Guion: Philippe Bonifay.
Dibujo: Frank Pé.
Páginas: 228.
Precio: 38 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Junio 2021.
No es nada fácil resumir que es Zoo, y quizá la mejor manera de abrazar la obra es la de asumir esa magia que se le atribuye en la sinopsis de la contraportada. No es un retrato realista de un escenario concreto que tiene lugar en los años de la Primera Guerra Mundial, pero tampoco es una fantasía abierta. No son sus personajes fruto de la época que estamos viendo, pero tampoco parece ser tan ajenos a la realidad en la que viven. Y quizá por ese movimiento fronterizo entre tantas cosas, la historia de Philippe Bonifay es tan sugerente, tan completa a nivel sensorial, tan intrigante en cuanto a sus escenarios y cambios, y tan gozosa para cualquier dibujante que sepa interpretar lo que está viendo en esta clave casi onírica de la que estamos hablando, como desde luego hace Frank Pé. No hay cajón en el que podamos meter Zoo para explicar qué tipo de obra estamos a punto de leer, y después de haber pasado por todas sus páginas resulta aún más difícil definirla. Eso, en todo caso, no es la sombra de una duda, sino la certificación de que la narrativa, mucho más en el cómic, es una disciplina abierta y en la que se pueden conseguir los objetivos desde herramientas y propuestas de lo más variadas. Zoo, desde luego, lo es, acumula sorpresas a todos los niveles, emociones de muy distinta procedencia, y sí, mucha magia.
Bonifay tiene claro que no quiere ponérselo fácil al lector desde el extenso prólogo con el que nos presenta la obra, que es la presentación de un personaje que durante muchos pasajes de la obra está en un segundo plano pero que tiene un significado capital para que entendamos el relato en su totalidad. Y tampoco lo pone fácil por el escenario en el que va a tener lugar la historia, en el que las relaciones que se establecen entre los personajes tienen en ocasiones su cuota de ambigüedad y un ansia de libertad que choca frontalmente con la sociedad de los primeros años del siglo XX. Zoo, en todo caso, encuentra ahí un lugar muy natural, seguramente el más adecuado para que la historia fluya con la naturalidad con la que lo hace, para que entendamos su disfrute y su tragedia, para que sus personajes, un elenco muy especial y distinto en buena medida a lo que podríamos esperar, sobre todo en sus mujeres, crezcan de una manera notable. Zoo es un drama por encima, y se nota que nos aboca a ello desde el comienzo y con cada una de las decisiones que van tomando los actores. Podría incluso verse como la historia de un sueño imposible, roto por las circunstancias en torno a las cual se quiere construir, con sus luces momentáneas, con muchas dificultades y con las emociones siempre a flor de piel.
Y ahí entra en juego el exquisito dibujo de Pé, que da una vida inusitada a los personajes, convierte en realidad todos los sueños de Bonifay, todo lo que ha escrito en su guion. Es formidable lo bien que maneja el ilustrador no solo los elementos que pone en cada viñeta sino también el color que les da. Juega con tonos apagados, y de repente siempre algo cálido y cargado de significado. A veces da la sensación de que quiere transmitir la idea de un mundo feo y oscuro, y de repente nos ilumina con un personaje concreto. Y sí, Zoo es una obra eminentemente femenina, aunque su centro real sea un hombre, porque son ellas las que marcan el tono en todo momento, también en lo visual. Manon, la hija adoptiva del médico que sueña con levantar este particular zoo, se mueve de tal manera por las viñetas que es el auténtico motor emocional con el que juega Pé para que nos sintamos dentro de este particular microcosmos. Zoo es justo eso, un mundo contenido, con reglas propias, que bebe de la realidad lo justo y necesario, como lo hace también de la fantasía humana que nos quiere hacer creer. Es, desde luego, una lectura emocionalmente muy intensa, visualmente muy poderosa, y muy distinta a cualquier otra obra con la que pudiéramos trazar algún mínimo paralelismo. Es un trabajo para descubrir.
El volumen incluye los tres álbumes de Zoo, publicados originalmente por Dupuis en octubre de 1994, enero de 1999 y noviembre de 2007.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.