, en parte, porque entiende muy bien el rediseño del traje de Carrie, el hallazgo visual más divertido de la obra, y porque mantiene esa aura que Lara tenía desde su presentación. El mundo que dibuja está a la altura, Darkseid suena amenazador, y el combate a todos los niveles es atractivo, tanto el que supone un despliegue de poder gigantesco como el más urbano y realista que protagonizan Carrie y sus acólitos, todo embellecido con el color de Jordi Bellaire, que culmina una obra que, en lo visual, resulta irreprochable. A Grampá parece quedársele algo escasa la extensión de El chico dorado para las ambiciones que demuestra, pero su trazo es, desde luego, una excusa maravillosa para regresar al mundo de Miller, uno que ya no es tanto de Batman como de ciencia ficción, uno en el que la figura que le daba sentido está ya prácticamente ausente. Es el Caballero Oscuro, sí, pero es también algo distinto.
DC Comics publicó Dark Knight Returns: The Golden Child en diciembre de 2019. El único contenido extra son las cubiertas originales de Rafael Grampá, Frank Miller, Paul Pope, Joëlle Jones y Andy Kubert.
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