‘Los dementes’, de Cullen Bunn y Jack T. Cole

Editorial: Norma.

Guion: Cullen Bunn.

Dibujo: Jack T. Cole.

Páginas: 160.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2021.

Locura y cordura son los elementos centrales de la historia que Cullen Bunn y Jack T. Cole nos brindan en Los dementes, y siendo ese el escenario en el que se mueve casi sobra decir que no todo es lo que parece en sus páginas. Lo que vemos es la historia de una joven enfermera que se incorpora a un hospital psiquiátrico, y lo que en realidad nos están sirviendo es un discurso de fuerte base psicológica en la que nada es lo que parece y en la que no todo tiene que tener sentido al final del viaje. Un viaje, sí, porque una vez nos adentramos con Ashli en el interior de este peculiar sanatorio ya no sabemos qué es lo que puede suceder. Bunn escribe para un público convencido de que el género tiene los medios necesarios para conseguir que hasta lo más inverosímil parezca real, juega con la mente, y lo hace además desde una perspectiva colectiva que resulta bastante original, incluso aunque por momentos pueda parecer que su ambicioso plan tiene agujeros que se quedan (¿conscientemente?) abiertos para que los rellene Cole con un espectáculo visual bastante atractivo. La locura tiene estas cosas, que necesita también una manifestación visual cuando más de un personaje tiene que estar viendo lo mismo, y lo que el ilustrador nos presente convence con bastante firmeza, la suficiente como para que no sepamos si esto que vemos es la obra de un loco o de un cuerdo.

Bunn se ha movido en distintas extensiones, pero para Los dementes apuesta por una concreta y delimitada. ¿Puertas abiertas? Desde luego, parece imposible cerrar del todo una historia en la que se asoma a tantos abismos mentales tan distintos entre sí, pero tiene un final cuando finaliza este viaje a través de un hospital y de sus habitantes, médicos y enfermos. Juega mucho alrededor de la delgada línea de la credibilidad, ya que incluso la misma premisa, el funcionamiento de este hospital, casi parece algo imposible. Pero a la vez, necesitamos un ancla. La enfermera, Ahsli, es esa conexión con la realidad. Una intrigante, porque Bunn le da un pasado oscuro del que vamos descubriendo poco a poco algunos detalles, hasta que esa historia personal se va interconectando con la del hospital y sus pacientes. No es una vía especialmente novedosa, pero es cierto que el escritor sabe moverse en ella con cierta comodidad como para que las revelaciones, sobre todo las finales, sean algo coherente con el relato y con la suficiente capacidad de sorpresa. Y con mucho horror, claro, porque al final este es un viaje por la supervivencia, se trata de salir de un lugar maldito en el que puede pasar absolutamente de todo, y eso es lo que Bunn nos va describiendo mientras tratamos de desentrañar los detalles de los misterios que oculta este lugar.

Cole le da formal hospital de una manera bastante interesante porque, en el fondo, está dibujando de una manera bastante atemporal. Podríamos decir en muchos sentidos que esta obra encaja en los años 80. O en los 90. Pero también hoy. Y eso, siendo algo que depende tanto del trazo de su ilustrador como del mismo color que tienen sus páginas, le da un aire sugerente bastante singular a Los dementes, porque no tiene una interpretación fácil, se disfruta por los detalles que Cole va introduciendo, por lo que dibuja como parte de una escena sin que muchas veces nos demos cuenta de que está ahí o por los diseños con los que da forma a este mundo de locura. Es por esa vía por la que nos introduce otro de los temas centrales de la obra, el de las máscaras, que tanto hace dentro del guion de Bunn y que es en el dibujo de Cole menos obvio de lo que pudiera parecer con lo que vemos en la cubierta del libro. Los dementes tiene su punto, hay que saber cogérselo, y hay que hacerlo rápido porque se lee con mucha velocidad, y aunque puedan quedar cabos sueltos lo cierto es que acaba siendo una lectura de género bastante satisfactoria, encajando bien y con fluidez en la línea que su autor nos ha mostrado en otros universos aterradores que ha ido construyendo en los últimos años.

El volumen incluye los seis números de The Unsound, publicados originalmente por Boom! entre junio y noviembre de 2017. El único contenido extra son las cubiertas originales de Michael Dyalinas, Jack T. Cole y David Lafuente.

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