‘Kusama. Obsesiones, amores y arte’, de Elisa Macellari

Editorial: Liana.

Guion: Elisa Macellari.

Dibujo: Elisa Macellari.

Páginas: 128.

Precio: 21,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2021.

Adentrarse en la mente de un artista siempre es complicado, sin excepción, pero abrirse camino en la de alguien como Yayoi Kusama es algo excepcional a todas luces. Hay que felicitarse de que una biografía así caiga en manos de alguien como Elisa Macellari, que ya demostró su habilidad para entrar en historias diferentes con Papaya Salad (aquí, su reseña), y que en Kusama consigue que comprendamos a la artista y también a su arte, que sepamos darle valor a lo que hizo incluso aunque no se tenga conocimiento previo alguno de sus inquietudes y sus obras, que entremos sin trabas en su mundo de performances y collages con la misma facilidad con la que entendemos su drama familiar o sus particulares relaciones personales. Macellari cuenta una historia, biográfica, sí, pero una historia, con su desarrollo y su idea, con sus idas y venidas, con sus dramas y sus triunfos, y logra sus objetivos toda vez que salimos de las páginas del libro con las ganas de encontrarnos con más propuestas, más conocimientos y más ideas que encajen con las de Kusama. La biografía gráfica, si está bien hecha, tiene la magia de ser un todo en sí mismo y a la vez una puerta de entrada a un universo mucho más grande, y Kusama cumple con creces es esos propósitos porque Macellari domina todos los elementos que pone en cada página.

La biografía hace tiempo que cambió algunos de sus códigos, al menos en lo que al cómic se refiere, y se agradece que Macellari use esas nuevas herramientas de que se ha dotado este rincón narrativo con mucha soltura. No lo olvidemos, no estamos ante un libro de texto o un ensayo, sino ante una historia, aunque sea una documentada a un nivel excelso. Macellari, en todo caso, no quiere sentar cátedra sobre el personaje, al menos no parece ese su objetivo primordial. En cambio, busca entender a su protagonista. Y lo hace mostrando quién es y qué busca como artista y como persona. Es evidente que lo visual marca mucho el resultado final, ahora entraremos en eso, pero si narrativamente no tuviera una base sólida y coherente con la artista que retrata el resultado no sería el mismo. Macellari nos habla, en realidad, de un viaje, de uno continuo que arranca cambiando de país, de Japón a Estados Unidos, rompiendo moldes sociales, pero qué es más importante en el cambio de cultura e incluso de sensaciones artísticas. Los secundarios, que son protagonistas de sus propias historias, están muy bien integrados para dar fuerza al conjunto sin que Kusama pierda la centralidad del relato. Y la forma de mostrarnos su arte es intensa y decidida, valiente y arriesgada, como da la sensación de que le gustaría a la propia Kusama.

La propuesta de Kusama, en todo caso, es visual. Si lo pensamos, no podría ser de otra manera para entender sus Obsesiones, amores y arte, lo que señala el subtítulo del cómic, pero lo que nos encontramos excede las expectativas. Quizá el único aspecto que puede quedar algo incompleto es que no se siente en el retrato de Kusama el paso del tiempo que resulta decisivo para ir entendiendo cada estadio de su vida, pero eso lo compensa el festival de formas y colores con el que Macellari construye un sensacional homenaje a la obra de la artista, casi rompiendo las líneas de la realidad y convirtiendo el viaje en una experiencia que tiene mucho de alucinación. El trabajo con el color es fundamental para entrar de lleno en ese mundo sensorial que propone y ejecuta con mano firme. Siempre es emocionante ver qué tiene que decir una autora de cómics cuando se asoma a un arte experimental y de vanguardia como tema de fondo, quizá con mucha más trascendencia que el sentido biográfico que pueda tener el libro, y desde luego lo que ofrece merece una valoración muy positiva, tanto si llegamos a Kusama conociendo a quien nos va a acompañar duranta este viaje como si lo hacemos por la curiosidad de ver la nueva obra de la autora, e incluso si los de Macellari y Kusama son dos nombres que nos resultan totalmente desconocidos. Eso es señal de que el trabajo es bueno.

Centauria publicó originalmente Kusama. Ossesioni, amori e arte en 2020.

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