‘Los ángeles de Auschwitz’, de Stephen Desberg y Emilio Van Der Zuiden

Editorial: Norma.

Guion: Stephen Desberg.

Dibujo: Emilio Van Der Zuiden.

Páginas: 80.

Precio: 22 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2021.

Es indudable el poder atractivo que tiene el nombre de Auschwitz en cualquier historia que trate de ofrecer un ángulo nuevo a uno de los mayores horrores de la historia de la humanidad. Su simple mención nos empuja a leer, nos invita a abrir puertas que de otra manera seguramente no querríamos traspasar. Stephen Desberg, autor de El Escorpión, parece ser bastante consciente de ambas cosas, de que Auschwitz tiene ese magnetismo que no podríamos explicar desde un punto de vista racional, sabiendo que es un lugar de horror, y de que es todo un reto encontrar puntos de vista que no se hayan tratado para recrear la vida en el campo de concentración nazi más famoso. Los ángeles de Auschwitz es la respuesta a este dilema, y quizá estos dos condicionantes, los de la referencia y los de la necesidad de innovar, hagan que se requiera de una lectura pausada para entender lo que nos enseña Desberg, con el dibujo de Emilio Van Der Zuiden. Hay una cierta construcción artificial, cierta únicamente, que se pone de manifiesto sobre todo con el epílogo, pero es innegable que hay un poder humano bastante considerable en la exposición que se hace. La historia es emocional y dura, habla de Auschwitz, sí, pero también de quienes sobrevivieron a los horrores por lo que hicieron allí y de cómo han perdurado hasta nuestros días.

Ese es, probablemente, el punto más interesante de la reflexión de Desberg. Se trata de trascender a lo que sucedió en Auschwitz, todos los intentan. Desde el oficial nazi que entiende su servicio allí como un tiempo en el que va a estar alejado de su hijo hasta el protagonista, que solo busca sobrevivir y a quien se le escapa de las manos esa historia de los ángeles que cuenta en un momento de misericordia a un compañero desesperado, todos buscan salir adelante y perdurar, cada uno a su manera. Quizá por eso sorprende que el tema de fondo, el más importante, estalle precisamente en el epílogo, largo epílogo, que es cuando nos damos cuenta de que las heridas del pasado siguen más que abiertas, en el bando de las víctimas desde luego, pero también en el de los verdugos. Y viendo ese epílogo, de menor extensión que la historia lógicamente, uno se pregunta hasta qué punto se necesitan esas dos partes viendo la entidad individual que tiene cada una de ellas. No hay menos impacto en sus dos partes leídas de manera separada, ni tampoco parece claro que la forma que ha escogido Desberg para mostrárnoslas sea la única posible. De ahí las sensaciones condicionadas que deja una obra que, en todo caso, pone sobre la mesa cuestiones muy interesantes sobre la fe y la moral en un escenario que trata con absoluto respeto a su memoria.

Los ángeles de Auschwitz, además, está muy bien dibujado. Van Der Zuiden consigue que nos creamos la vida del protagonista, un niño judío que se convierte en adulto, se enamora y acaba en Auschwitz, y que sintamos la crudeza del campo como algo tremendamente real. El tono oscuro y deprimente que da a Auschwitz es palpable, e incluso con unas figuras que pueden parecer algo estáticas a simple vista consigue que nos creamos cada escena como algo que podría traspasar la viñeta, precisamente porque pone el énfasis en las expresiones de los personajes. El salto a un tiempo posterior en el epílogo le sienta muy bien por contraste, cambia el protagonismo, el escenario y por supuesto las sensaciones. Ya no se trata de revivir un horror, sino de dar valor a la memoria, y siendo el mismo trazo es evidente que el tono es distinto. Y se agradece, porque es lo que da a Los ángeles de Auschwitz el toque que podía escapar en los condicionantes que hemos mencionado. No es, seguramente, la obra redonda y trascendente que le habría gustado ser por su manera de encarar cuestiones religiosas desde un lugar en el tiempo en el que los hombres podrían haber perdido la fe por completo, pero tiene momentos muy impactantes que honran la temática escogida y que saben dar entidad a los personajes, a la historia y a la imprescindible memoria histórica.

Paquet publicó Les anges d’Auschwitz en enero de 2020. El único contenido extra es una introducción de Stephen Desberg.

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