CÓMIC PARA TODOS

‘Moby Dick’, de Bill Sienkiewicz

Editorial: Astiberri.

Guion: Bill Sienkiewicz, Dan Chichester.

Dibujo: Bill Sienkiewicz.

Páginas: 48.

Precio: 12 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Agosto 2021.

Todos conocemos la forma en la que Bill Sienkiewicz interpreta el mundo, su estilo visual es tan acusado y reconocible que lo entendemos desde el primer vistazo, da igual que esté ilustrando superhéroes o adaptando una de las novelas más populares de la historia. Quizá por eso no vamos a perder el tiempo, al menos no mucho tiempo, en alabar el dibujo de su adaptación de Moby Dick. Por ahí tenemos la entrada más fácil a su versión, pero si la miramos con cierto detenimiento no es la más destacable, aunque muchos seguramente lo pensarán así porque esa es la fuerza que tiene el dibujo de un autor inconfundible. Pero no, lo realmente impresionante de este Moby Dick es que resulta ser el mismo retrato de una obsesión que hizo Herman Melville en su inmortal novela, dejando las misma sensaciones que la lectura original, pero con un trabajo descomunal de síntesis. Hablamos de un tebeo que no llega a las 50 páginas y que nace de una novela no solo extensa sino también densa en su lectura. Y sí, Sienkiewicz logra llevar Moby Dick a su terreno más personal como autor, convenciéndonos prácticamente de que Ahab es un producto de su imaginación y de que su obsesión es la que el autor siempre quiso desarrollar en una historia de ficción como esta. Y no es suya. Pero es que lo parece.

No osaríamos decir, bajo ningún concepto, que Sienkiewicz sustituye a Melville. No es lo que él pretende y no es algo que haga justicia ni con la novela ni con esta adaptación en viñetas. Pero este Moby Dick es una de las transformaciones más fieles que se pueden hacer de una obra literaria clásica. Concepto contradictorio, desde luego, pero que parece la mejor manera de asimilar los logros del trabajo de Sienkiewicz. La historia la conocemos, es la del viaje del Pequod, capitaneado por el inquietante y obsesionado Ahab, en busca de la gran ballena blanca que da nombre al libro, es la historia de una venganza contra un animal inabarcable, narrada además por un tercero, un simple marinero, testigo privilegiado de todo lo que gira alrededor de esa batalla. Hay tantos matices encerrados en este relato que el mérito de esta revisión está, como decíamos, en haber respetado su esencia hasta el extremo aún sin haber tenido miedo a meter la tijera al texto original para que su dibujo se convierta en una tarea accesible para un mortal, al menos en cuanto a su extensión. Incluso mantiene la densidad original, por mucho que el pasar de las páginas del cómic tenga un final más cercano a simple vista. Hay que quitarse el sombrero ante esta labor que, al final, no hace más que abrir la mente del lector para invitarle a conocer el origen de todo esto.

Y sí, toca hablar del dibujo. Puro Sienkiewicz, y eso significa que es tan gozoso de contemplar como lleno de misterios cuando nos adentramos en sus profundidades, que se aleja del más puro realismo para hacernos sentir como si pudiéramos tocar a cada uno de los personajes y objetos que coloca en las viñetas. Es uno de esos autores capaz de conseguir sensaciones desde los caminos aparentemente más imposibles, y su Moby Dick es una demostración muy clara de ese talento que no es tan fácil de encontrar. Sus tonos oscuros se adaptan a la perfección a la odisea de Melville y la ansiada aparición del cetáceo, que Sienkiewicz se guarda para el final, cumple sobradamente con las expectativas levantadas. También su retrato de Ahab es soberbio, como lo es el de todos los personajes, dispuestos en la página con mucha inteligencia y con sentido estético tremendo para impactar a través de los ojos y siendo un complemento bestial de las notas que nutren cada página. Visualmente, como toda obra de Sienkiewicz, exige paladares formados y una degustación lenta, una en la que la mirada se reparta entre una narración pausada y unos dibujos magníficos y cargados de significado. Y es Moby Dick, con todo lo que eso conlleva, con el peso que eso supone para cualquier autor y con la impronta de reto superado que tiene su lectura.

Berkely First Publishing publicó originalmente Moby Dick en enero de 1990. No tiene contenido extra.

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Esta entrada fue publicada en 22 septiembre, 2021 por en Astiberri, Bill Sienkiewicz, Dan Cbhichester y etiquetada con , , , .

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