‘Pijama, portátil, galletas’, de Alberto Madrigal

Editorial: Norma.

Guion: Alberto Madrigal

Dibujo: Alberto Madrigal.

Páginas: 164.

Precio: 22 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2021.

Todo lector de cómic, aunque fuera a una tierna edad, ha tenido una fase en la que no conocía y en realidad casi ni siquiera le importaba quién era el autor que estaba detrás de las historietas que leía, ni quién las escribía ni quién las dibujaba, sobre todo si lo aplicamos a los superhéroes o a esas series en las que el personaje está por encima de los creadores en una mirada superficial y, admitámoslo, no del todo justa. Con el paso del tiempo, todos somos ya más conscientes del enorme trabajo que supone crear un cómic y valoramos a las personas que los hacen. Pero lo que seguramente hacemos menos es plantearnos cómo son sus vidas precisamente por dedicarse al cómic. Alberto Madrigal nos da una respuesta a ese pensamiento en Pijama, portátil, galletas, una obra que se acerca a lo más íntimo de ese proceso en el que un autor tiene que plantearse si su pasión puede ser también su profesión, pero desde un punto de vista tremendamente práctico, uno que nace de tener un hijo, de formar una familia.  Puede que no sea una etiqueta del todo justa decir que este es el tebeo definitivo sobre la conciliación familiar del creador de cómics, seguramente porque Madrigal busca reflejar una experiencia personal más que universal, aunque en el fondo pueda afectar a cualquiera, pero es un retrato vital fascinante.

El autor de cómic no solo ejecuta en la mesa de dibujo, eso es algo que ya tenemos todos más que interiorizado en un mundo en el que cada vez se sabe más sobre los procesos. Y es bueno leer cómics como esté de Madrigal, porque nunca está de más que entendamos que los autores son personas como nosotros, con sus necesidades, sus agendas, sus familias y sus aspiraciones. Es Pijama, portátil, galletas el retrato de una crisis, personal y creativa, incluso de una forma de ver la vida, pero a la vez es un relato con su parcela de diversión. Es, en ese sentido, una demostración de madurez, de enseñarnos que la duda no solo es razonable sino necesaria, de invitarnos a pensar en lo que realmente merece la pena de su/nuestras vidas. Hablando de sí mismo, Madrigal consigue que nos metamos en su cabeza, en su casa, en su familia, que nos planteemos qué clase de padres seríamos cada uno de nosotros ante la falta de sueño o de trabajo, que pensemos en nuestra vida cotidiana, en todo aquello que hacemos y no hacemos en casa mientras nuestra cabeza nos está llevando a otros universos, sean de trabajo o de otra índole. Pijama, portátil, galletas es, y lo es casi sin quererlo, un retrato maravilloso de la vida real. La de un autor de cómic, sí. Pero es que un autor de cómic no es un dios venerable, que también por su trabajo, sino una persona. Como cualquiera de nosotros.

Con un objetivo tan claro, y que sus mismas páginas se encargan de explicar en todo el proceso, resulta evidente que el trazo y el estilo de Madrigal, que también se pone en duda en el relato como parte del proceso creativo, es perfecto para mostrarnos todo esto. El autor quiere empatía directa y la consigue con sus retratos, por mucho que estos sean en muchos casos minimalistas. También con la manera en la que nos muestra cada situación por la que va pasando el a la vez autor y protagonista. Pijama, portátil, galletas quiere meternos en situación y lo hace de una manera brillante. Viendo sus dibujos casi parece imposible no entender las emociones que se están volcando en cada escena, incluso antes de haber leído el texto que apoya cada ilustración. No es una obra que supure optimismo durante buena parte de su desarrollo, eso también se siente, y quizá por esa vía se entienda mejor el preciso blanco y negro con el que Madrigal ejecuta el trabajo, pero al final es una gigantesca mezcla de emociones en la que todo encuentra su camino y su tiempo. Y su final, maravilloso, es su lección. Los bloqueos existen, en el trabajo y en la vida, pero tambien existen las soluciones. Madrigal nos ha explicado quién es y qué piensa con tanta sinceridad que la mejor respuesta posible es un aplauso igualmente sincero.

BAO Publishing publicó originalmente Pigiama, computer, bicotti en mayo de 2019.

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