Guion: Daniel Viñuales.
Dibujo: David Tapia.
Páginas: 88.
Precio: 22 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2021.
Hay que agradecer que la ficción nos recuerde de vez en cuando que hay historias ocultas en la Historia que merece la pena que se rescaten del olvido, y eso es exactamente lo que hace 13 grados, 13 millas. Daniel Viñuales y David Tapia revisan la tragedia del C-4, el submarino que se hundió frente a las costas de Cartagena en un accidente cuyas causas siguen siendo un misterio y cuyas víctimas permanecen en el fondo del mar, sin que haya sido posible su rescate en los ya casi 80 años que han transcurrido desde que tuviera lugar el luctuoso suceso. El cómic es el relato de un drama anunciado, y su gran mérito está en la reconstrucción histórica que realiza y en esa sensación de cuenta atrás que domina cada secuencia hasta llegar al momento de la tragedia. A pesar de que no haya un elemento de sorpresa real, ambos elementos combinan bien para contarnos un relato naval bastante interesante en el que sobresalen algunos personajes con bastante criterio dentro de un relato que habla muy bien de un contexto histórico muy atractivo y del que se ha hablado poco, el del papel de España en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, en su teórico rol de neutral aunque su cercanía a las potencias del Eje era manifiesta, y cómo se interpretaba la bandera española en navíos y submarinos que surcaban mares en conflicto.
Es ahí donde resulta más atractiva la historia de Viñuales, en lo bien que captura el momento a través de los personajes y de la recreación histórica. A diferencia de otras historias que puedan rescatarse, esta no depende un gran clímax épico, sino que está justificada en el homenaje a unas víctimas que han sido olvidadas por la Historia. El cómic no termina de aclarar las causas reales de un accidente que, si algo parece, es la definición perfecta de todo aquello que España nunca ha sabido hacer. Y no es una burla ni una parodia, ni mucho menos. No es una obra nacida de resquemores hacia un país, su bandera o su ejército, para nada. Sí tiene sus dosis de critica al régimen dictatorial que padeció España durante cuatro décadas, instantes que surgen de manera natural en el relato, sin miedo y sin complejos, pero no está ahí su espíritu. Lo está en la honra al servicio, a unos profesionales que por encima de todo trataban siempre de dar lo mejor de sí mismos. Eso se ve en 13 grados, 13 millas porque eso sí es parte consustancial de su relato. Y con la espléndida labor de documentación que se ve prácticamente en cada página del cómic para dar forma al hallazgo de una tragedia olvidada en las arenas del tiempo, o más bien en la profundidad del mar, el conjunto es bastante equilibrado y se lee con mucho agrado.
La apuesta en la obra es la del realismo, tanto en la historia de Viñuales como en el dibujo de Tapia. Y en ambos casos se ve un esfuerzo enorme en hacer que el tebeo se asome con fuerza a un contexto histórico identificable. Decíamos que no es una historia supeditada a un clímax, y sin embargo lo tiene, efímero si se quiere porque apenas es un instante en una narración que se prolonga bastante en el tiempo, pero ahí está. La forma en la que Tapia le da vida, prácticamente en dos ilustraciones, es modélica. Primero por su ejecución visual, porque elige muy bien la forma en la que nos transmite el alcance empírico y emocional del accidente, pero también porque sabe dar valor con esa escena a todo lo visto anteriormente. Con los claros referentes que el género da en el cómic europeo, se agradece una apuesta visual como esta que se escape de la simple copia de esos modelos o de las mismas referencias fotorrealistas que siempre facilitan un trabajo de esta naturaleza. 13 grados, 13 millas tiene un sabor clásico innegable y un olor reivindicativo bastante acusado, y con ambos elementos se da vida a una historia fatalista y, sobre todo, a una descripción notable de un mundo, de una forma de ser y de un periodo histórico que en otras ocasiones de ha mostrado de una manera mucho más tópica que aquí.
El contenido extra lo forman una introducción del coronel de Caballería José García Herrero y un artículo histórico de Diego Quevedo Carmona.